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Emprendedores Multiplicadores: La función social del emprendedor

Por: Alejandro Tavares de Alba / Gerente de Expansión Endeavor Aguascalientes

Twitter: @AlexTavres

A lo largo del tiempo, a los llamados emprendedores se les ha considerado, hasta cierto punto, unos locos. Una especie humana totalmente diferente, con ideas revolucionarias, innovadoras, que ha transformado diversos tipos de industria y ha llevado los negocios a otro nivel. Son individuos que han llegado a ser catalogados en ‘peligro de extinción’.

Andrés Oppenheimer, en su libro Crear o morir, clarifica algunas de las barreras que tiene la creación de una empresa innovadora en América Latina. Entre ellas, hace mención a la gran cantidad de trámites burocráticos que se deben realizar para establecerla. Según el Banco Mundial, en Venezuela se necesitan hacer 17 trámites legales para registrar un nuevo negocio; en Argentina, 14; en Brasil y Colombia, alrededor de 13. México ha recortado esa brecha y se encuentra entre los 6 y 8 trámites. Sin embargo, los retos de un emprendedor van más allá de esto y, en cierto punto, su actividad podría considerarse una labor social.

Desarrollar una nueva idea comercial o de negocio, conseguir el dinero para financiarla, surcar el mar de trámites legales para constituirla y ponerla en marcha son el pan de cada día de quienes emprenden. Ahora bien, no hay que dejar de lado dos aspectos de suma importancia, los cuales vienen aunados al emprendimiento: generación de riqueza y de trabajos, lo cual se traduce en una mejor calidad de vida. Linda Rottenberg, CEO de Endeavor, en su reciente libro Crazy is a compliment (Ser llamado loco es un cumplido), hace referencia a los más de 600 emprendedores de alto impacto que están siendo acelerados por Endeavor a nivel internacional. Ellos han creado alrededor de 150 000 empleos e ingresos anuales aproximados a los 4 000 millones de dólares.

Estos son los dos grandes retos que todo empresario tiene: ver constantemente la manera de hacer crecer su compañía y generar más y mejores empleos. Esta es la verdadera labor o función social del emprendedor, la cual debe convertirse en prioridad para los gobiernos. Por eso, se tiene que mejorar la eficiencia de los trámites legales para constituir una empresa, desarrollar modelos educativos encaminados al emprendimiento y crear incentivos para aquellos emprendedores que desean ser llamados locos.

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