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Elon Musk: el magnate que rompe todo pronóstico

El carismático -a la par de polémico- empresario sudafricano Elon Musk cerró la semana incrementando su fortuna por 2 mil millones de dólares (mdd), alcanzando un patrimonio de 22 mil mdd,  gracias a las ganancias obtenidas por Tesla la compañía que dirige. 

Lo anterior contra todo pronóstico. Los expertos de Wall Street vaticinaron que las acciones de la empresa de vehículos eléctricos registrarían pérdidas de 0,42 dólares por papel. No obstante, Tesla  reportó utilidades de 1,86 dólares por acción al cierre del mercado el 23 de octubre, lo que significaron ganancias por 342 millones de dólares. 

Esto logró que las arcas de Elon Musk vieran ingresar una nada despreciable cantidad de dinero. Por ello, repasamos de manera general el pensamiento y filosofía que lo han conducido a ser uno de los empresarios más relevantes del último siglo.

Idear soluciones > ganar dinero

La mentalidad de Elon Musk se ha dirigido a desarrollar soluciones que ayuden a hacer de este mundo un lugar más sostenible, más que en ver la forma de “hacer dinero”. 

Emily Johnson, escritora de Value Walk, dice que si algo nos enseña el empresario sudafricano es que el libre mercado premia a  aquellos individuos que quieren resolver problemas más que lograr ganancias

 Ilustra su punto con el caso de Tesla, pues “no fue dinero lo que motivó a Musk, sino el deseo de crear transportes menos intensivos en combustible y más sostenibles. Aprovechó un territorio empresarial ignorado al estudiar con éxito lo que el mercado quería y no cómo obtener ganancias para sí mismo”, opina. 

Durante una entrevista, Elon Musk reconoció: “Tras irme de PayPal, pensé: ¿Cuáles son algunos de los problemas que son más probables de afectar al futuro de la humanidad? No me planteé ¿cuál es la mejor manera de hacer dinero?”.

Es un “erudito moderno”

Un artículo publicado en Business Insider reveló las perspectivas de varios exempleados de Tesla sobre su antiguo jefe. Una de ellas incidía en su capacidad mental: “Es extremadamente inteligente. Está diez pasos delante de ti”, dijo una persona.  ¿Cómo lo logra?

Michael Simmons, columnista de Entrepreneur se trazó la siguiente interrogante: ¿Cómo es posible que Elon Musk haya sido capaz de crear cuatro compañías milmillonarias en cuatro campos distintos (software, energía, transporte y aeroespacial), cuando la sabiduría popular dice que si quieres destacar  en algo, deberías especializarte en UNA sola cosa? 

La respuesta, provista por el mismo Simmons, es que el magnate sudafricano encaja en la definición de  “eruditos modernos”, los cuales siguen las siguientes reglas: 1. Destinan al menos cinco horas semanas a aprendizaje (sobre cualquier tema); 2. Estudian ampliamente distintos campos de conocimiento; 3. Son capaces de entender los principios más profundos y los modelos mentales que conectan a esos campos; 4. Aplican los modelos mentales al núcleo de su negocio. 

Kimbal Musk ha dicho que desde su época de adolescente, Elon habitúa leer dos libros por día -no completos, naturalmente- sobre diferentes disciplinas: filosofía, religión, programación, física, ingeniería, diseño de productos, energía, tecnología, etcétera.  «Esta sed de conocimiento le permitió exponerse a una variedad de temas que nunca aprendió necesariamente en la escuela», resume Simmons. 

Pero no es solo leer y aprender per sé, es la “transferencia de aprendizaje” de un campo a otro  lo que vuelve a Elon un hombre tremendamente versátil y exitoso. 

“Es importante ver el conocimiento como una especie de árbol semántico: asegúrate de comprender los principios fundamentales, es decir, el tronco y las ramas grandes, antes de entrar en las hojas / detalles o no hay nada a lo que podrás aferrarte.”, explicó el propio Musk. 

En este sentido, Michael establece que para lograr la citada “transferencia de aprendizaje”, los eruditos modernos como Musk deconstruyen el conocimiento asimilado en principios fundamentales y modelos mentales y lo reconstruyen en campos de su interés.

«Musk reconstruyó los principios aprendidos de Inteligencia Artificial, Tecnología, Física e Ingeniería para aplicarlo a distintas áreas como la Aeroespacial en orden de crear SpaceX,  en la Automotriz para idear Tesla, o en la de Transporte para diseñar Hyperloop”, sostiene Simmons. 

“Tú ves los fundamentos y construyes tu razonamiento a partir de eso, y luego ves si tienes una conclusión que funciona o no funciona. (…) Sin embargo, es más difícil pensar de esa manera”, señaló el propio Elon.

Bienvenida la crítica -constructiva.

Muy posiblemente se trata de un cliché, pero una máxima  que ha conducido al éxito al magnate sudafricano es buscar y aceptar la crítica, en lugar de oponerse a ella. Según recoge el bloggero David Ly Khim, el empresario dejó entrever esta filosofía con la siguiente respuesta: 

«Al  hablar  con alguien sobre el Tesla S, realmente no quiero saber qué es lo que está bien con el automóvil, más bien quiero saber qué es lo que está mal. Cuando mis amigos compran un producto, les pido que no me digan qué es lo que les gusta de él, sino lo que no les gusta».

Para Musk, una crítica bien pensada, sobre cualquier cosa que estés haciendo, es tan valiosa como el oro. 

Sobre este aspecto, en una entrevista dirigida hacia emprendedores, el empresario dijo: “Debes adoptar el enfoque de que estás equivocado. Tu objetivo es estar menos equivocado”. 

Asume que tu empresa puede fracasar

Empezar un negocio no es para todos. Para iniciar un negocio, yo diría que lo primero que hay que tener es un alto umbral de dolor», dijo Musk en el mismo video.  Menciona que una gran frase sobre la vida del emprendedor la profirió un amigo suyo: “Abrir una compañía es parecido a comer vidrio mientras miras el abismo”. 

“Porque eso es generalmente lo que sucede. Cuando comienzas una empresa hay mucho optimismo y las cosas son geniales. La felicidad es alta; pero luego encuentras todo tipo de problemas, y la felicidad disminuirá paulatinamente. Atravesarás por un mundo de dolor. En la mayoría de los casos no tendrás éxito. Tesla estuvo al borde del fracaso. Si tienes éxito, recuperarás la alegría, pero después de mucho tiempo”. 

Sin embargo, Elon Musk brinda un mensaje alentador para aquellos que enfrentan tiempos difíciles: “La persistencia es sumamente importante. No deberías rendirte a menos de que estés obligado a rendirte”. 

“Cuando inicias una compañía con el objetivo de emprender una exploración interplanetaria, el fracaso es una opción viable. Sin embargo, en lugar de arrojar la toalla, Elon Musk anticipó la derrota y creó un plan de contingencia para SpaceX”, escribe David Ly Khim.

El bloggero recuerda que el empresario sudafricano estableció como límite un gasto de 100 millones de dólares para poner el primer cohete en el espacio, la suficiente inversión para tres intentos de despegue. En caso contrario, detendrían la compañía. 

“¿Qué pasó en el primer intento? 30 millones después, fracasó. ¿El segundo? 60 millones después, fracasó. En el tercer y último intento, SpaceX logró un lanzamiento al espacio con éxito. Eso le ganó un contrato de 1.6 mil millones de dólares con la NASA. ¿Tuvo Elon Musk miedo al fracaso? Absolutamente. ¿Creó un plan para encarar la posible derrota? Sí, y eso es precisamente lo que hizo poner cohetes en el espacio”, finaliza David.

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