Si algo nos ha dejado claro el 2020 es que debemos acostumbrarnos a la incertidumbre. Bajo esta premisa, hablar de lo que sucederá en las próximas elecciones puede parecer un ejercicio aventurado. Sin embargo, es casi inevitable hacerlo debido a la situación tan especial que nos atraviesa.
Las elecciones de 2021 serán las más grandes en la historia de nuestro país debido al número de cargos que se elegirán a nivel local y federal, resultado de las reformas hechas en 2017 con el fin de homologar las elecciones locales y federales en todos los estados.
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En todo el país elegiremos un total de:
3,465 cargos públicos
15 gubernaturas
500 diputaciones federales
1,027 diputaciones locales
1,907 presidencias municipales
16 alcaldías
Se distribuirán entre:
7 partidos políticos nacionales (Morena, PAN, PRI, PVEM, PRD y PT)
7 nuevos posibles partidos (PES, México Partido Nacional, Redes Sociales Progresistas, México Libre, Fuerza Social, Alternativa y Súmate)
54 partidos locales
La próxima jornada electoral se dará en medio de una pandemia mundial por COVID-19 y después del reacomodo de las fuerzas políticas del país. El triunfo de Andrés Manuel López Obrador a través de Morena ocasionó un debilitamiento en los partidos políticos y le dio autonomía a las maquinarias electorales, las cuales dejaron de operar bajo una lógica partidista para moverse con el mejor postor. Esto ha ocasionado una polarización de dichas fuerzas, que se dividen entre morenistas, lopezobradoristas y partidos de oposición.
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La sociedad civil, inmersa en una crisis sanitaria, económica y de seguridad, está preocupada por su supervivencia, más que por las votaciones. ¿Serán capaces las autoridades de incentivar el voto en una ciudadanía abatida por las condiciones que se viven día a día en el país?
Como ejemplo reciente tenemos las elecciones de Coahuila e Hidalgo que en octubre de este año rebasaron el nivel de abstencionismo en 50%.
De acuerdo con Francisco Rojas, consejero del Instituto Estatal Electoral (IEE), fomentar la participación ciudadana es uno de los grandes retos del organismo, sobre todo por el número de procesos que ha habido en la entidad (desde 2010 y hasta 2022 Aguascalientes habrá tenido un total de 10 elecciones). El dirigente del Instituto Nacional Electoral, Lorenzo Córdova, también ha usado este argumento para explicar el abstencionismo: tener tantas jornadas electorales consecutivas cansa a la población y desincentiva el voto.
En Aguascalientes, la participación ciudadana de las últimas elecciones se comportó de la siguiente forma:
Yolanda Franco, consejera del IEE, reconoce que las elecciones que menos atención tienen son las de los ayuntamientos, lo cual es preocupante, pues es el primer contacto que tiene la ciudadanía con el espacio público: “hace falta reforzar temas de educación cívica al interior de los municipios para que se tome en serio la responsabilidad de salir a votar”.
A todo esto hay que considerar que la contingencia sanitaria cambiará las dinámicas de organización tanto de campañas como de jornadas electorales. Es probable que no haya actos masivos, pero sí mucha actividad ante cámaras y redes sociales.
“En esta ocasión no vamos a tener la oportunidad de estar presentes físicamente en los espacios públicos, la estrategia de promoción del voto se hará a través de redes sociales, medios de comunicación, radio, televisión y medios impresos”, confirma la consejera.
Haya o no respuesta de la ciudadanía, las autoridades electorales ya se están preparando para iniciar con el trabajo que hay detrás de una elección, el cual incluye protocolos sanitarios de desinfección y limpieza en los lugares donde se realizarán las jornadas. ¿Será suficiente para llamar a los ciudadanos a ejercer su derecho al voto?
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De acuerdo con el consejero, “es prematuro decirlo porque tendremos que ver cómo evoluciona la pandemia, pero nos tenemos que preparar para el escenario más complejo, que existan las condiciones para salvaguardar la salud de los funcionarios de casillas, votantes y todos aquellos que participan en la organización de las elecciones”.
Por fortuna, las casillas no son un lugar donde hay grandes concentraciones de personas, así que existe la posibilidad de que las próximas elecciones nos sorprendan con una mayor participación ciudadana.