Por Andrés Díaz Larios
@AdiazLarios / andres@asuntospublicos.net
Estamos a nueve meses de salir a las urnas para elegir quien encabezará la presidencia de México en el periodo 2024-2030. Parece lejano, pero es necesario hacer un acercamiento a las propuestas económicas de quienes parece que encabezarán las principales corrientes políticas que se presentarán en las elecciones.
Por un lado, nos encontramos a Claudia Sheinbaum y no podemos evitar hacernos la pregunta: ¿será capaz de soltar el yugo o será más de lo mismo? Hasta ahora todo parece indicar que será continuidad de este gobierno. Sus propuestas económicas, al menos del primer año, se verán marcadas por lo que diga el presupuesto que haya dejado la anterior conformación de la Cámara de Diputados: mantener las mismas obras de infraestructura, los programas sociales, y el recorte o ampliación a las instituciones, dependiendo la coyuntura en la que se encuentre.
En la segunda Convención Nacional de Morena, que es la encargada de hacer la plataforma de gobierno del partido, las propuestas económicas, hasta el momento, surgen de lo que las bases partidarias llaman, economía de bienestar social, que incluyen: un plan estratégico para combatir la recesión y la inflación; acercamiento a los sectores empresariales, que estén dispuestos a la transformación; economía solidaria del campo que logre reactivarlo; nuevos programas que ayuden a la economía familiar, sin dejar de financiar los programas vigentes; Impulso al salario básico social basado en la cooperación más que en la competencia; hacer una reforma fiscal progresiva donde los ricos paguen más impuestos.
Por otra parte, está Xóchitl Gálvez, quien representa a una desarticulada oposición que tuvo que cerrar filas, con una candidata que, si bien subió en las encuestas como ninguna otra, no convence a las élites partidistas que la proponen. Esto ha resultado en que sus propuestas económicas sean producto de muchas líneas y pensamientos, pero eso sí, que se centran en las políticas de incentivar las inversiones y reasignación del gasto público.
Durante los foros regionales del Frente Amplio por México, Gálvez hizo diferentes propuestas, que eventualmente se tendrán que incluir en la plataforma de gobierno con la que se presente. Entre las principales destacan: reevaluación de Pemex y la política energética; control del endeudamiento; apoyo al campo; recursos para combatir la violencia de género y para la educación; además ve en nearshoring un nicho muy importante para el país. Respecto a su política fiscal, la propuesta va encaminada a reajustar la recaudación para hacerla más equitativa en cuanto a los ingresos.
Es natural y hasta obvio que ambas propuestas se contrapongan en la mayoría de los planteamientos, puesto que hasta el momento la tendencia ha sido clara entre lo que quieren los llamados partidos de izquierda, frente a la oposición.
Independientemente de la ideología que se tenga, considero que es necesario entender, que son necesarios los apoyos financieros directos a empresas, el fortalecimiento de las diferentes cadenas productivas y el incremento del ingreso familiar. Ello con el fin de generar una economía productiva que pueda combatir la inseguridad y la pobreza.