El seguro es un instrumento financiero que permite resarcir de un daño económico a las personas o empresas por los efectos que pueden sufrir ante un imprevisto.
Es decir; todo aquello que tiene un valor económico o monetario se puede asegurar. En las personas, lo que se asegura es la pérdida del ingreso o productividad; de ahí la razón del seguro de vida, que pretende mantener el nivel de ingresos en caso de que llegue a faltar el proveedor del recurso económico.
En el caso de las empresas, existe una serie de seguros que buscar proteger el patrimonio y bienes que forman su haber. Los riesgos se clasifican según la vocación o función de los distintos elementos que la componen, de ahí que tenemos coberturas o seguros muy específicos como lo son: Rotura de Cristales, Anuncios Luminosos entre otros.
A una empresa la pueden afectar muchas cosas o circunstancias y el objetivo primordial del seguro es que no se pierda ese patrimonio, las fuentes de trabajo ni su capacidad productiva.
Las coberturas que pueden contratarse son, además de las que anteriormente se mencionaron, la de Incendio, Rayo y Explosión, que se consideran básicas, tanto para asegurar el edificio como el valor de todos los contenidos.
Es muy importante aclarar que dentro de una empresa hay muchos equipos que pueden ser susceptibles a cierto tipo de riesgos que deben protegerse de manera más específica, como lo son los equipos electrónicos, ante el riesgo de una descarga o variación eléctrica que pueda dañarlos.
Las calderas o aquellos equipos que están sujetos a presión deben estar asegurados de manera específica, considerando los daños que estos podrían causar.
Las pólizas de seguro para empresas deben ser cuidadosamente analizadas. Existe una gran cantidad de situaciones que deben contemplarse y prevenirse, los riesgos cambian de una empresa a otra y no son iguales. El giro de la empresa, el tipo de equipos y las características constructivas, así como la ubicación , pueden influir en el riesgo y todo debe analizarse.
Existen coberturas de seguro para áreas donde el riesgo de un sismo se cubre y ante la posibilidad de sufrir un daño hidrometeorológico también se puede cubrir.
No todas las empresas toman en cuenta una cobertura que es especialmente importante y que es la de «Pérdidas Consecuenciales». Esta cobertura garantiza el pago de aquellos gastos fijos que la empresa debe enfrentar, aun si no puede operar a consecuencia de alguno de los riesgos anteriormente comentados; por ejemplo, en el caso de un incendio, la empresa deberá seguir pagando sueldos etc.
Debemos tener presente que cuando su giro es de alimentos, la empresa puede ser sujeta a responsabilidades u obligaciones derivadas de aquello que fabrica o produce, por lo que es muy importante contemplar un seguro de Responsabilidad Civil.
Es importante contemplar que el seguro o seguros con los que debería contar toda empresa, refleje en sus valores los montos reales de todas y cada una de las coberturas que se contraten, es decir que las cifras sean el 100 por ciento del valor de aquello que se asegura o protege.
Cuando la empresa está asegurada con valores distintos a los reales, la Ley Sobre Contratos de Seguros establece que deberá aplicarse lo que se llama «Proporción Indemnizable», que significa que cuando un bien está asegurado por debajo de su valor real se pagará o liquidará en la proporción que se aseguró. Esto en simples palabras significa que cuando el valor del bien asegurado es 100 y en la póliza dice 50, se pagará el 50 por ciento del valor del daño.
En muchos casos una empresa es el resultado del esfuerzo de varias generaciones y el amor al trabajo y dedicación de cientos o miles de personas. Por esa razón resulta fundamental tener presente que esa empresa no puede estar en riesgo y menos cuando dicho riesgo se puede prevenir.
Recomendación: Consulte a un profesional en seguros.