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El próximo agronegocio: producción de cultivos orgánicos

Don Ramiro González Delgado se hizo empresario produciendo hortalizas hace 30 años. Dos generaciones después, su emprendimiento se convirtió en el segundo mayor productor de orgánicos en Aguascalientes.

Impulsado por la entrada de La Huerta al mercado de los orgánicos, La Chardonnay puso en marcha su proyecto de esta clase de alimentos en abril de 2014 para mantener la proveeduría (desarrollada durante las últimas tres décadas) con la compañía de frigorizados.

Con apoyos de FIRA gestionados por La Huerta, convirtieron y certificaron como orgánicas 100 hectáreas de cultivos convencionales; adquirieron un tractor, un camión de transporte de personal, mobiliario y accesorios para los comedores de los trabajadores.

Un año después, La Chardonnay provee a la empresa alrededor de 1 670 toneladas de brócoli, coliflor y espinaca orgánicos que exporta a Estados Unidos y Japón. Eso representa la mitad de su producción, la cual espera volver totalmente orgánica en el mediano plazo.

“Ya estamos preparando otro predio para usarlo en este tipo de cultivos. Más o menos creceríamos lo doble; estamos hablando de 200 hectáreas en unos tres años”, estima Jesús González Troncoso, uno de los socios y encargado de la producción orgánica del rancho.

El futuro de los agronegocios

En su página web, el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agropecuaria (Senasica) de Sagarpa define a los alimentos orgánicos como aquellos obtenidos y procesados “de manera amigable con el medio ambiente, de manera ecológica (…), evitando el uso de productos sintéticos como pesticidas, herbicidas y fertilizantes artificiales”.

Por esas características, su cultivo es más costoso y con requisitos más exigentes (los cuales varían entre países) que los de uno tradicional, explica el gerente general de La Chardonnay, Jorge Mares.

“De entrada, el requisito es que no hayas aplicado ningún químico en la tierra en los últimos tres años (…) Es caro producirlo y debes ser muy dedicado. Tienes que dedicarle mucho tiempo. No puedes tener un descuido porque se te baja la producción”, comenta.

Al no usar químicos, “el mayor riesgo son las plagas. Todo es preventivo, tienes que empezar a controlar desde un inicio. De ahí, sigue la nutrición: no puedes aventarle químicos, es todo natural”, añade Jesús González. Cultivar una tonelada de hortaliza orgánica, calcula, es 60 por ciento más caro que una tradicional.

“¿Por qué entrarle a lo orgánico? Porque es la tendencia, va para arriba (…) En muy pocos años ya no va a existir la forma convencional de producir. Ellos tienen mucha demanda y tenemos que hacernos a lo que ellos van necesitando”, declara Mares.

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