Por: Lic. Joaquín Cruz Lamas
¿Cuáles son las consecuencias políticas de elegir cancelar Texcoco y optar por Santa Lucía? A simple vista parecieran nulas. Los opositores de López Obrador ya esperaban el resultado y para muchos la consulta se interpreta sólo como una confirmación de algo que ya sabían que sucedería. Pero el asunto no es tan sencillo.
Por un lado sabemos que la consulta nos confirma que el electorado que apoya a López Obrador está dispuesto a respaldarlo casi incondicionalmente. Es decir que la confianza puesta en él en estos momentos es equiparable a la recibida por Cárdenas en tiempos de la expropiación petrolera. Los tiempos son distintos, por supuesto, sin embargo hay quienes interpretan esta realidad como una peligrosa ausencia de oposición que haga contrapeso a las decisiones del futuro presidente. Ello les remite a los años 60’s y 70’s en que la autoridad presidencial era completamente vertical. Es esta la razón de que haya una fuerte tendencia a someter a un duro escrutinio todo cuanto haga el futuro presidente.
Por el otro lado, también debemos de tener en cuenta que el equilibrio de poder no es el mismo que era hace unas décadas. Desde la reforma política de López Portillo hasta nuestros días las cosas han cambiado. Ya no vivimos en un régimen completamente vertical (si bien aún existen remanentes de aquella época).
¿Cuál es entonces el precio político? Se trata sobre todo de una cuestión de percepción y de preferencias. En este juego las cartas del nuevo gobierno quizá no sean las que se jugaban en el siglo pasado, pero sí es muy claro que el mensaje para los opositores es recordarles que el partido que entrará a la presidencia en Diciembre cuenta con un fuerte respaldo por parte de la población. Lo más prudente para los ciudadanos de a pie quizá sea no dejar de ser críticos y, sobre todo, no ver la realidad sólo en blanco y negro.