Que otros se jacten de las páginas que han escrito; a mí
me enorgullecen las que he leído.
Jorge Luis Borges
Esta semana se conmemora el Día Mundial del Libro. El 23 de abril de 1616 fallecieron Shakespeare y Cervantes, por lo que la UNESCO, con el objetivo de fomentar la lectura y reconocer el valor que tienen los libros y su efecto en nuestra vida, estableció en 1995 que en este día se celebrara el Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor.
Sabemos que en nuestro país los índices de lectura son bajos. Y no sólo en sectores específicos de la población; es un problema que se presenta en todos los segmentos sin importar situación socioeconómica, nivel académico o profesión.
De acuerdo a la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos, OCDE, en México se leen en promedio 2.8 libros al año y nos ubica en el puesto 107 de 108 países en el estudio “Hábitos de Lectura” que realizó junto con la UNESCO. En febrero pasado el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, INEGI publicó el “Módulo sobre Lectura en México”, una encuesta que tiene como objetivo conocer el comportamiento lector de la población mexicana de 18 años y más. Entre los resultados destacan los siguientes:
En cuanto a lo que leen los mexicanos:
- El 59.7% lee libros
- El 58.7% lee periódicos
- El 56.0% lee revistas
- El 44.0% lee en internet (blogs, foros)
Sólo el 10% de la población visita bibliotecas, el 21% librerías y el 30% ve libros en tiendas departamentales.
En este estudio, se refleja la notable influencia que ejercen los padres de familia en los hábitos de lectura de sus hijos, pues 54% de los entrevistados señalaron que uno de los estímulos importantes para ellos fue el ver a sus padres leer.
Si bien, el 61% declaró que la existencia de libros diferentes a los de texto en su hogar era lo que los impulsaba a leer, casi el mismo porcentaje de personas (60%) dice no tener más de 25 libros diferentes a los de texto en casa.
Las razones por las que se lee poco en México son variadas. Es verdad que algunos libros son caros y, por tanto, entra en juego el factor económico. También los temas de salud y, por supuesto, las cuestiones sociales, como la marginación y la pobreza, se deben tomar en consideración, pero de acuerdo a este estudio la causa principal porque las personas no leen es, simplemente, porque no les interesa (37% señala falta de interés y 36% falta de tiempo, pero cuando algo te interesa, encuentras el tiempo para hacerlo).
Conviene hacer algo al respecto y buscar la manera de que más personas a nuestro alrededor descubran el placer de la lectura, por ello dejo aquí algunas sugerencias tanto para aquellas personas a las que sí les gusta leer con la intención de que compartan ese gusto con otros, como para quienes piensan que los libros no son lo suyo con el deseo de que encuentren alguna razón para empezar a leer.
Si te gusta leer, este año la UNESCO propone algunas ideas para celebrar este día, entre ellas:
- Comparte tu pasión y regala un libro de tu autor favorito a alguno de tus amigos.
- Aprovecha el día para descubrir obras o autores que no sueles leer.
- Escribe ¡Feliz Día del Libro! en alguna de las obras que ya hayas leído, y déjalo en el banco de un parque o en la parada del autobús para que alguien lo encuentre.
- Dona los libros que ya no uses a una asociación, serán útiles para otros lectores.
En caso de que no te guste leer, yo te hago estas recomendaciones para adquirir el hábito:
- Establece todos los días un tiempo específico para leer, puedes empezar con periodos cortos e irlos extendiendo poco a poco.
- Si tienes hijos, recuerda que tu eres ejemplo para ellos. Si te ven leyendo –y disfrutando la lectura– será más fácil que le encuentren el gusto.
- Busca temas que sean interesantes para ti, ya sea por entretenimiento o por motivos profesionales. Que los libros que te dejaban leer en la escuela no te gustaran, no quiere decir que ninguno te va a gustar, busca títulos que sí sean atractivos para ti.
- ¿No tienes dinero? Visita una biblioteca, ahí seguramente encontrarás material interesante.
- Olvídate de los pretextos. La falta de tiempo, el exceso de trabajo o la visita de tu familia política no impiden encontrar aunque sea unos minutitos para leer al menos una página de tu libro.
- Busca alternativas: compra un audiolibro, hay títulos muy buenos que puedes escuchar mientras vas en el coche o esperas en la fila del banco. También puedes descargar e-books en tus dispositivos móviles y tener libros disponibles en cualquier lugar.
Y por supuesto, la recomendación más importante: DISFRUTA la lectura. Es la oportunidad de visitar nuevos lugares, imaginar otros mundos y aprender muchas cosas interesantes.