La diferencia entre un propósito y un logro tiene nombre: disciplina.
Vicente Pérez Almanza lo sabe perfectamente, porque desde pequeño y a lo largo de su vida ha hecho de la disciplina la herramienta para transformar propósito en logros, no sólo personales sino también comunitarios.
Nacido en 1980 en una familia de pocos recursos pero forjada en la cultura del esfuerzo y la responsabilidad, Vicente se reconoce como un hidrocálido entusiasta y emprendedor, decidido a vencer cualquier obstáculo. No tolera el abuso ni la injusticia y siempre tiende la mano para ayudar a quien necesite apoyo, cualidades que hoy fortalecen su candidatura a la Presidencia Municipal de Aguascalientes por el Partido Libre.
Los primeros años de su infancia los vivió en una pequeña comunidad rural al oriente de la ciudad capital. Las canicas y los trompos, pero sobre todo el amor de sus padres, fueron suficientes para suplir las carencias económicas de una familia con siete hijos.
Desde pequeño, Vicente dio muestras de tenacidad, inteligencia y espíritu de superación, cuando recibió como regalo una chiva y, como la cuidó muy bien, con el paso del tiempo multiplicó el número de animalitos bajo su resguardo, llegando a tener un rebaño de hasta doscientas chivas.
La primaria la vivió en el rancho, donde compartía salón con todos sus hermanos en los años iniciales, y la ciudad, durante los últimos grados. Fue entonces cuando se fijó una meta de vida a largo plazo: llegar a graduarse de la universidad.
La secundaria y la preparatoria las cursó con excelente desempeño en escuelas públicas, y con apenas 21 de edad años cumplió su objetivo de la infancia, graduándose como licenciado en Derecho.
Cumplida su meta, su inquietud por ser cada vez mejor lo impulsó a continuar preparándose hasta obtener una maestría en Derecho Constitucional y Administrativo.
Desde joven tuvo vocación hacia la política como una forma de contribuir a la construcción de una mejor sociedad y de cambiar para otros las condiciones de desigualdad que él mismo experimentó en su niñez.
A los 24 años de edad fue el primer presidente en Aguascalientes de Convergencia, partido por el que llegó a ser diputado local, uno de los más jóvenes en la historia de Aguascalientes.
Su relativa corta edad en comparación el resto de los legisladores no fue impedimento para que Vicente tuviera un desempeño sobresaliente como representante ciudadano y Presidente de la Comisión de la Juventud en el Congreso del Estado durante la LX Legislatura.
Un estudio de la Universidad Autónoma lo colocó como el mejor diputado, con base en indicadores como asistencia, tiempo en tribuna, gestiones, iniciativas presentadas y puntos de acuerdo.
Posteriormente fue regidor en el Ayuntamiento de Aguascalientes, ocupando la presidencia de la Comisión de Seguridad Pública, en la que trabajó fuertemente en promover acciones para disminuir la incidencia de delitos y de accidentes en la vía pública, además de implementar medidas inéditas que mejoraron las condiciones de trabajo de los elementos policiacos.
Aunque su carrera continuó como presidente local de Movimiento Ciudadano, Vicente estaba convencido de que ese instituto político no estaba cumpliendo su propósito de trabajar a favor de los ciudadanos; por el contrario, se había convertido en un partido más que respondía a intereses de un Comité Ejecutivo Nacional, alejado de las verdaderas necesidades e inquietudes de los aguascalentenses.
Vicente decidió entonces emprender un proyecto verdaderamente ciudadano, junto con personas con la misma inquietud e ímpetu para transformar la política tradicional en beneficio de la gente, sirviendo a Aguascalientes y a nadie más.
Hoy, como candidato a Presidente Municipal, Vicente tiene un plan para cambiar el rumbo de Aguascalientes con principios y propuestas que responden a la realidad del municipio, enfatizando la atención a quienes durante mucho tiempo han sufrido el olvido y la discriminación de los gobiernos locales.
Para Vicente la meta es clara: consolidar una propuesta ciudadana que fortalezca la democracia en Aguascalientes. Un reto enorme que muchos otros optarían por dejar a un lado, pero no él. Con el entusiasmo, entrega y disciplina que le identifican desde pequeño, Vicente Pérez Almanza, aguascalentense orgulloso de sus raíces, está convencido que convertirá una meta más, en un logro que genere bien para los demás.