En junio de 1986, un grupo de empresarios hidrocálidos observó la necesidad de crear una universidad privada en Aguascalientes, que tuviera presencia internacional y que fuera líder y formadora de personas con base en los valores morales universales.
Tras tres años de trabajo continuo, en agosto de 1989 nació la Universidad Bonaterra (hoy Universidad Panamericana Campus Bonaterra), de la que el Mtro. José Romo Saucedo sería rector fundador.
Durante el tiempo en que se fraguó el proyecto, el grupo de empresarios se abocó a la concepción del modelo educativo de la nueva casa de estudios, la cual se cimentaría en cuatro grandes pilares.
El primer pilar era el desarrollo de planes y programas de estudio que garantizaran la formación de extraordinarios profesionistas con una calidad moral intachable. Aunado a esto, lograron alianzas con diversas instituciones nacionales e internacionales, como la Universidad Panamericana y la Universidad de Texas en Austin.
El segundo eje eran los profesores. El equipo se dio a la tarea de concentrar la mejor plantilla de catedráticos de la entidad y la región. Romo Saucedo recuerda incluso cómo muchos de ellos dieron clases gratis, porque “lo que más les importaba era brindar sus conocimientos a la institución”.
El tercer pilar eran los alumnos. “No podíamos sacrificar talento por recursos financieros”, refiere. El grupo de empresarios recorrió el estado y la región para ofrecer becas de excelencia a los tres mejores estudiantes de cada preparatoria que visitaron. También ofrecieron distintos tipos de crédito educativo y becas.
El cuarto eje eran los recursos materiales y financieros necesarios para el funcionamiento de la institución. Éste fue uno de los obstáculos más difíciles de sortear. El primer año de vida, la Universidad Bonaterra se desarrolló en una hacienda en Ojocaliente, prestada por Enrique Pasillas Escobedo, porque no había sede aún.
Posteriormente, se mudó a un terreno donado por el ingeniero Carlos Salas Luján, sitio donde actualmente se ubica la Universidad Panamericana. El campus se consolidó gracias a la aportación generosa de empresarios del estado y la región.
“Fue un proyecto muy oportuno y muy apoyado por todo Aguascalientes. Nosotros le llamamos la universidad de la fe, porque requerimos que los profesores, los alumnos y las familias aguascalentenses creyeran en una institución que aún no existía, que ni edificios tenía», recuerda visiblemente emocionado su rector fundador, José Romo Saucedo.