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El oro verde del Vince Lombardi

La edición 54 del evento de fútbol americano más importante en el mundo ya está aquí. Y los aficionados ya están ansiosos por saber quién será el ganador del emocionante encuentro entre los «Chiefs» de Kansas City y los «49ers» de San Francisco.

Pero en justa deportiva no sólo estará en juego el codiciado y mítico trofeo Vince Lombardi, sino que, además, uno de los subsectores agrícolas más importantes del país entrará de nuevo a la cancha para lograr mantener sus ingresos y posicionarse como el alimento más emblemático del emparrillado.

Sí, hablamos del aguacate mexicano, esa fruta que en su forma de guacamole se ha vuelto todo un clásico entre los aficionados del emparrillado; no por nada, según la Asociación de Productores y Empacadores Exportadores de Aguacate de México (APEAM), se exportaron 120 mil toneladas de aguacate exclusivamente para el pasado Súper Tazón.

Un cliente fiel

Las  ventas de aguacate en Estados Unidos durante el Súper Bowl no son una casualidad, pues en el 2017, según el Atlas Agroalimentario de la SAGARPA y SIAP, cuatro de cada cinco dólares que México obtuvo en divisas por la venta de la palta, provinieron de Estados Unidos.

Por lo tanto, el monto económico que deriva de su venta externa lo ubica como el segundo producto mexicano que más divisas le genera al país, lo que ha contribuido a posicionar a nuestra nación como el primer productor mundial de esta fruta, siendo un referente de calidad y productividad a nivel internacional.

Del 2012 al 2017 el comercio exterior de dicha industria evolucionó de tal manera que pasó de los 609 millones de dólares (mdd) en ingresos a los 2 mil 961 mdd. Estas últimas cifras se han ido consolidando gracias a la tendencia nacional de producir alrededor de mil 997 toneladas de aguacate al año, pasando de mil 162 toneladas en el 2012 a 2 mil 30 en el 2017.

Por entidad federativa, Michoacán, Jalisco, México, Nayarit y Morelos son las entidades federativas con mayor volumen de cosecha, siendo el aguacate michoacano el que acapara casi todo el mercado de producción nacional al registrar aproximadamente un millón 565 mil 896 toneladas de esta fruta. No sorprende que más de 85% del aguacate mexicano exportado para el Súper Bowl provenga de Michoacán.

El aguacate hidrocálido

Aguascalientes ha encontrado en el aguacate una oportunidad para la reconversión productiva del campo, particularmente en el municipio de Calvillo, donde funge como complemento de su actividad principal: la producción de guayaba.

Este cultivo es factible sólo en este municipio del estado debido a las condiciones de microclima con las que cuenta, avaladas por el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP).

Desde el 2018 la Secretaría de Desarrollo Rural y Agroempresarial (SEDRAE) inició el Programa de Cultivo de Aguacate y pese a que el estado aún no figura en los primeros diez productores a nivel nacional, se tiene la meta de concebir alrededor de 52 mil kilogramos por año.

Para el establecimiento del cultivo, la SEDRAE, con una inversión de 1.8 millones de pesos,  apoyó otorgando plantas certificadas a 50 productores, dando un total de 36 mil plantas de aguacate para 90 hectáreas. La cifra podría incrementar ya que, según Rafael Velasco Díaz, presidente de Aguacateros Organizados de Calvillo, la llegada de este cultivo ha incentivado que cada vez más productores se sumen.

Las primeras plantaciones se establecieron en el mismo año, por lo que se estima que la cosecha esté lista en aproximadamente dos a cuatro años, dependiendo del desarrollo de cada huerta. La expectativa es lograr hasta tres floraciones de aguacate por año.

Para 2020, Aguascalientes quizá no exporte tanto aguacate como Michoacán, pero con el pasar del tiempo podría posicionarse como un productor alternativo, cuyos alcances lleguen a distintas partes del mundo. Y, por qué no, que este nuevo fruto hidrocálido llegue a las manos de algún aficionado al Súper Bowl… 

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