Antonio Martín del Campo
Chairman 02x y Venture Studio
El oráculo de Delfos fue un lugar sagrado construido al pie del monte Parnaso, en la antigua ciudad de Delfos, Grecia. Los ciudadanos acudían a él para preguntar al dios Apolo y a otras deidades sobre las cuestiones que los inquietaban: su vida, empresa o matrimonio. En el mundo empresarial de este siglo, los consejos consultivos y de administración que procuran los órganos institucionales, ayudan a las compañías a evitar problemas a la hora de tomar decisiones. Su asesoramiento puede ser un gran soporte para que el orden de la firma se mantenga durante largos periodos de tiempo, a pesar de fuerzas disruptivas como la competencia, la tecnología o la inestabilidad económica.
Estamos en vísperas de la cuarta revolución industrial, los modelos de negocios evolucionan rápidamente y los retos están a la orden del día, es aquí donde el pensamiento estratégico es crucial para la supervivencia de una empresa. Por eso, el impulso de un consejo consultivo o, mejor aún, de administración, es de vital importancia. Desafortunadamente, en muchos de los casos, estos no cuentan con un modelo claro para el desarrollo de roles estratégicos en la compañía que supervisan. Por un lado, hacen poco más que aprobar las decisiones del director general; por el otro, trabajan a partir de datos parciales e ignoran el contexto desde el cual se desempeña la organización. En general, carecen de claridad sobre su papel en la estrategia.
La evaluación y seguimiento estructurado de las responsabilidades estratégicas de los consejos deberían evolucionar para enfocar sus esfuerzos en el desarrollo de las nuevas ventajas competitivas que permitan la sustentabilidad de la firma a largo plazo. El 2016 Board Practices Report, realizado por Deloitte, revela que los consejos eficaces encuentran el equilibrio adecuado por medio de la entrega de la dirección estratégica y la garantía de una supervisión efectiva; sin embargo, el estudio muestra que la mayoría de los tableros de control aún se quedan cortos: más de una cuarta parte de los 1,119 directores que participaron en el sondeo dijeron que las decisiones y actividades de su consejo sólo tienen un impacto de moderado a bajo en la escala de creación de valor a largo plazo.
Hay que tener en cuenta que, más allá de las funciones de liderazgo, los consejos deben desempeñar labores que se adapten a la cultura organizacional, sus normas y requisitos legales, así como a los preceptos de la industria. Es importante que su rol coincida con las necesidades estratégicas de la empresa, de acuerdo a su tamaño y al estado de su sector. Las principales ventajas de contar con ellos son:
1) La definición de la estrategia
La mayoría de las compañías convocan reuniones y retiros de planeación estratégica en los últimos tres meses del año. Aquí se sientan los planes del equipo directivo. Un consejo adecuado se asegura que tanto directores como gerentes contribuyan al desarrollo de la estrategia. Generar un sentido de pertenencia en la organización es importante para que todos los niveles trabajen con la misma dedicación. Una vez lista la estrategia, el consejo hace hincapié en sus principales elementos.
2) El C-Suite (los directores)
El consejo debe tener un papel clave en la selección, el desarrollo, la evaluación y la planificación de la sucesión del equipo ejecutivo. Según la investigación mencionada, las principales empresas de capital privado consideran que su participación en la creación del equipo directivo es una prioridad y un factor clave para generar valor en el mercado.
3) La consecución de resultados y los incentivos
La supervisión en la ejecución de la estrategia por parte del director general es una de las tareas fundamentales del consejo, no sólo se trata de evaluar y premiar mediante la autorización de incentivos, sino que el acompañamiento del comité directivo resulta un aliciente para alcanzar las metas propuestas.
4) La viabilidad de las finanzas
Un buen líder entiende que todos los negocios son financieros y hace un gran énfasis en el desarrollo de la estrategia desde el punto de vista de la sustentabilidad del propio negocio y la medición de los indicadores clave.
En resumen, los consejos comprometidos pueden ser de gran apoyo para la administración y para los directores que se sirven de ellos; el estudio referido sugiere que no sólo hay mayor efectividad, sino también mayor satisfacción. No sustituyen al oráculo de Delfos, pues no conocen el futuro; pero aun así, con el trabajo adecuado y la información precisa, pueden garantizarlo.
La imagen del llanero solitario está acabada, es necesario integrar al grupo directivo dentro de las decisiones, delegar funciones conforme la empresa crece y se desarrolla. El consejo consultivo da paso al de administración, ambas herramientas forman y desarrollan una mentalidad común dentro de la compañía, basada en una estrategia y la consecución de resultados como equipo: ganar = ganar.