Video: Alejandra Ulloa
El paso del Cometa Halley por el país en 1910, fue el pretexto perfecto para que el grabador mexicano José Guadalupe Posada expusiera a través de 3 grabados una crítica a los festejos por el Centenario del inicio de la Independencia de México organizado por el Gobierno del General Porfirio Díaz.
Cuando la prensa de la época dio a conocer la noticia de que este cometa pasaría cerca de la tierra, los desconcertados pobladores impactados por lo increíble y desconocido del fenómeno astronómico, confirieron a “Halley” (nombrado así por el astrónomo inglés Edmond Halley) poderes sobrenaturales.
Para algunos, su paso por la tierra significaría incendios masivos por las ciudades provocando suicidios en algunos sectores poblacionales, otros creían que morirían envenenados por los gases que despidiera el astro, o que se trataba del designio divino que marcaba la preservación del régimen porfirista y la exaltación de los festejos por la festividad.
La obra representa a un grupo de ciudadanos de diferentes clases sociales que, en una escena nocturna observan consternados el paso de Halley, con las manos en alto, algunos tratan de encontrar un refugio en la ciudad. En el cielo se aprecia la luna burlándose de la desesperanzada población a espera de que el deformado cometa impacte la ciudad.
Además de la importancia que tiene la representación del histórico suceso como documento teórico, la obra aporta un contenido crítico de relevancia social sobre la situación vivida en la época.
“La masa campesina de huaraches y sombrero de petate ha huido, no participa, no quiere destrucción, ni rabia, ni venganza… sólo quiere paz y derechos. En la parte inferior se ejerce un diálogo muy interesante entre la Tierra, el Cometa y la Luna en un paralelo metafórico del régimen porfirista que va a perder poderío y filas en pro de la Revolución que Posada recoge, en un sentido profético. Ésta, se presentaba como una amenaza al status de la aristocracia y las clases acomodadas ligadas al poder de Díaz que tendrían que marcharse del país para asegurar su integridad física y económica”, profundizan María de las Nieves Rodríguez y Méndez de Lozada, articulistas de la UNAM.
Los escombros de Halley en 2016.
Han pasado ya 30 años desde la última aparición del cometa Halley en 1986, y aunque no se verá hasta el 2071, cada año se puede revivir un poco de la historia de este astro al atravesar los escombros que dejó a su paso sobre la órbita terrestre. Cuando la atmósfera entra en contacto con dichos restos, estos se consumen en fuego provocando la lluvia de meteoros conocida como “Eta Acuáridas” por la estrella de mismo nombre que es el punto de donde parecen provenir los meteoros en la constelación de acuario.
El viernes 6 y el sábado 7 de mayo se podrá observar este espectáculo luminoso para lo cual se recomienda instalarse después de las 12 de la noche en un lugar aislado de las luces de la ciudad preferentemente al oriente.
De acuerdo con el planetarista y divulgador astronómico Julien Potiere, la cantidad máxima de meteoros por hora sería de 30 si el radiante se ubicara en el cenit, cosa que según mencionó, no ocurrirá.