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El mercado aéreo afectado por el conflicto entre Rusia y Ucrania

Quienes han estado pendientes de los movimientos del mercado de valores en Estados Unidos y Europa, han observado que, aparte del valle profundo en el que han caído las grandes empresas rusas y del descenso en valor del rublo, la moneda rusa (la cual podemos consultar en los gráficos de MetaTrader 4), las empresas que pertenecen al sector de la aviación se encuentran en franca crisis nuevamente.

Tal parece que esta no es precisamente una buena época para los vuelos comerciales: en 2020 fue el COVID-19, y en 2022 un conflicto entre dos países vecinos. La gran mayoría de los países han prohibido los vuelos en dirección a la potencia invasora, además de aplicar muchos paquetes de sanciones que afectan directa e indirectamente a la aviación comercial. Además, los conflictos armados suelen desincentivar los viajes por aire en países aledaños, esto incluye, por supuesto, a Rusia, Ucrania y a la mayoría de los países fronterizos (como Bielorrusia y Moldavia).

El encarecimiento del precio del combustible

Uno de los efectos directos de la guerra en Ucrania emula los efectos de la guerra que libró en su día Estados Unidos en Afganistán e Irak: el encarecimiento de los precios del petróleo. Algo que la OPEP no ha logrado revertir hasta ahora, ni siquiera dar esperanzas a los países importadores de petróleo de que los precios volverían a reducirse.

Con el barril de petróleo orbitando los $110 por barril, también han crecido los precios de combustibles refinados, incluyendo la gasolina y el combustible de avión. Esto conlleva un mayor gasto por parte de las aeronáuticas para mantener abastecidos sus pájaros. En última instancia, obligaría a que el precio del ticket aéreo se encareciera, desincentivando aún más el turismo y los viajes.

Las consecuencias internacionales de la guerra en Ucrania se sienten especialmente potentes en Europa, pero lo peor no ha llegado aún. Los precios no se han acercado siguiera a los máximos a los que llegarán, ni en Europa, ni en los Estados Unidos, donde se registró una fuerte alza en la inflación.

Una crisis tras otra

La industria aeronáutica y los viajes han sido los negocios que peor han recibido ambas instancias de crisis. La primera, provocada por la pandemia, obligó a los usuarios a permanecer en casa y a los aviones a permanecer en tierra. Con ello, les produjo pérdidas incalculables a todas las empresas que componen la industria.

Luego de haber superado la crisis por COVID, se había producido un repunte en los vuelos comerciales, aunque con aforo reducido y con estrictas medidas de bioseguridad, solo para nuevamente entrar en una crisis producto. Esta vez una nueva guerra en Europa continúa escalando y amenazando la estabilidad de la región.

Solo el tiempo dirá si esta crisis encontrará una vía de escape y cuáles serán las últimas consecuencias para la industria de la aviación comercial, los viajes internacionales en Europa y el mundo occidental.

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