Al Aire Libre
El pan de cazador, es un pan muy crujiente y rico que por tradición en el Movimiento Scout, se prepara en los campamentos de una forma sumamente sencilla (pues no se requiere siquiera de utensilios) para disfrutar por las noches junto a los amigos al calor de una fogata por cierto, con bastantes brazas.
Aunque escuchar la palabra “pan” podría asustarnos un poco, su elaboración como decimos es bastante fácil, incluso para aquellos que no saben cocinar.
Aquí los ingredientes, por porción individual:
- Harina de trigo
- Agua
- Polvo para hornear (Royal)
- Sal
- Azúcar
- Una varita de árbol
Preparación:
Como se supone estaremos en el campo, busca alguna loza o piedra para hacer la mezcla. Si llevaras contigo un plato aprovéchalo pues se trata de contar con un espacio para amasarla, evitando la presencia de piedritas o basuritas de árbol; finalmente, si no se te presentaran las anteriores situaciones, puedes extender una bolsa de polietileno (o de ese tipo, como las que dan en los supermercados) y sobre ella hacer la preparación, recordando traerla de regreso para desecharla en un lugar adecuado. Como nota, considerando que no habrá utensilios, hay que lavar muy bien nuestras manos antes de comenzar.
Pues bien, procedemos a mezclar la harina (dos puños, aproximadamente) y un chorrito de agua, formando una masa consistente (que no quede muy aguada). Agregamos una pizca de Royal y un poquito de sal o azúcar; mezclamos nuevamente todo lo anterior, y ya que está integrado, estiramos la masa, imitando la forma de un churro.
Posteriormente, la colocamos en forma de espiral abierto alrededor de la vara, (a la que puedes untar harina o aceite para que no se pegue), preferente de árbol frutal, pues en el caso del pino, por ejemplo, se liberaría la resina que contiene dejando un sabor muy fuerte y un tanto desagradable. Hay quienes la descortezan para dar mejor sabor, pero es opcional.
Ya con nuestro “bastón” listo, lo ponemos sobre las brazas de la fogata o sobre llamas pequeñas, cuidando que el fuego no toque directamente el pan pues podría tostarlo demasiado, o dejarlo quemado por fuera y crudo por dentro. Asimismo, se gira constantemente, buscando dar una cocción uniforme; para saber si está listo, introduce una astilla de madera y si ésta sale sin adherencias, está bien cocido. Será normal que la masa se infle un poco, y que tome un apetitoso tono dorado.
Si deseas puedes espolvorearle azúcar, canela, o mermelada para darle un mayor sabor a postre; o cacahuates y nueces para hacerlo más calórico, algo necesario en las travesías largas; si no, de todas formas es delicioso.
¡Buen provecho!