Por Osvaldo González y Eugenio Herrera/Líder Empresarial
La historia del nombre de este municipio no tiene mucho misterio: es la única región de Aguascalientes en la que existe un llano. Aunque en el imaginario colectivo la asociación de ideas sea inevitable, El Llano tiene poco de solitario.
Salpicado de pequeñas comunidades que pueblan el paisaje semidesértico de la zona, el municipio cuenta con un total de 20,245 pobladores. Su cabecera es Palo Alto, que se encuentra sobre la antigua construcción de una hacienda que perteneció, como muchas otras, a la familia Rincón Gallardo.
El resto de las poblaciones no supera los mil habitantes: Agua de Crucitas tiene 801; Los Conos, 788; Santa Rosa, 763; y La Luz, 693.
El Llano se percibe como un poblado aún joven –fue declarado oficialmente municipio en 1992–; pero con mucha historia. Sus habitantes se apasionan por relatar los sucesos que construyeron lo que hoy es su localidad y describir la riqueza que tienen sus espacios naturales. Estos dos elementos comprenden parte importante de la filosofía del pueblo.
Plata y otros tesoros escondidos
Muchos años antes de que una división administrativa le otorgara fronteras y el título de municipio, en estas tierras ya se estaban escribiendo capítulos de la historia de México. A mediados del siglo XVI, se construyó un camino conocido como la Ruta de la Plata, por donde se trasladaban las riquezas del Virreinato. Según historiadores del pueblo, El Llano fue uno de los territorios que se conectó a ese recorrido que iba de Zacatecas a Ciudad de México.
Gracias a este acontecimiento, la localidad llanera fue nombrada Patrimonio Histórico de la Humanidad en 2006, aunque existen muchas más historias que podrían sustentar este título. Según algunas leyendas de la región, durante el siglo XIX uno de los maleantes más audaces del país se refugió en el poblado.
La figura de Juan Chávez (1831-1869), bandido conservador, ferviente católico que, según el historiador y colaborador de Líder Empresarial, Alejandro Basáñez, “asoló Aguascalientes con sus robos y abusos”, y que llegó a ser gobernador, está íntimamente ligada a la historia del municipio. Era hijo bastardo de Juan Dávalos, dueño de la Hacienda de Peñuelas, quien lo reconoció y apoyó; pero no le dio el prestigioso apellido. Según Basáñez, “se dice que su tesoro era tan grande que tuvo que ocultarlo en varias cuevas secretas en el Cerro de los Gallos y el Cerro del Muerto”, situados en Encarnación de Díaz (Jalisco) y Jesús María, respectivamente.
Pero los ancianos de El Llano tienen otra historia que contar. Ellos narran que el célebre bandolero enterró algunas de sus posesiones más preciadas en las profundidades de la Cueva de Los Chivos, cuando fue perseguido por las autoridades de la región. Varias personas han tratado de encontrarlas, ya que entre ellas hay joyas y pinturas rupestres.
Hace algunos años, un grupo de espeleólogos se dio a la tarea de desenterrar el mito, sin tener demasiado éxito. Después de haber excavado 200 metros dentro de la cueva señalada por los lugareños, los investigadores no lograron registrar evidencia suficiente para justificar la misión, por lo que el proyecto quedó abandonado. A pesar de esto, varios grupos de pobladores locales han afirmado haber descubierto evidencias históricas, aunque todavía no han confirmado su autenticidad.
¿Cómo es el desarrollo del municipio?
El clima árido de El Llano ha impedido que la ganadería sea una actividad económica importante; sin embargo, la agricultura sí logró consolidarse, por lo cual tiene un relevante impacto en la gastronomía, turismo, empleos y comercio.
Semillas como el frijol y el maíz han permitido que esta región tenga un buen aporte a la oferta del mercado nacional. A pesar de contar con poca agua, sus sistemas de riego han logrado que otros productos, como la uva y alfalfa, sean cultivados. Por su parte, la apicultura se ha constituido como una nueva apuesta que poco a poco gana terreno entre los pobladores.
En el camino hacia la industrialización
A pesar de no ser la fuente más importante de empleos, varias industrias han tenido incidencia en las oportunidades laborales de El Llano. Algunas empresas radicadas en Aguascalientes, como Wallenius Wilhelmsen Logistics, Sensata y Mex Q, suelen ofertar sus vacantes en el municipio.
Según Luis Enrique Ortiz, titular de la Secretaría de Desarrollo Económico en el municipio, estos corporativos han elegido el perfil de los llaneros debido a la demanda laboral que existe: “Son personas con pocos estudios, que se sienten atraídas por salir y trabajar en una empresa grande. Cuando los negocios buscan gente, siempre hay respuesta aquí”, explica el secretario.
A nivel regional, en El Llano hay pocas industrias consolidadas como una alternativa laboral. Según Ortiz, solo VIAM y TUBECO son las compañías mejor establecidas en el municipio, aunque ocupan menos personal que las empresas de la capital. “Ellos tienen muchos trabajadores, pero no son las que más ofertan; tenemos un poco más de incidencia con empresas de Aguascalientes, que ofrecen transporte y se llevan a trabajar a nuestros habitantes”.
VIAM fabrica tapetes para automóviles y es, por el momento, la única empresa que se ha instalado en el Parque Industrial del Llano, que según la web de Parques Industriales de Aguascalientes de gobierno del estado, aún tiene disponibles siete lotes más que llevan algunos años desocupados.
La compañía, de capital japonés, inició operaciones en 2013 con una inversión inicial de 490 millones de pesos. La planta, ubicada en el terreno principal del parque, cuenta con 21,000 metros cuadrados y contiene las áreas de armado, costura, ponchado, empaque y almacén que generan cerca de 300 empleos. Aunque su cliente natural es la planta de Nissan de Aguascalientes, también es proveedor de Mazda, Toyota, Honda, Chrysler y Volkswagen.
A pesar de esto, los llaneros han preferido otros sectores laborales por encima de la industria. La mayoría de los habitantes ha optado por el comercio interno como su principal actividad económica. Según el representante de Desarrollo Económico municipal, los supermercados, tiendas de abarrotes, farmacias, entre otros pequeños negocios, son la principal fuente de trabajo en El Llano.
Llaneros del “otro lado”
Ante un panorama sin demasiadas oportunidades laborales, muchos de los pobladores de El Llano han decidido emigrar a los Estados Unidos en busca de una mejor vida. Según José Luis Vázquez, cronista del municipio, “la gran mayoría de los adolescentes de secundaria abandona sus estudios en busca del sueño americano y con el fin de alcanzar a otros familiares que emigraron”.
Normalmente, su destino es Florida; aunque también llegan a otros puntos de EUA, como es el caso de Ligonier, una ciudad ubicada en el condado de Noble (Elkhart), en el estado de Indiana. En el censo de 2010, la localidad tenía 4,405 habitantes y una densidad poblacional de 736 personas por kilómetro cuadrado. Del total de su población, el 51.53 por ciento son hispanos o latinos.
En Ligonier, se asientan muchos miembros de familias originarias de El Llano, particularmente de las comunidades de Santa Rosa y Los Azulitos, que inicialmente se mudaron para trabajar en la fabricación de campers para carga y turismo, los cuales son una tradición en dicha ciudad estadounidense. Ahí, los originarios de Aguascalientes han estado desarrollando redes sociales desde hace décadas y cuentan con establecimientos propios donde pueden comerciar productos mexicanos y convivir entre familiares y amigos.
Si existe un municipio “hermano” de El Llano en la Unión Americana es el condado de Elkhart, donde se puede encontrar hasta un restaurante que asegura ser especialista en antojitos de Aguascalientes, y que funge como punto de reunión de migrantes.
La salida de tantos llaneros hacia Estados Unidos ha resultado desfavorable para el municipio, ya que su economía interna se ha descuidado con el paso del tiempo. Ante ello, las nuevas generaciones están buscando mejores opciones laborales; sin embargo, las largas distancias que deben recorrer para encontrar ofertas profesionales se volvieron una traba constante.
Por esta razón, han surgido instituciones educativas cuyo objetivo principal es impulsar a las nuevas generaciones. Aplicando un sistema académico que involucra conocimientos sobre sectores productivos, nuevas tecnologías y globalización a través del idioma, instituciones como la Universidad Tecnológica El Retoño y el Instituto Tecnológico de El Llano han implementado una nueva apuesta en pro del crecimiento municipal, lo cual poco a poco comienza a rendir frutos.
Un municipio con apego a lo tradicional
Una visita a El Llano tiene una tarea obligada: probar los condoches, el platillo más tradicional de la localidad, que también se prepara en San Luis Potosí y Zacatecas. Son gorditas de maíz hechas al horno con relleno dulce o salado que pueden acompañarse con frutos o pasas, así como con chicharrón y otros guisados.
El impacto de este alimento típico fue tal que afectó incluso la forma de fincar las casas, ya que en su mayoría fueron construidas con el horno especial en el que se cocinan los condoches.
Dentro de sus tradiciones, las charreadas son el principal elemento folclórico. Los eventos más importantes se realizan durante las celebraciones patronales religiosas y en la Feria de El Llano, la cual se conmemora durante el periodo de las fiestas revolucionarias. Además de esto, el municipio ha adoptado al águila real como su animal distintivo, contando desde hace algunos años con una reserva natural protegida para esa especie.
Las sorpresas de la fauna de El Llano
La poca vegetación y escasez del agua han impedido que exista una gran diversidad de especies en el municipio. No obstante, su clima árido ha permitido el desarrollo de algunos animales, los cuales se han refugiado ahí para sobrevivir.
Algunas aves, anfibios y reptiles habitan esta zona debido a las características del territorio. El águila real es la especie más importante que El Llano alberga. Por veinte años, esta mítica ave se ha adaptado a las condiciones de la Serranía Juan Grande, donde se estableció una reserva natural para su estudio y cuidado desde 2006. Tenoch, El Llanero (originaria de El Llano) fue la historia más reciente de un águila liberada en nuestro país.
El ave se instaló hace algunos meses en el Ejido Las Negritas de Asientos, después de haber sido encontrada en malas condiciones en San Felipe, Guanajuato. En búsqueda de seguir rescatando la especie, El Llanero fue asistido por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) y se convirtió en el quinto ejemplar liberado en el país, donde existen 120 parejas de águilas y 317 nidos registrados.
Según el biólogo Gustavo Quintero, uno de los nidos que por más tiempo se ha estudiado en México se encuentra en el municipio de El Llano y por medio de él, se han hecho grandes aportes a la ciencia, ya que el águila es un animal con riesgo de extinción: “Por más de 20 años, se han albergado águilas aquí. La pareja se ha reproducido año tras año bajo las mejores condiciones, ya que los mismos habitantes se han preocupado por cuidar de la especie”, refiere Quintero, también director del Parque Rodolfo Landeros.
Además, gracias a las investigaciones acerca de esta ave, se encontró una especie nunca antes vista en la región y que se consideraba extinta: la lagartija de pastizales de Goldman.
Este reptil habitaba en los territorios de Nuevo León, Coahuila y San Luis Potosí hace sesenta años; pero desapareció debido a la actividad ganadera y agrícola de esas regiones. Los terrenos áridos en donde estas lagartijas habitaban se comenzaron a utilizar para el sector agropecuario, por lo que con el paso del tiempo se perdió el registro de su existencia.
Hace algunos meses, se descubrió que esa especie aún vivía –y abundaba– en la región de “La Mesa” en El Llano. Esto fue un parteaguas para generar una fuerte divulgación científica en Aguascalientes, ya que la información que existía era poca y había sido realizada únicamente por investigadores americanos.
Ahora, esta clase de reptiles está siendo analizada en el estado, desde aspectos como su reproducción vivípara (diferente a la de la mayoría de los reptiles) hasta el tamaño de su población a través del uso de transmisores. Esta información fue publicada en la Revista Mexicana de Biodiversidad en diciembre pasado y será difundida en otros medios internacionales durante los próximos meses.