¿Qué necesita una empresa familiar japonesa con planes de expandirse a India y EUA? ¿ Y un negocio hidrocálido que quiere pasar de micro a mediano? Lo mismo.
Eso fue lo que descubrió el director de la Escuela de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad Panamericana Campus Bonaterra. Mientras trabajaba en el rediseño de los seis planes de estudio a su cargo, Santiago Reinoso visitó organizaciones de todo tipo en México para conocer qué requería el mundo empresarial.
Por medio de este ejercicio se dio cuenta de que, independientemente de su tamaño y alcance, las compañías necesitan perfiles que cubran cinco habilidades: respuesta a las exigencias, pensamiento estratégico, visión global, adaptabilidad y capacidad de networking.
Aunque los programas de todas las carreras ya incluían actividades que desarrollaban esas competencias, Reinoso Velasteguí las incorporó con mayor énfasis en las seis licenciaturas de Ciencias Económicas y Empresariales.
- Exigencia académica: “se trata de una exigencia cariñosa, orientada”, dice el director. El grado académico de los docentes es, de por sí, una exigencia intelectual para el alumnado. Además, las reglas de la UP fomentan la puntualidad y el trabajo en equipo, imprescindibles en el ámbito laboral.
- Pensamiento estratégico: Reinoso lo describe como la habilidad que “nos permite diseñar el futuro al cual queremos llegar”. Los estudiantes aprenden a desarrollar, modificar y adaptar modelos de negocio, creando el futuro de la compañía y su propio futuro dentro de ella.
- Visión global: de la empresa y la cultura. “Que veamos el negocio en un contexto mundial: nuestros clientes, competidores, proveedores. Nuestros potenciales clientes no son los vecinos del barrio, sino que están en alguna parte del mundo… Esto implica una adecuación a las distintas realidades económicas, sociales, políticas de los lugares donde se podrían consumir nuestros productos”, explica.
- Adaptabilidad: la universidad forma a quienes van a ocupar los cargos de liderazgo. A través de concursos internacionales en otros idiomas, los alumnos conocen distintas realidades económicas, políticas y socioculturales.
- Networking: otro de los objetivos y consecuencias de la participación en certámenes internacionales es que varios estudiantes sean invitados a estudiar posgrados, participar en otros eventos o incorporarse a empresas e instituciones en el extranjero. Con ello, la UP se suma a una gran red de contactos.
Junto con el fomento a la excelencia humana, los egresados adquieren y aplican estas habilidades a cualquiera de las cuatro salidas profesionales que la UP les plantea:
“Primera, ser reclutados por compañías de cualquier parte del mundo para cargos ejecutivos; segunda, ser aceptados en los programas de posgrado de las mejores universidades del mundo; tercera, ser capaces de generar empleos; y cuarta, quizás en menor proporción, desarrollarse como investigadores de alto nivel”, menciona Santiago Reinoso.