En 1992, una adolescente canadiense llamada Severn Suzuki pronunció un discurso en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo, «The Earth Summit», celebrada en Río de Janeiro. La rotundidad de sus palabras, en lo que fue un llamamiento desesperado en pro del cuidado del medio ambiente y una exhortación a las naciones a conducirse a través de un desarrollo sustentable, hizo que la nombraran: “La niña que silenció al mundo”.
Casi 30 años después de su alegato, se puede concluir que las palabras de Severn Suzuki, como tantas otras proferidas por ecologistas, ambientalistas, investigadores y organismos, siguen teniendo una vigencia alarmante.
“Ya en 1987, a través del Informe Brundtland, se alertó de que nos enfrentábamos a una crisis medio ambiental. Y no se ha hecho nada”, pronuncia Humberto Tenorio, de Conciencia Ecológica de Aguascalientes. El especialista lamenta que las naciones y los gobiernos se comprometan a actuar, pero no emprendan acciones significativas.
“No hay voluntad política”, sentencian lacónicamente Guadalupe Castorena, del Colegio de Biólogos de Aguascalientes, y Karen Rosales, del Instituto Mexicano de Estudios Pedagógicos.
Los ambientalistas ponen como ejemplo la salida de Estados Unidos del Acuerdo de París, convenio en el que los 195 países firmantes se comprometen a adoptar medidas para reducir la emisión de gases de efecto invernadero. El presidente de la nación norteamericana ha sostenido un posicionamiento negacionista en cuanto al deterioro del medio ambiente y hasta ha llegado a desmentir el cambio climático.
Días atrás, Climate Action Network y Sandbag alertaron a través de un informe que once países de la Unión Europea todavía se muestran reticentes a eliminar, para el 2030, el uso de carbón para producir electricidad, compromiso al cual se adhirieron en la rúbrica del acuerdo parisino. Un panorama poco alentador, refirieron las organizaciones.
La falta de estrategias y acciones para combatir los problemas ambientales también causan estragos en la economía de las naciones y en la salud de sus habitantes Un estudio hecho por la revista médica The Lancet calculó que el costo económico de la contaminación alcanzó los 4.6 billones de dólares en 2018, el equivalente al 6.2 por ciento de la riqueza mundial. Además, estimó que la polución causó la muerte de nueve millones de personas en 2015, lo cual representó el 16 por ciento de las defunciones en todo el planeta.
En México, el INEGI determinó que en 2016 el impacto de la contaminación fue de 925,326 millones de pesos, correspondiente al 4.6 por ciento del PIB en el país. El organismo explicó que la principal causa de las pérdidas económicas fueron las emisiones contaminantes al aire provenientes de vehículos motorizados.
Estos no son los únicos reflejos del deterioro del medio ambiente que sufre el mundo. Un informe de la ONU, elaborado por científicos de 50 países, alerta que el planeta se enfrenta a una sexta extinción masiva de especies, derivada de la deforestación, la sobrepesca y el cambio climático, principalmente.
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza enlista 27,000 especies en peligro de extinción, lo cual equivale al 27 por ciento del total de especies que conocemos hasta ahora. México lidera la lista de naciones con mayor número de especies en peligro de extinción, con 665 (71 aves, 96 mamíferos, 98 reptiles, 181 peces y 219 anfibios). El análisis refiere que esto se debe a la deforestación masiva emprendida por el país, la cual tiene como objetivo usar la tierra para la agricultura.
«No hay vuelta atrás», apunta Tenorio. «Aunque pensemos que en Aguascalientes la situación está bien únicamente porque no ves el cielo negro como en la CDMX o porque los tsunamis nos quedan lejísimos, no significa que estemos en buen camino. La gente tiene que entender que lo que pasa a nivel mundial invariablemente nos va a afectar a nivel local», sostiene Rosales.
¿Cómo enfrenta Aguascalientes estos problemas?
“No puede haber desarrollo sustentable, si el desarrollo económico y social no tienen un enfoque ambiental”. Es una de las filosofías que resume la visión de la Secretaría de Sustentabilidad, Medio Ambiente y Agua (SSMAA).
En este tenor, el titular de la dependencia, Alfredo Alonso Ruiz Esparza, explica que debe de haber una transversalidad en los temas ambientales que involucre la participación de las otras secretarías, el sector productivo y la población en general.
«Para lograr realmente las grandes transformaciones y aspirar a mejorar la calidad de vida, es necesario un trabajo muy coordinado […] Cuando existe una empatía y una sinergia en temas económicos, sociales y ambientales, se generan proyectos equitativos, equilibrados; y es [en ese momento] cuando encontramos la sustentabilidad”.
Por ejemplo, dice el secretario, la implementación del proyecto de movilidad #YoVoy, que significó la entrada de 55 nuevas unidades de transporte público, evitará la emisión de mil toneladas de contaminantes al año al ser camiones urbanos que funcionan con gas natural. Este nuevo modelo de movilidad trae consigo beneficios no sólo ambientales, como los ya dichos, sino también sociales, pues son vehículos más dignos que consideran a la población discapacitada, con espacios especiales dentro del autobús y acceso de rampa mecánica.
Temas urgentes: Aire y agua
Ruiz Esparza expone que hay varios temas prioritarios en la agenda de la SSMAA. Uno de ellos es la calidad del aire. Tras desmentir categóricamente los reportes de organismos no oficiales, que cifraban los niveles en 800 puntos IMECA (“es absurdo”, dijo), menciona que el nivel más alto registrado en la entidad en los últimos días se posicionó en los 92 puntos, aún dentro de la norma ambiental.
El funcionario observó que el problema del aire se debe, principalmente, al uso intensivo de vehículos particulares, que en el estado ha tenido un crecimiento de 8.8 por ciento. «Por eso, promovemos el uso de medios no motorizados o el uso del transporte público antes que el vehículo particular. Si no es posible, pues que sea un vehículo verificado, afinado».
Otro tema urgente es el cuidado del agua. Indica que Aguascalientes es una entidad semidesértica, en la que hay escasez del vital líquido y en la que sus cinco mantos acuíferos están sobreexplotados. Por ello, exhortó a la ciudadanía hidrocálida y a los sectores productivos a ahorrar y hacer más eficiente el uso del agua.