Pocos investigadores dominan con tanta profundidad y rigurosidad la transformación demográfica que ha experimentado Aguascalientes en las últimas décadas como Eugenio Herrera Nuño.
Jalisciense de nacimiento e hidrocálido por adopción, a lo largo de 40 años se ha desempeñado en el servicio público. A partir de políticas públicas ha generado programas sociales de diversas índoles: durante 15 años fue secretario técnico del Consejo Estatal de Población de Aguascalientes; a su vez, es miembro fundador de INTERVIVE A.C. y del Observatorio Ciudadano: Aguascalientes Cómo Vamos.
Más recientemente, desde hace algunos años, su tradicional columna “El Apunte”, un compilado de interpretaciones de fenómenos demográficos, se comparte de manera semanal en diferentes medios del estado.
Pero no siempre fue así para Eugenio. No fue sino hasta cuando cumplió 28 años, y ya con varios proyectos bajo el brazo, que comenzó la carrera de Sociología en la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA).
De abuelo y padre sastres, ninguno de sus hermanos ni él mismo aprendieron el oficio. Al contrario, al fallecer su progenitor (cuando Eugenio tenía tan solo 17 años), utilizó sus conocimientos de la carrera corta en tecnólogo en electrotecnia para obtener un trabajo en el metro de la Ciudad de México. Ahí comenzó en los trabajos de mantenimiento hasta convertirse en conductor de trenes.
El espíritu de la época y su inquietud social lo llevaron a unirse al Sindicato Nacional de Trabajadores del Sistema de Transporte Colectivo, donde rápidamente se unió a marchas y movimientos populares que le ganaron el despido.
Su ímpetu no terminó ahí, pues canalizó su inquietud social en las instituciones. En la capital, también fue subdirector de prensa de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y, a lo largo de 11 años, fue investigador invitado en los seminarios de entidades federativas a cargo de la UNESCO y la propia UNAM.
Con la necesidad de darle otro sentido a su experiencia, decidió entrar a la carrera de sociología; así inició una fructífera relación con Aguascalientes que duraría más de 40 años.
Con otros estudios bajo el brazo —como un doctorado en Investigación para el Desarrollo Social y otro más en Docencia e Investigación por el international Council for Open and Distance Education (ICDE) y la UNESCO—, entre algunos de sus proyectos en el servicio público está la dirección del Programa Solidaridad, una iniciativa para incrementar la cobertura de servicios básicos. Además, fundó la Oficina de Atención a Migrantes y Familiares (OFAM).
Ahora como secretario técnico para la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Aguascalientes, Eugenio comenta que sigue siendo un entusiasta de la operación de programas sociales.
“Me sigue apasionando mucho la operación de programas, la concertación con actores relevantes. Lo mío ha sido concordar programas con la gente, involucrarla, que ponga su empeño en su propio desarrollo”, concluye.