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El hombre detrás de la planta cervecera más grande del mundo

En alguna ocasión, Satya Nadella, el visionario que recondujo a Microsoft a la cima y uno de los CEO más queridos del planeta (Glassdoor), compartió los mantras que lo han llevado al éxito. Entre las recomendaciones que brindó al público que lo escuchaba, el empresario indio-estadounidense pronunció:

“Sean apasionados y audaces. Siempre sigan aprendiendo. Dejarán de hacer cosas útiles si no aprenden”. Un mensaje conciso que invita al oyente a desarrollar una sed insaciable de conocimiento que lo encamine a un proceso constante de enseñanza y preparación que le sirva para hacer frente a los desafíos profesionales que la actualidad laboral y económica plantean hoy en día. 

Puede ser que nunca haya leído las palabras que el CEO de Microsoft profirió, pero la carrera profesional de Rafael Eduardo Sánchez Galván es la personificación de la frase Satya Nadella: un ejemplo de  aprendizaje continuo el cual, sumado a un deseo férreo de superación, lo han conducido a ser gerente general de Cervecera de Zacatecas Anheuser-Busch InBev – Grupo Modelo,  la planta cervecera más grande del mundo.

Fincando un sueño

Tras egresar de la carrera de Ingeniería en Electrónica por el Instituto Tecnológico La Laguna, el oriundo de Coahuila siempre tuvo claro que quería trabajar en la industria, pero nunca se imaginó que  tras unirse a las filas de Cervecería Modelo de Torreón en 1996, desarrollaría una fascinación por el sector cervecero de una manera tan rápida. 

Me enamoré de la forma en cómo se lleva la elaboración de una cerveza, porque no es una maquiladora. Es una industria donde hay procesos de todo tipo”, recuerda Rafael.

El ingeniero comenzó su carrera en la empresa siendo el encargado del área de Automatización de Procesos.  Sánchez Galván creyó fervientemente en que si iba a ser un ingeniero en electrónica, tenía que ser el mejor ingeniero en electrónica. “Ese ha sido mi lema toda la vida: ser el mejor en todo lo que esté por hacer”, confiesa.

No obstante, conforme fue adentrándose en su trabajo, se percató que si quería seguir avanzando dentro de la compañía  tendría que adquirir más herramientas y habilidades:

En su momento, le expuse a mis gerentes mi interés por seguir creciendo y les dije que no por ser especialista en electrónica me voy a limitar a explorar otras posiciones, incluso fuera del lado ingenieril. Mi intención siempre fue continuar preparándome”, manifiesta. Es por eso que decide cursar la maestría en Ingeniería Industrial, Calidad y Manufactura en su alma mater. 

Su decisión paga dividendos. Al poco tiempo, lo hacen responsable del área de proyectos estratégicos de la planta. Esto le permitió conocer otros procesos productivos dentro de la empresa, desde la elaboración de la cerveza hasta el envasado. 

Sin embargo, uno de los momentos definitorios de su trayectoria se suscitó en 2006, al ser elegido en  una convocatoria de talentos de Grupo Modelo a nivel nacional. Rafael Eduardo se establece durante un año, en Zacatecas, sumergiéndose en todos los entresijos  y divisiones de la cervecera:

Ahí es donde me creo una perspectiva muy diferente a la que yo tenía con relación a la dirección de una fábrica. A partir de esa experiencia me surge el sueño de poder dirigir una planta, pero también percibí la necesidad de seguirme desarrollando y adquirir nuevas habilidades para alcanzar mi objetivo”, señala.  En 2008 Sánchez Galván ingresa al doctorado en Administración y Alta Dirección por la Universidad Autónoma de Coahuila, un paso más en busca del anhelo. 

La confianza refrendada

Nuevamente el esfuerzo y la dedicación de Rafael rinden frutos y en 2010 es designado como Gerente General en Cervecería Modelo de Torreón, puesto en el que se desempeña tres años. En 2013, el monstruo cervecero más grande del mundo, Anheuser-Busch InBev, finalizó la adquisición de Grupo Modelo por una operación valuada en más de 20.1 mil millones de dólares, lo que representó una oportunidad para el coahuilense de seguir con la ruta ascendente que había trazado. 

Ese año es nombrado director de Soporte Cervecero del grupo en México, algo que entrevió sus retos, según comenta el directivo: 

Fue una nueva posición dentro del corporativo, en la que me tocó formar nuevos equipos con los desafíos naturales que implica una fusión, como es empatar las culturas laborales de ambas empresas y poderlas transformar sin que fuera  una transición abrupta”. 

En 2016, Rafael Eduardo es invitado a dirigir la planta Cervecera de Zacatecas de AB-Inbev y Grupo Modelo, la más grande e importante del corporativo a nivel mundial. “El crecimiento y los mercados estaban creciendo muy fuerte en México, por lo que se vio la necesidad de que la planta de Zacatecas gozara de solidez por ser la planta con mayor impacto (…) Para mí la invitación  fue un sueño”. 

Algunos indicadores productivos  de la planta no eran los mejores, por lo que Sánchez Galván llegó con el desafío de revertirlos y posicionar a la factoría como una de clase mundial. Sin embargo, desde el primer momento supo el líder que quería ser: uno cercano a las necesidades de su gente, alejado de una actitud impositiva, sabedor de que la confianza y el respeto se ganan a través de las acciones y no por la posición que ocupe. 

Primeramente quise conocer al equipo, aprender de ellos. Nunca traté de ser impositivo, sino entender más bien cuál era la forma de liderar de las distintas gerencias que conforman la compañía”, externa. 

Quise adoptar un liderazgo que propiciara un buen clima laboral, en el que sí hubiera exigencia por obtener los resultados, pero también que vieran en mí un soporte; que encontraran en mí alguien que iba a gerenciar, a gestionar, pero que nunca iba a ir sobre las decisiones que ellos tomaran como expertos”, agrega. 

Rafael Eduardo considera que esa perspectiva ha sido clave en el buen accionar de la planta: dejar a sus colaboradores trabajar con libertad, pero a la par ser exigente. No caminar detrás de ellos, sino a un lado. 

Actualmente, la planta zacatecana maneja alrededor de 200 operaciones y es responsable de aproximadamente el 40% de la producción nacional y alrededor del 30% de las exportaciones. a más de un centenar y medio de naciones . Cada año, comercializa una cifra superior a los 24 millones de hectolitros, el equivalente a 19 millones de botellas diariamente. 

La marca estrella de Grupo Modelo, la cerveza Corona, fue designada como la más valiosa en México y Latinoamérica por la consultora Brand Finance. Victoria, otro producto insignia del corporativo, también se ubicó dentro de las mejores 500 del mundo.

Ahí radica el deber de que esta planta funcione bien. Por ejemplo, la cerveza Corona: tenemos el deber de que ese producto sepa igual aquí, en China o en Alemania. Es una enorme responsabilidad abastecer a mercados tan importantes, y que la gente, al ver una Corona, sienta que está observando a México a través de un producto que hoy está en más de 180 países”.

Capital humano, la base que lo explica todo

 El ingeniero Sánchez Galván no duda en resaltar la satisfacción que le produce observar a la planta de Calera convertida en la mejor de México; en la fábrica con mejores indicadores productivos y financieros nos solo del país, sino de Latinoamérica.  Pero tampoco escatima elogios a lo que considera es la clave de este crecimiento:

“Los logros obtenidos no son gracias a la infraestructura o a las máquinas, sino a las tres mil personas que laboran en esta planta. He conocido todas las plantas del corporativo en México y con propiedad te lo digo: aquí lo que hace la diferencia es la gente”, subraya. 

El directivo arguye que los trabajadores de la planta se han distinguido por ser altamente disciplinados, competitivos y ambiciosos; colaboradores que siempre están en búsqueda de la excelencia y de alcanzar más objetivos. Estos valores han sido una de las grandes lecciones que le ha brindado su plantilla de trabajo, y han arraigado tanto en él, que ya se considera uno más de ellos, un zacatecano. 

Un  biker en el tiempo libre

Naturalmente, dirigir la planta cervecera más grande del corporativo AB-Inbev – Grupo Modelo conlleva una dosis de estrés y tensión que debe ser manejada con cuidado. Rafael Eduardo explica que uno de los elementos que le permite desenvolverse con éxito profesionalmente es lograr un balance entre la vida laboral y personal. En este sentido, el director realza destaca el respaldo total que ha recibido por parte de su esposa y sus hijos:

Este trabajo merece y demanda mucho tiempo: a veces los fines de semanas, noches enteras, pero también es bueno darte el tiempo para disfrutar, sobre todo con la familia. Creo que ese ha sido el secreto, tengo una familia muy unida, que entiende la posición en la que estoy y me brinda su apoyo”, reflexiona.

Asimismo, Sánchez Galván revela dos pasatiempos que le permiten liberar el estrés acumulado de la semana. El primero es ser biker, pues salir a rodar le ayuda a despejar su mente y le brinda un espacio personal para pensar, reir, motivarse. 

Otro actividad que le gusta realizar, más relacionada con las emociones fuertes, es salir por las noches con sus amigos a manejar su jeep, llegando incluso a subir cerros subida en la camioneta. 

Soy un hombre de adrenalina porque un trabajo como este implica mucha adrenalina. Tienes que tener temple para manejar las situaciones. A la planta van diariamente casi tres mil personas, tres mil vidas que hay que ver por ellas”, afirma. 

Rafael Eduardo Sánchez Galván refrenda su fascinación por el corporativo  para el que ha trabajado por más de 24 años, señalando que aun cuando dirige la planta más grande del grupo, todavía percibe áreas de oportunidad para seguir mejorando una carrera rica y multifacética:

Hoy todavía hay sueños por cumplir, y uno de ellos no es solamente dirigir, sino hacer de esta planta una de clase mundial. Ya somos referencia en el país y en el continente americano, pero quiero convertir a esta fábrica en una referencia en todo el planeta. Que el mundo se pregunte: ‘¿Qué está haciendo Zacatecas y la planta de Calera?’”

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