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El gigante que nació en una cochera

La cochera de una casa fue el lugar donde San Jacinto instaló su primera fábrica de quesos. Eran inicios de los 90 y la marca recién había sido creada a partir de un pequeño negocio familiar que buscaba vender sus productos en diferentes sitios de Aguascalientes.

El proyecto era similar a lo que quizá muchas familias ya habían intentado, pero el sabor de sus productos fue lo que marcó una gran diferencia. A poco más de 28 años de que diera sus primeros pasos, hoy San Jacinto cuenta con una producción anual de 7.8 millones de kilos de queso, los cuales distribuye en todo el país y en algunas otras partes del mundo.

San Jacinto se convirtió en una empresa icónica para la agroindustria aguascalentense, donde también se posicionó como uno de los principales consumidores de leche, al utilizar el 13 por ciento de la producción láctea del estado en sus procesos.

Durante los últimos años, la compañía ha generado un total de 265 empleos directos y más de mil indirectos. Además, registra una tasa de crecimiento anual superior al 20 por ciento y trabaja a un 90 por ciento de su capacidad para atender la demanda nacional e internacional de sus productos.

Para sus directivos, la clave de ese crecimiento ha sido la innovación. La compañía ha invertido en tecnología para estandarizar sus procesos, mejorar su calidad y ofrecer una mayor gama de productos. Actualmente, cuenta 13 variedades de quesos con presencia en los aparadores más importantes en el país, como en las cadenas de Soriana, Superama, Costco, MEGA, Sam’s y HEB.

Siempre ir por más

La filosofía de San Jacinto se basa en lograr una calidad cada vez mejor, tanto a nivel organizacional como en el aspecto comercial.

Sus directivos promueven la limpieza, proactividad, trabajo en equipo y, sobre todo, la pasión que cada uno de los colaboradores pone en sus respectivas áreas. Esto, de acuerdo con los miembros de la compañía, se ha visto reflejado en una mejora constante de la calidad de sus productos. 

A la fecha, San Jacinto cuenta con certificaciones internacionales como SQF Versión 8, que da aval de que sus planes de inocuidad son óptimos; Silliker, que certifica la calidad alimentaria de sus productos; así como de la FDA, la agencia estadounidense de alimentos que les ha abierto puertas en las mejores cadenas de autoservicio: 

“Somos un referente de innovación y calidad en el mercado nacional, lo que nos permite fortalecer lazos comerciales con las cadenas de supermercados internacionales, así como con clientes AAA de la industria alimentaria”, comentan los representantes de la compañía.  

Las metas a futuro 

San Jacinto es uno de los líderes del mercado de quesos asaderos y requesón a nivel nacional; sin embargo, esto no ha sido un logro suficiente en sus metas como corporativo. Su principal apuesta es que sus productos trasciendan fronteras y posicionen la esencia y el sabor de Aguascalientes y México en distintas partes del mundo. 

Recientemente, desarrolló su nueva categoría global llamada “The spirit of México infused in a cheese” (el espíritu de México infundido en un queso): una campaña en la que San Jacinto ofrece experiencias gastronómicas a sus consumidores a través de recetas originales. 

Éstas constan de ideas que combinan el sabor de sus quesos con algún otro ingrediente o alimento característico de la cocina mexicana. De esa forma, la empresa busca estrechar la relación con su consumidor más allá del proceso de compra y venta de sus productos:

“Cada mañana ponemos nuestro empeño en llevar los sabores de México a nuestros consumidores, así como las recetas originales, especias, aromas y colores. Esa es la fuente de inspiración de San Jacinto ante el mundo”.

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