Escrito por: Genaro Delgado Montalvo
Cofundador Brainnovation by Maker Center
¿Qué son ahora las Universidades, y qué serán en el futuro? Resulta una incógnita tan grande como tratar de obtener repuestas certeras sobre qué carrera cursar, qué sector o qué profesión tendrá un buen futuro en los próximos años.
Antes que nada, vamos dando un contexto para este artículo -ya que podríamos diseccionar esta misma pregunta en varios “universos” que al final convergen, pero no nos alcanzarán las páginas de la revista- un contexto de Universidad y Mercado Laboral.
Las Universidades están íntimamente ligadas a todos los acontecimientos económicos globales, lo cual influye en sus propósitos o misiones particulares, y estos cambios económicos globales están ligados a cruces de conocimientos, demografía del conocimiento (dónde se está produciendo conocimiento) y tecnología que permiten una adaptación o toma de decisiones en cualquier ámbito de una manera cada vez más veloz y eficaz.
Por ejemplo, de acuerdo con un estudio hecho por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y presentado en su publicación “El futuro del trabajo en América Latina y el Caribe (2018)”, comentan: “Existen dos tendencias que van a dejar su sello en el futuro mercado laboral de América Latina y el Caribe: el rápido cambio tecnológico y el envejecimiento poblacional. En el ámbito económico, ambas tendencias pueden provocar cambios en el crecimiento de la economía y la productividad, incrementar o disminuir la desigualdad, y afectar al empleo y a los ingresos. Desde un punto de vista social, alterarán la manera en que interactúan las empresas, los individuos y el Estado. En el área de políticas, obligarán a repensar la educación, la formación para el trabajo y la propia configuración del estado de bienestar, exigiendo a los países dar una respuesta eficaz a los desafíos comunes.”
Lo anterior nos ayuda a entender y dimensionar los resultados de un estudio hecho por McKinsey Global Institute y presentado en el World Economic Forum 2017, donde estiman que casi una cuarta parte de las actividades laborales, como las conocemos actualmente, a nivel global desaparecerán en 2030 y seguirán con su extinción o transformación con el paso de los años.
La Cuarta Revolución Industrial harán obsoletos puestos de trabajo, sobre todo aquellos que son repetitivos o inseguros para el ser humano, y se crearán empleos que aun no existen y que requieren de conocimientos y habilidades que -al menos al día de hoy- ninguna Universidad del país lo oferta dentro de sus planes de estudios, carreras, especialidades o posgrados.
Con base al contexto anterior, ahora si podemos dirigir una opinión de hacia dónde está el desafío de las Universidades en un futuro nada lejano. No cabe duda que no solo tendrán que buscar una adaptación de los espacios y sistemas educativos tanto físicos o ciberfísicos, sino una total transformación en la forma de enseñar y aprender, tanto “hardskills” (habilidades técnicas) como “softskills” (habilidades blandas como análisis de sistemas complejos, o trabajo colaborativo), pasar de solo una “transmisión” de conocimiento a un ecosistema de construcción de conocimiento, formación de habilidades creativas, mentes curiosas e innovadoras, generación de nuevos investigadores, desarrolladores de ciencia, tecnología y artes enfocadas a mejorar este mundo.
Ahora bien, ¿tenemos algún indicio de qué estará empujando esta transformación educativa a realizar una nueva disrupción en la educación? La respuesta es SÍ y existe además una tendencia o línea que cada año es más marcada.
Para comprender estas tendencias vale la pena remontarnos a 1999 en MIT (Massachusetts Institute of Technology), quienes desarrollaron el proyecto OpenCourseWare, la primer plataforma colaborativa de contenido educativo donde el MIT empezó a “publicar y ofrecer” todo el contenido de asignaturas de programas completos ofrecidos gratuitamente al mundo (bueno a quien conociera la existencia de la plataforma).
Para el año 2012 en adelante, estas plataformas tuvieron su “boom”. Ahora llamadas MOOC (Massive Open Online Courses) han sido precursoras de grandes innovaciones educativas, desde el hecho de la democratización de la educación -programas online completos ofrecidos gratuitamente por grandes Universidades como: MIT, Harvard, Oxford, RochesterTI, Kellog School of Management, Carnegie Mellon, Universidades Mexicanas como ITESM, UNAM, IPN, entre otras muchas alrededor del mundo y para el mundo, en prácticamente todo los idiomas- hasta la integración natural de TIC’s (Tecnologías de la Información y Comunicación); de tal manera que las universidades que no estén contemplando el integrarse a estas plataformas de generación de valor en forma de conocimientos, tendrán que replantear su misión.
Lo anterior, como lo comentamos, dio pauta a lo que ahora ya se vislumbra como los nuevos 5 pilares de las Universidades del Futuro. Estos 5 pilares o tendencias han sido constantes en muchos estudios presentados en diferentes foros a nivel global sobre innovación educativa y están generando la línea de transformación de las Universidades, estos son:
- Personalización del modelo enseñanza-aprendizaje. A través de la implementación de algoritmos de Inteligencia Artificial, las instituciones pueden ofrecer contenidos personalizados que se adapten a las necesidades de cada estudiante y a su ritmo de aprendizaje. Estas nuevas plataformas de aprendizaje adaptativas reconocen la diversidad, la cual es parte de cualquier ecosistema educativo. Se terminaron los días de “un plan de estudios para todos”.
- Modelos a distancia y flexibles. A través de los avances de la tecnología en Realidad Virtual, Realidad Aumentad, sistemas holográficos e Inteligencia Artificial, las instituciones podrán ofrecer un ecosistema donde los estudiantes podrán estudiar donde quieran o puedan, cuando quieran y usando cualquier plataforma de acceso, por ejemplo, teléfonos, tabletas, computadoras, Lentes de Realidad Virtual/Aumentada, dispositivos holográficos.
- Smart Campus. Cuando se trate de vivir una experiencia offline dentro de un aula-laboratorio, el IoT (Internet of Things) cambiará el modelo de experiencia ya que las aulas podrán estar equipadas de sistemas telemétricos que les permita a los estudiantes generar el ambiente correcto para llevar a cabo el proceso de enseñanza-aprendizaje, y a la institución le dará información de control y seguridad de qué, quiénes y cuándo usan las instalaciones y de qué forma, de tal manera que las aulas, a través de Inteligencia Artificial podrán adaptarse a los grupos, asignaturas, docentes, temas, etc.
- Comunicación con el campus 24/7. Para todos lo que hemos pasado por una Universidad y enfrentado su burocracia (normal en todas las Universidades), las oficinas, departamentos o secretarías de las mismas suelen ser un poco caóticas, donde la información es confusa, burocracia para cualquier trámite, y ni se diga en la temporada de matriculaciones, prácticamente cierran la atención al público. Pero esto tal vez se vaya extinguiendo en algunos años; la empresa IBM puso a disposición su supercomputadora WATSON y tecnología de Inteligencia Artificial para generar un super intendente que ayudará a los estudiantes y postulantes a gestionar cualquier trámite académico o administrativo que necesite, a cualquier hora del día y cualquier día del año. Ya está en pilotaje en la Universidad Deakin en Australia y ha bajado en un 70% los reportes de un mal servicio de atención a estudiantes en 3 meses.
- Análisis y transparencia en el rendimiento de estudiantes, docentes e investigadores. A través de la tecnología “blockchain” podrá generarse un ecosistema de intercambio de información seguro y de confianza (en términos de fraude) permitiendo que los estudiantes, por ejemplo, puedan estudiar materias en diferentes Universidades al mismo tiempo y todas se convaliden en un programa “raíz” de una Universidad. Así mismo, los investigadores podrán registrar los derechos de propiedad intelectual y así rastrear los impactos de sus investigaciones en cualquier campo donde las aplicaron de manera total o parcial. Para los docentes podrá ser transparente el intercambio laboral entre Universidades sin que exista conflictos académicos o fraudes.
Regresando a la pregunta inicial: ¿Qué son y qué serán las Universidades del Futuro? Son y seguirán siendo ese eje social que le entrega a la humanidad la sensibilidad, la cultura, la creatividad, la ciencia y la tecnología para hacer de este mundo un mundo mejor para todos, no importando si su transformación va enfocada a lo físico o su tendencia a incorporarse a un mundo de sistemas ciberfísicos, el futuro de las Universidades seguirá siendo el desarrollo integral de cada una de las personas.