Un voto hizo falta para los diputados eliminaran el fuero de la constitución local. La reforma pretendía quitar el requisito de juicio de procedencia que se necesita para que los funcionarios del estado sean juzgados en caso de cometer un delito del fuero común.
Casi toda la bancada del PRI votó a favor de la reforma a excepción del diputado Juan Antonio Esparza, quien no asistió a la sesión. El PVEM y el Partido del Trabajo también se unieron al sí, juntando 17 votos.
Los diputados del PAN y de Nueva Alianza se abstuvieron a pesar de que fueron esos partidos los que propusieron la reforma (el primero en la legislatura anterior y el segundo en la actual). Solo el legislador panista Leonardo Montañez votó en contra del dictamen. La reforma necesitaba de la mayoría calificada (18 votos) para aprobarse.
Los legisladores no perdieron la oportunidad de recitar sus discursos en el pleno para fijar posturas. La bancada del PRI dejó clara su intención de eliminar el fuero; María de los Ángeles Aguilera lo calificó como “un escudo de impunidad con el que se tapan a los rateros y ladrones”.
El PAN acusó a los priistas de usar la eliminación del fuero como “un instrumento de venganza y rencor” por haber perdido la elección local. Incluso, la diputada Sylvia Garfias Cedillo gritó en la sesión “ya supérenlo”, mientras un legislador del PRI daba su discurso.
El diputado del PRI, Luis Fernando Muñoz López, pidió a la bancada panista dar uno o dos votos para aprobar la iniciativa. Advirtió que la elección aún no se resuelve y que Martín Orozco Sandoval, más que gobernador electo, es un candidato con constancia de mayoría.
Los legisladores panistas defendieron el fuero como una protección para que los legisladores estén protegidos de expresar libremente sus posturas políticas sin temor a represalias.
De haberse aprobado la reforma, Aguascalientes se habría convertido en el segundo estado del país en eliminar el fuero, después de Jalisco.