Icono del sitio Líder Empresarial

El fin de la era del dinero barato y los cambios económicos que están por llegar

Por Antonio Martín del Campo

Chairman 02X y Venture Studio

 

La recesión es cuando un vecino pierde su trabajo. La depresión es cuando pierdes el tuyo”.

Ronald Reagan

 

Según las últimas proyecciones del Banco Mundial, el casi 3.1 por ciento de crecimiento anual del PIB mundial pronosticado para 2018 representaría un ligero descenso respecto a los números de los últimos dos años. Se estima que el 2018 será el primer año, desde la crisis financiera, en el cual la economía mundial funcionará casi a plena capacidad. En vista de que se espera que el potencial de crecimiento disminuya, los responsables de diseñar políticas deberán mirar más allá de los instrumentos monetarios y fiscales que se utilizan para estimular el desarrollo a corto plazo y analizar la implementación de iniciativas que permitan impulsarlo a largo plazo.

De acuerdo con el Banco Mundial, la desaceleración del crecimiento potencial es el resultado de años de escaso aumento de la productividad, inversiones insuficientes y envejecimiento de la fuerza de trabajo. Esta desaceleración es generalizada y afecta a un conjunto de economías que representan más del 65 por ciento del PIB mundial. Si no se procura revitalizar el crecimiento potencial, este declive podrá extenderse durante la próxima década, reduciendo en un cuarto de punto porcentual el crecimiento mundial promedio y en medio punto porcentual el de los mercados emergentes y las economías en desarrollo.

Además, si sumamos que desde junio de 2009 la economía ha estado en la fase de expansión (eso es nueve años, y las fases de expansión duran aproximadamente cinco), muchas personas advierten que la recesión está a la vuelta de la esquina al no haber un incremento considerable en la inflación. Esa es una señal de advertencia típica de que la expansión está llegando a su punto máximo.

En lugar de inflación, hay burbujas de activos. En 2015, fue en dólares de EUA (la débil demanda del euro contribuyó al fortalecimiento de esta moneda). De hecho, hubo una burbuja de activos en los precios de la vivienda justo antes de la recesión de 2008. En ocasiones, la irracionalidad de un pico se produce en los precios de los activos sin generar una inflación general.

Pero lo que realmente agrava la situación es esto: una economía que crece, principalmente, debido al dinero abundante y barato. Es como una droga; no puede funcionar sin una oferta adicional de dinero: siempre necesita más o se colapsará, lo que finalmente terminará por suceder.

En resumen, el mundo está llegando al posible final de un ciclo de crecimiento alimentado por dinero barato, mientras que los hogares y los gobiernos tienen no sólo los bolsillos vacíos, sino también una gran carga de deuda. Al mismo tiempo, los bancos centrales han agotado todas sus municiones. El aumento necesario y atrasado en las tasas de interés será desastroso para los presupuestos, tanto públicos como privados.

Los juicios erróneos y las crisis políticas se suman al problema. No debemos entrar en pánico, pero es hora de hacer una evaluación prudente y crítica para no dejarnos llevar por falsas esperanzas. El peligro es que el nuevo gobierno en México se vaya por el camino fácil, es decir, que no trabaje en las causas reales y que simplemente haga demasiado ruido tratando de corregir los síntomas.

Esta información es muy relevante para la creación de políticas públicas venideras y la planeación empresarial, en las cuales se tendrán que considerar estas variables, aunque todavía no se esperan cambios dramáticos para 2018 (siempre y cuando se tenga una transición de gobierno tersa y ordenada). Por eso, es de suma importancia que se comiencen a desarrollar herramientas contracíclicas desde la macroeconomía y programas anticíclicos en las empresas.

El Gobierno debe generar políticas públicas serias enfocadas en incrementar y diversificar el producto interno del Estado, que es una de las necesidades más apremiantes para los próximos meses. Una apuesta segura en este sentido, además de promover una mayor inversión extranjera directa, es el impulso de los negocios con alto potencial de crecimiento, ya que está probado que hoy en día son uno de los apoyos más robustos en cuestión de desarrollo económico.

En materia empresarial, el aumento a la inversión en tecnologías, sistematización y mantenimiento; el incremento urgente de la productividad y la disminución de costos vía eficiencias serán las palancas más socorridas y la diferencia entre las firmas que desembarcarán con potencia en la siguiente década y las que se quedarán en la orilla.

Se vienen tiempos de cambio con grandes retos y transformaciones; el reloj está corriendo y como siempre la velocidad de adaptación al cambio marcará la diferencia para Estados y empresas.

Salir de la versión móvil