El fármaco Tocilizumab es un medicamento biológico que es utilizado para tratar la artritis reumatoide tanto en adultos como en jóvenes (poliarticular) y en la artritis idiopática juvenil. Al ser un medicamento biológico, se fabrica mediante técnicas de ingeniería genética: se relaciona con una proteína que el cuerpo produce naturalmente y este medicamento se utiliza principalmente para tratar la inflamación y las enfermedades autoinmunes.
Este medicamento funciona como un anticuerpo monoclonal humanizado. Se trata de la primera terapia anti-IL-6 (interleucina 6) del receptor de su misma clase, el aIL-6R. La interleucina 6 es uno de los responsables de la activación de las vías inflamatorias tanto en la artritis reumatoide como en diversas enfermedades autoinmunes. Lo que realiza este fármaco es adherirse a los receptores de la IL-6, para evitar el paso de ésta y bloqueando el proceso inflamatorio de las citocinas.
Por el momento existen dos farmacéuticas que lo producen Hoffman-La Roche de Suiza y Chugai Pharmaceutical Co. de Japón, conocidos como Actemra y RoActemra, respectivamente. El método de aplicación es intravenosa o subcutánea. Por su parte, Chugai está implementando múltiples ensayos clínicos dirigidos a pacientes hospitalizados con neumonía grave causada por el covid-19, como la investigación de un anticuerpo terapéutico. Por su parte, La Roche también ha implementado investigaciones y tratamientos a partir del Actemra en pacientes con Covid-19, como parte de los avances y aportaciones que ofrece la industria biofarmacéutica.
¿De qué manera ayuda a tratar el Covid-19?
En los pacientes graves con covid-19 se reportó que tenían grandes concentraciones de citocinas, por lo que al bloquear la interleucina-6, el Tocilizumab, es un medicamento que puede ser propicio para tratar a personas con coronavirus que se presenten muy graves y apoyar en su recuperación. En China, a principios de marzo, el fármaco se aprobó para tratar casos clínicos graves de Covid-19, así como la autorización de ensayos clínicos con el medicamento. Sin embargo, aunque las pruebas en China dieron un resultado positivo, no fue así en Francia, en donde se le aplicó a una paciente sin presentar mejoría.
Una publicación de Lancet, sobre un estudio de cohorte retrospectivo, en el que se analizaron el caso de 191 pacientes con covid-19 de Wuhan se observó que en los pacientes que no sobrevivieron se encontraban diferentes componentes, entre ellos el IL-6, factor que empeora la enfermedad. Aunque en los estudios no se dieron las pruebas correspondientes a todos los casos de coronavirus, ni en todos se hicieron las pruebas de IL-6, muchas de las muertes quizá tuvieron otros factores, como la hospitalización tardía o el mal empleo de los antivirales.
Por el momento, los estudios se siguen realizando, así como diversas pruebas con fármacos biológicos. En sí, el medicamento no está contemplado para una posible vacuna, sino como un soporte que ayude a enfrentar los síntomas críticos en los pacientes más graves. Sin embargo, tampoco se encuentra constatado al cien por ciento que ayude a la recuperación de los pacientes, aunque es verdad que sus efectos anti-inflamatorios en pacientes con artritis reumatoide son efectivos.
Médicos de México solicitaron a la Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios, que se liberara el proceso de importación del Tocilizumab para poder combatir la enfermedad en el país, ya que había sido restringido. Ante el pedido, el subsecretario de salud, Hugo López-Gatell explicó que el fármaco no podía ingresar al país debido a que la etiqueta no estaba en español, lo cual podría causar un posible uso inadecuado que podría exponer a los pacientes a posibles accidentes; la Cofepris intervino para que se tradujera de manera correcta y así, una vez más, pudiera ser importado.
Actualmente el fármaco que produce un laboratorio Suizo tiene un permiso especial, junto con otros medicamentos para ser utilizados ya que podrían ser muy útiles para combatir la enfermedad. Por su parte, el Tocilizumab ya está listo para su uso en el país, sin embargo, el subsecretario de salud señaló que debe utilizarse con cautela debido al poco sustento científico para considerarlo como un estándar de tratamiento contra el Covid-19. “Lo cierto es que tenemos que tener claridad de qué tanto progresa la evidencia científica, en qué momento hay certeza y en qué momento hay promesa”, mencionó.