¿Es real el idilio de Aguascalientes con los indicadores económicos?
Cuando se termina un año y comienza otro, es inevitable hacer un balance de lo bueno y lo malo que ha sucedido en el pasado, además de enumerar los buenos propósitos y las nuevas metas que se quieren cumplir en la etapa que comienza. En Aguascalientes, el nuevo año se junta con varios debuts: los de gobierno y congreso del estado, que apenas están dando sus primeros pasos, y el de la nueva titular de municipio.
Los herederos de la administración toman el relevo de una entidad que se ha acostumbrado a liderar todos los rankings económicos y de competitividad. Esta tendencia no es reciente; arrancó ya hace varios años, tal y como lo demuestra un informe que elaboró la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en 2009 sobre la innovación regional en quince estados de la república. Por ese entonces, Aguascalientes ya destacaba en algunos indicadores de competitividad como la gestión medioambiental y el gobierno eficiente y efectivo.
Ocho años después, el panorama pinta todavía más prometedor para la tierra hidrocálida:
Semáforo económico
La organización México Cómo Vamos cuenta con los semáforos estatales que miden el rendimiento de cada entidad en cuatro materias diferentes, las cuales se van revisando periódicamente. Solo hay que echar un vistazo para ver que Aguascalientes se encuentra muy por encima de la media. El crecimiento económico, la generación de empleos, productividad, pobreza laboral, deuda pública y ocupación del gobierno están en verde. Solo dos indicadores se encuentran en color amarillo, el cual indica que todavía se pueden realizar más esfuerzos para mejorar: la informalidad y la desigualdad laboral. El rojo no se ve.
Doing Business
El Banco Mundial lo tiene claro: el territorio hidrocálido es el mejor lugar de México para hacer negocios. En su informe Doing Business in Mexico 2016, la institución analizó varios indicadores en 32 municipios del país y llegó a la conclusión de que no hay mejor sitio para los negocios, debido a la facilidad para abrir una empresa, el manejo de permisos de construcción, el registro de propiedades y el cumplimiento de contratos.
Competitividad
En la edición 2016 del Índice de Competitividad Estatal del IMCO, el estado aguascalentense volvió a ser uno de los más competitivos a nivel nacional. Según este estudio, es el segundo con mayor atracción de inversión y retención de talento en el país, solo por debajo de la Ciudad de México. De acuerdo con el IMCO, fue el único que logró mantener bajos niveles de homicidios y secuestros, lo cual ha generado una mayor percepción de seguridad. Además, se colocó como la segunda entidad federativa que más ha crecido en los últimos diez años, casi alcanzando el 5 por ciento.
La organización Mexicanos Primero confeccionó en 2016 una minuciosa lista sobre la calidad educativa de cada uno de los estados de la república. El documento final se llama Índice de Cumplimiento de la Responsabilidad Educativa Estatal (ICRE) 2016. En él, Aguascalientes salió bastante bien parado. De hecho, recibió la calificación más alta –7.4 sobre 10– en el cumplimiento de la responsabilidad de garantizar el derecho a aprender.
«Antes de soltar campanas al vuelo para celebrar que un gobierno u otro hizo bien su tarea, es necesario observar la letra pequeña»
La otra cara de la moneda
Pero no es oro todo lo que reluce en el mundo de los rankings y los indicadores económicos. Por ejemplo, ¿cuánto duran esas empresas que nacen con tanta facilidad según el Banco Mundial? Los indicadores de demografía económica tienen diferentes comportamientos dependiendo del tamaño de los negocios. La probabilidad de muerte es mayor conforme estos son más pequeños y, según el INEGI, en Aguascalientes, esa “mortalidad” es bastante alta: la entidad ocupa el número 14 a nivel nacional en esperanza de vida de las unidades económicas.
Pero la verdadera sorpresa se obtiene al revisar el desempeño por ciudad. Aunque tiene algunas cabezas municipales destacables en población y desempeño, al territorio aguascalentense se le considera prácticamente una ciudad estado, porque la mayor parte de la población y la industria se encuentran en la capital, que no tiene un desempeño tan alto según el Índice de Competitividad Urbana del IMCO, en el cual ocupa la posición 8.
En seguridad pública y gestión medioambiental, la urbe de Aguascalientes sigue destacando con un segundo y un primer puesto, respectivamente; sin embargo, en otros subíndices importantes de este estudio muestra claramente los rubros que necesita mejorar con urgencia.
Por ejemplo, en innovación, se encuentra en undécimo lugar de un listado encabezado por Guanajuato. Lo mismo ocurre al observar el subíndice económico, que mide las principales características de las economías urbanas, así como la situación de los créditos para empresas y familias. Aquí, se tiene que ir al renglón 14 para encontrar a la ciudad de la gente buena.
Otro dato preocupante es la calidad de vida de los habitantes, la cual comprende tres áreas: educación, salud e inclusión. El IMCO las aglutina en el subíndice de sociedad, en el que Aguascalientes ocupa la posición 29.
Todavía hay que mirar más abajo en la lista al analizar el subíndice de precursores, que analiza los sectores financiero, de telecomunicaciones y de transporte. En él, la urbe hidrocálida se cae al puesto 34; mientras que en relaciones internacionales está en el 35.
El subíndice político también es muy importante, pues mide el potencial de los sistemas políticos locales para ser estables y funcionales. Ahí, la ciudad se coloca en el lugar 36; y peor le va en el subíndice factores, el cual se refiere a la eficiencia de los mercados de factores de producción, principalmente el laboral y de energía. En este, baja hasta la posición 45.
Este índice del IMCO permite observar que el desempeño de algunas urbes como San Luis Potosí, Campeche, Querétaro y Monterrey –que ocupan el top 5 en competitividad urbana, después del Valle de México– se desdibuja al analizar la competitividad de otras cabezas municipales dentro de los mismos estados, que en ocasiones camuflan sus logros. Las particularidades demográficas de Aguascalientes hacen que aquí no ocurra lo mismo y demuestran que antes de soltar campanas al vuelo para celebrar que un gobierno u otro hizo bien su tarea, es necesario observar la letra pequeña.