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El directivo que creció en equipo

 Estar con las personas correctas en los momentos correctos es la filosofía que llevó a Orlando Ramírez a convertirse en vicepresidente de Bosch Aguascalientes. 

Mientras estudiaba Negocios en la Universidad Bonaterra, buscó su primera oportunidad de trabajo en Texas Instruments, donde fue contratado como auxiliar de almacén; un puesto que quizá no era el que buscaba, pero en el que obtuvo grandes aprendizajes de su jefe directo, a quien considera como uno de sus principales mentores: 

“Era una persona muy enfocada en los detalles. Le gustaba poner especial atención en su trabajo y buscar una mejora continua. Me transmitió ese cuidado y pasión por trabajar en equipo y crecer junto con la gente”

Bajo el liderazgo que aprendió de su jefe, escaló de puesto dando un salto al área de Logística, en la cual se convirtió en supervisor, luego en superintendente y finalmente en gerente. Tras cinco años de laborar ahí, recibió una invitación de una empresa que estaba creciendo en el estado y que buscaba a alguien con su experiencia: Bosch. 

Orlando aplicó para ingresar a la compañía alemana, pero tardaron seis meses en responder a su solicitud. Cuando lo invitaron al reclutamiento, le pidieron viajar a un entrenamiento en San Luis Potosí, donde el hidrocálido puso a prueba su capacidad para resistir la presión: 

“Estuvimos por varios días encerrados haciendo pruebas de todo tipo. La capacitación buscaba medir nuestra habilidad para soportar la presión. Fue un examen muy demandante, pero logré aprobar”

Los directivos de Bosch se interesaron en el desempeño de Orlando y le ofrecieron rápidamente oportunidades para crecer. Después de coordinar el área de Logística, lo ascendieron a Manufactura y luego a Operaciones, donde fungió como director de 2012 a 2018. Ese último año lo nombraron vicepresidente de la planta, un logro que, reconoce, fue consecuencia del apoyo de su equipo: 

“No eres nadie sin un buen equipo. Mi clave fue apostar por el desarrollo interno, tener apertura y confianza para recibir propuestas. A veces nos cuesta hacer eso; pero cuando reconocemos el trabajo de los demás, creamos un espacio de confianza y motivación. Con eso podemos mover montañas”.

El efecto dominó del liderazgo 

Cuando Orlando comenzó su trayecto por Bosch, todo el equipo gerencial de la planta Aguascalientes era de otras partes del mundo. Actualmente, su plantilla de más de 1,200 trabajadores está conformada únicamente por tres asociados extranjeros, lo que es reflejo del voto de confianza que la firma ha tenido en el talento local: 

“Muchas veces me preguntan qué es lo que más he aprendido de la cultura alemana, que sin duda ha sido mucho; pero mi mayor aprendizaje ha sido que los mexicanos que realmente tenemos ganas de hacer un cambio, estamos al nivel de cualquier persona o cultura”

Bajo el mando de Orlando, Bosch Aguascalientes ha tenido uno de sus mejores ciclos. El directivo hidrocálido recibió los proyectos de fabricación de sistemas de frenado ABS y ESP, que tras un buen desempeño, dieron entrada a una nueva línea de producción: el sistema de última tecnología iBooster 2.0. 

Este modelo de frenos es utilizado por vehículos modernos de las principales compañías automotrices, así como de algunas marcas vanguardistas como Tesla. Cuenta con tecnología autónoma y solía ser desarrollado únicamente en tres partes del mundo: Polonia, China y Alemania, por lo que la tierra hidrocálida se convirtió en pionera de la fabricación de este producto en todo el continente americano. 

A la par de su crecimiento en producción –que con la entrada del iBooster 2.0 trajo una inversión de más de 16 millones de dólares–, Bosch ha hecho esfuerzos por mejorar el ecosistema laboral de sus colaboradores. La planta Aguascalientes incorporó el modelo “Inspiring Working Conditions” para fomentar un “google hidrocálido” en sus instalaciones, con espacios que promuevan la creatividad. 

Para Orlando Ramírez, fortalecer ese factor es fundamental para que la planta siga creciendo, por lo que una de sus principales metas es convertirse en el mejor empleador de la región: “Esto se logrará con base en una excelencia operacional, la cual no sólo se refiere a temas de manufactura, sino también a un ambiente que promueva la seguridad y confianza de nuestros trabajadores”

El rock detrás del traje 

A sus 40 años, el trabajo que Orlando ha desempeñado como líder de una de las empresas más importantes del estado le ha permitido ganar un nombre y posicionarse como un directivo reconocido en el país. Sin embargo, pocos conocen al hombre que hay detrás del traje. 

Es fanático del rock progresivo; en sus tiempos libres, toca la batería para disfrutar de algunas de sus canciones favoritas, principalmente del rock en español. Es apasionado de los autos y seguidor de la Fórmula 1; no se pierde ningún evento que suceda en el circuito. 

Otros de sus pasatiempos son la práctica del tenis y el gusto por libros de liderazgo positivo a cargo de autores como Alan Brown, aunque tiene una mayor costumbre de leer revistas automotrices y de tecnología, algo un tanto obvio, dado el cargo que hoy desempeña como cabeza de una empresa que, como su eslogan lo dice, busca insertar la innovación en la vida diaria. 

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