“No politicen el tema del agua” fue una frase que marcó un antecedente en la conversación rumbo a las elecciones de Aguascalientes en 2021. Un eje central será cuáles estrategias plantearán los candidatos respecto al destino del servicio hídrico.
Las palabras pronunciadas por Emilio Gerardo Hernández Guzmán, presidente del VII Consejo Directivo de la Sección Aguascalientes de la Asociación Mexicana de Hidráulica (AMH), hacían referencia -de acuerdo con el mismo especialista- a dar propuestas fundamentadas antes que críticas sobre cómo se ha manejado este servicio en los últimos años.
Sin embargo, el experto considera que “los políticos se lo tomaron muy en serio”. Pese a que es tiempo de veda electoral, la estrategia para preservar el servicio de agua potable en el estado no ha sido aún tema central en la discusión política.
“Se tomaron muy en serio el comentario (…) Hace falta que los candidatos definan estrategias y preparen una transición para lo que será uno de los temas prioritarios en los gobiernos municipales durante los próximos años”, menciona Hernández Guzmán.
Los “pecados capitales” del manejo hídrico
Para el también director General de la empresa Omega Construcciones, el futuro del servicio de agua potable en Aguascalientes aún es incierto. Señala que hay quienes dicen que el municipio se haría cargo del mismo, algunos comentan que sería una nueva concesionaria y otros afirman que continuará la empresa que actualmente atiende este servicio.
En cualquiera de los casos, Hernández Guzmán sentencia que será crucial la participación del sector privado, poniendo como caso de éxito a la ciudad de León, Guanajuato: “es una ciudad que cuenta con un organismo operador del municipio, pero en cuyo consejo está la inmensa mayoría de representantes empresariales de todo el estado. Es un modelo económico que funciona y deberíamos analizar”, puntualiza.
Mientras llega ese momento, el especialista sugiere que los próximos líderes al frente de los municipios, principalmente el de Aguascalientes, deberán tener en cuenta cuatro grandes “pecados” a evitar en el manejo del servicio hídrico, los cuales enumeramos a continuación:
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- Fugas: Para el representante de la Asociación Mexicana de Hidráulica (AMH), es fundamental que antes de renovar una concesión se establezca un acuerdo para corregir las múltiples fugas que existen en la ciudad: “No se consideró previamente una inversión para corregirlas. Es absurdo apostar por un servicio de calidad cuando el 50% de tu servicio se está desperdiciando”, puntualiza.
Esa inversión, detalla, tiene que ser de manera bipartita, tripartita o cuatripartita: implica una inversión entre la concesionaria y los gobiernos municipal, estatal y/o federal.
- No renovar plantas de tratamiento: Hernández Guzmán precisa que otra gran área de oportunidad en el manejo del vital líquido es la eficiencia de las plantas de tratamiento: “Si no hay plantas de tratamiento adecuadas no podemos tener el suficiente recurso hídrico disponible para mercados como el agrícola. No puede hacer milagros la concesionaria si tiene unas plantas de tratamiento tan obsoletas”, argumenta.
- No tener líneas moradas: Hablar de líneas moradas es referirse a la infraestructura que transporta el agua de reuso. En este aspecto, para el presidente del capítulo Aguascalientes de la AMH, no se ha apostado de manera sólida: “Las grandes ciudades ya han evaluado el reuso de agua tratada. Es importante capitalizar ese servicio para que los ciudadanos puedan utilizarlo en el riego de sus jardines y otros usos que requieren de esta alternativa”.
- No dar rentabilidad al servicio: El empresario manifiesta que las concesionarias instaladas en el estado deben obtener rentabilidad de su servicio y no encontrarse en números rojos. Esta situación, reflexiona, no ha sido el caso de Aguascalientes:
“Tenemos a una concesionaria que trabaja con pérdidas cuando vemos cómo algunas empresas de los estados vecinos tienen ingresos importantes gracias a la eficiencia del sistema. Debemos de replicar esos modelos exitosos y no descubrir el hilo negro”, apunta.
Un esfuerzo que requiere del productor local
De acuerdo con Hernández López, alrededor de 80% del consumo hídrico del estado se concentra en los pozos agrícolas. Del otro 20%, aproximadamente 13% es doméstico y 7% restante lo consumen la industria, el comercio y los servicios. De ahí, resalta la importancia de que los productores se sumen al cuidado y preservación del agua:
“La solución no es tan compleja si existe voluntad política. Pero la parte más compleja es la resistencia de muchos productores agrícolas, que por tradición de varias generaciones vienen haciendo un uso del suelo agrícola de manera tradicional, por no decir obsoleta (…) Necesitamos cambiar esa mentalidad”, comenta.
El soporte de los productores, menciona el líder de la AMH, tiene que ver con un impacto directo en el cuidado del manto acuífero del estado, lo cual considera que es la principal amenaza medioambiental que atraviesa: “Nada más con que en el campo, por la reconversión agrícola, los pozos agrícolas se bajen a la mitad de lo que hoy en día, nuestro manto acuífero estará mucho más equilibrado”, concluye.