Por: Andrés Cuadro Moreno
Si quieres ser líder, desarrolla tu personalidad.
Si quieres ser líder, desarrolla tu personalidad. Empieza cultivándote, haciendo tu carácter. Piensa, reflexiona lo que quieres ser, y luego opta por lo más alto. Así dignifícate, hónrate. Y después haz eficiente esa idea base, tomando de raíz la decisión de hacerlo y de llegar a ser.
Haz efectiva esa decisión todos los días y todos los momentos, realizando los actos proporcionados y conducentes para que esa decisión sea real. Así formarás los hábitos positivos que marcarán y esculpirán tenazmente tu carácter: esos hábitos que te harán fácil lo difícil, que harán espontáneo y sencillo lo que antes y para otros fue y es arduo —y casi imposible—.
Tu carácter, ya hecho con las consecutivas victorias sobre ti mismo, sellará tu nueva personalidad. Serás eso que soñaste y te convertirás naturalmente en líder. A nadie tendrás que convencer de tu liderazgo, de tu generosidad, de tu valor, de tu capacidad de riesgo y sacrificio, de tu interés por los demás. Porque tu sola presencia será una prueba de que eso es realmente posible.
Así despertarás admiración, entusiasmo e imaginación. E iluminados por ti, muchos te seguirán felices, sin presión, naturalmente. No tendrás que empujar a nadie. Tu sola existencia, tu solo estar allí, será lo que convocará. Ya no harás algunas cosas de líder. Simplemente lo serás.
Si quieres… Si quieres llegar a la verdad, no creas en la hipocresía. Si quieres la riqueza, no te centres en el dinero. Si quieres ser feliz, haz felices a otros. Si quieres el éxito, busca el bien común, no busques el éxito y el éxito te buscará a ti. Si quieres ser rico, trata de hacer prosperar a todos.
¿Hasta dónde uno es capaz de jugarse, de arriesgarse? ¿Hasta dónde somos capaces de esfuerzo y de sacrificio? ¿De tener menos tiempo para los entretenimientos, la televisión, el descanso? ¿Hasta dónde somos capaces de obsesionarnos por un sueño? Muchos preguntan si se puede aprender liderazgo.
Sí, se puede, en la medida de tus capacidades y de lo que haya en tu espíritu, en la medida de tu coraje, tu decisión y tu integridad.