Cuando alguien llega a un lugar nuevo con sueños y planes, lo más natural es que la vida lo lleve por direcciones inimaginables. Esto fue lo que le ocurrió a Rogelio Galaviz Domínguez y su esposa cuando se establecieron en Aguascalientes en 1997.
Tras mudarse de Guadalajara, su plan era abrir una carnicería en el estado hidrocálido. Para poder capitalizar ese negocio, empezaron a vender hamburguesas de camarón, tacos
y tortas en la esquina de la calle Montecarlo y Colosio, en un puesto de lámina al cual decidieron nombrar El Carnes.
Gringas, tortas con distintos ingredientes y lecheros fueron incorporados al menú cuando su popularidad aumentó, lo cual también incrementó su excedente de bistec y abobada. Para no desperdiciarlo, crearon una quesadilla combinada, que más tarde llamarían Torito y se convertiría en su producto representativo.
La variedad de salsas es otro aspecto que caracteriza al restaurante, pues todas ellas pueden combinarse con cada platillo, brindando diferentes sabores a la comida.
Pero la innovación y éxito no solo han estado a cargo de los Galaviz, sino también de los clientes, quienes han ideado nuevos platos como el Krusty o el Torito Ahogado.
Actualmente, El Carnes cuenta con tres sucursales en López Mateos, Plaza Universidad y la matriz en Colosio. Ha logrado convertirse en franquicia, llegando de esta manera a Guadalajara y León.
Una de las satisfacciones más grandes para esta familia es ver que sus clientes, de todas la
edades, disfrutan de su comida y servicio.
“Ahora, nuestro mayor reto es mantenernos posicionados ofreciendo el buen servicio y la calidad de siempre, ya que nuestro lema es: La calidad no se discute”, dice Galaviz Domínguez.
