El campo mexicano parece no escapar de los escenarios pesimistas para el mediano plazo producto de la pandemia. El Consejo Nacional Agropecuario (CNA) advirtió que de prolongarse la emergencia de salud, la crisis sanitaria podría acarrear una crisis alimentaria.
El presidente del organismo, Bosco de la Vega, subrayó que 20% de los 14 millones de empleos generados por el campo agroalimentario están en riesgo. “Nos enfrentamos a una crisis nunca antes vista”, refirió en una rueda de prensa virtual.
El sector alimentario hidrocálido ha librado el impacto del coronavirus COVID-19. Incluso, la agroindustria ha podido sacar rédito de la compleja situación, pues hay empresas que han visto incremento en la demanda, particularmente las que se dedican a la comercialización de congelados, señala Miguel Muñoz de la Torre, secretario de Desarrollo Rural y Agroempresarial (SEDRAE).
“En estos tiempos de pandemia, el agricultor es un héroe: no ha dejado de trabajar, su labor implica jornadas extensas, con condiciones climáticas a veces no tan favorables”, subraya el funcionario.
De acuerdo con datos de 2018, el sector agrícola en Aguascalientes poseía 174 mil hectáreas, lo que representa 0.6% de la superficie a nivel nacional. Sin embargo, el Producto Interno Bruto (PIB) agroalimentario ascendió a 20 mil 100 millones de pesos, 8.6% del PIB total de la entidad.
El gobierno de Martín Orozco ha designado al campo hidrocálido como una prioridad para el desarrollo del estado. A inicios de año, la Administración presentó el proyecto “Eje Económico 2020”, el cual consideró una inversión de 170 millones de pesos al sector. La irrupción de la pandemia no ha trastocado la iniciativa, al contrario, la ha impulsado aún más.
“Seguimos con los 170 millones de pesos con 28 programas diferentes al campo. El gobernador nos encargó no detenernos ningún solo día y no lo hemos hecho […] por lo que adelantamos todas las convocatorias y elevamos el subsidio de los programas al 65 por ciento del 50 por ciento previo”, manifiesta Muñoz de la Torre.
Los desafíos de la pandemia
No obstante, la coyuntura actual entrevé sus retos a superar. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha alertado las serias consecuencias en la cadena de suministro alimentaria si la crisis pandémica se prolonga todavía más tiempo, pues involucra una “compleja red de interacciones entre agricultores, insumos agrícolas, plantas de procesamiento, transporte marítimo, minoristas y más”.
Para Ricardo González Montes de Oca,gerente del Consejo Estatal Agropecuario de Aguascalientes (CEAA), el anterior desafío es uno de los más importantes a sortear durante la crisis sanitaria: “No podemos llegar a esa situación. Aquí las líneas de producción y distribución no han parado; tenemos que garantizar al consumidor que encontrará los productos que normalmente adquiere, pero cumpliendo las nuevas especificaciones y protocolos para evitar problemas de brotes en la gente que está trabajando en el campo”, señala.
En este sentido, el gerente del CEAA refiere que han dirigido sus esfuerzos en concientizar y sensibilizar a los trabajadores respecto a la importancia de adoptar nuevos hábitos (sana distancia, uso de equipo de protección) a través de pláticas y capacitaciones que buscan brindar información médica.
“Tenemos que velar por el cumplimiento de controles que anteriormente no se llevaban. Revisamos síntomas, monitoreamos su oxígeno… Ha sido un tanto complejo, porque son personas que están en la cosecha, con cubrebocas que se empiezan a humedecer, a llenar de tierra… es complicado, pero han respondido muy bien”, sostiene Ricardo.
No obstante, el líder agropecuario también apunta a un desafío que se asoma por el horizonte: la inseguridad. González Montes de Oca dice que están conscientes de que la pandemia traerá consigo una crisis económica bastante fuerte, la cual podría desencadenar incidentes delictivos. Este es un problema que ya enfrenta el sector y que el mismo Bosco de la Vega ha advertido que se puede agravar:
“La seguridad es el tema más grave. Son 3 mil 100 personas muertas por año y cobros por derechos de producción, asaltos en transporte y maquinaria y equipo. La delincuencia (sigue) creciendo en el sector agropecuario y nos hace muy vulnerables en caminos rurales y no la estamos pasando nada bien”, sostuvo en declaraciones recogidas por El Economista.
Exportaciones, área de oportunidad
Pero también hay áreas de oportunidad. En el mes de marzo, las exportaciones agropecuarias registraron un incremento de 22.3%, según información del INEGI. El aguacate, jitomate y frutos comestibles fueron los alimentos que registraron un mayor crecimiento.
“Con el problema de desabasto, Estados Unidos está pidiendo más carne, jitomate, más congelados, como nunca lo habíamos visto. En una semana te piden el triple de lo que pedían normalmente”, señala Ricardo Álvarez, presidente del CEAA.
En este sentido, cobra relevancia uno de los proyectos bandera de la SEDRAE, indica Muñoz de la Torre: la reconversión productiva. A través de esta iniciativa, la secretaría está empujando la migración hacia cultivos que supongan un menor gasto de agua y sean más rentables para los productores respecto de los sembrados tradicionales.
Los productores hidrocálidos están empezando a producir aguacate, espárrago, vid, fresa, berries, granada, cítricos; cultivos que tanto Muñoz de la Torre como González Montes de Oca estiman que podrán elevar las exportaciones hidrocálidas y beneficiar al sector.
En este sentido, el gerente del CEAA puntualiza que otro desafío es mantener los estándares de calidad, higiene y sanidad que permitan obtener productos inocuos para continuar con las exportaciones, pero también para abastecer el mercado local, principal destino del sector agropecuario nacional y estatal.