Por: Dra. Claudia Quirós Fernández
International Future Strategist
Director de Orâkolo
Nos enfrentamos a una policrisis que afecta a múltiples sistemas, por lo que sería un error enfocarnos solamente en la economía. Lo verdaderamente importante es que estos cambios afectarán a casi todas las partes de nuestras vidas. No obstante, es tranquilizador saber que estarán regidos por la “paradoja sistémica”. Según Martin Recke, “los sistemas cambian para asegurar su continuidad”.
El caos del cambio será mitigado por las fuerzas sistémicas de estabilidad. El problema se da cuando los sistemas no están dispuestos y se resisten al cambio; esto sucede cuando estamos acostumbrados a ver al corto plazo. Con un horizonte tan corto de tiempo, poco podremos hacer.
Es cierto que los sistemas favorecen la continuidad, pero también que deberán cambiar rápidamente para sobrevivir si es necesario; si no lo hacen, corren el riesgo del colapso.
Antes fue la pandemia, hoy es la guerra, y el mapa de riesgos del Foro Económico Mundial 2022 muestra los siguientes eventos que ponen a los sistemas bajo presión.
Los mercados y su “magia”
Las consecuencias de la guerra en Ucrania forzaron muchos cambios. El shock en el valor de la energía está conduciendo a precios más altos en general y, por lo tanto, a inflación. También hace que la producción sea insostenible y se prevea un posible paro en las cadenas de suministro.
Hasta ahora, la interacción de los mercados y la intervención del gobierno han resuelto ese tipo de problemas, pero el desempeño pasado no es garantía. ¿Confiamos en que nuestros sistemas se adapten y produzcan los cambios necesarios? ¿Qué nos toca cambiar en nuestras empresas?
La inflación también socava nuestra confianza en el dinero. Los bancos centrales están interviniendo para frenar la inflación; con la elevación de las tasas de interés, viene el riesgo de una recesión global y una contracción de la economía.
Aquellos mercados que se adapten serán resilientes y competitivos. La clave se llama Future Readiness, la habilidad de leer los sistemas y prepararse con anticipación.
El “pastel” cada vez es más pequeño
El “pastel” total del PIB mundial se está haciendo menor. Las pérdidas no se distribuirán por igual y el proceso será difícil. Algunas personas perderán sus trabajos, pero otras se beneficiarán de los cambios.
Pasa lo mismo para quien está convencido de que los futuros negocios son aquellos que son parte de las soluciones a estos retos. Esto es lo que yo llamo hacer inteligencia de futuros y, por consecuencia, innovar para el futuro.
Los negocios insostenibles desaparecerán y darán lugar a otros más sustentables, circulares, con nuevos valores y con propósitos acorde a las nuevas necesidades. Los recursos entonces se liberarán y se podrán utilizar mejor en el futuro. Este cambio sistémico puede ser inconveniente y el proceso se parecerá mucho a una crisis sistémica.
El choque entre la democracia y el capitalismo autocrático como fuerza organizadora de nuestras sociedades se combinan con el cambio climático, el impacto de la era digital y la proliferación de armas nucleares. En conjunto, crean un periodo de inestabilidad.
La policrisis acelerará el cambio
Acorde con Recke, la guerra actual es solo la punta del iceberg. Estamos ante una policrisis: no es sólo una situación, sino que ahora enfrentamos múltiples crisis. El peligro inherente es que algunos sistemas, mientras se adaptan a la presión, pueden moverse en la dirección equivocada —agregando aún más presión a otros sistemas—.
Sólo es cuestión de ver el mapa entrelazado de los riesgos globales previsibles. Los sistemas cambiarán e impulsarán cambios adicionales a un ritmo aún más acelerado.
Seis maneras en que podemos mejorar el futuro
Acorde al artículo publicado por Adam Tinworth, con motivo de las conclusiones de NEXT 2022 y COP27 2022, existieron muchas señales claras hacia una vida mejor, un futuro mejor y, en consecuencia, una mejor economía.
Necesitaremos prosperar como sociedad y, a partir de escenarios posiblemente no deseables, tendremos que diseñar las maneras. Cuando las cosas parecen difíciles, peligrosas y sombrías es cuando más necesitamos esforzarnos.
Por ello, a continuación, te compartimos seis formas en que podemos construir un mejor futuro para nosotros mismos.
- Mejores comunidades
Bajo el modelo de la tecnología basada en Blockchain, la Web3 puede facilitar las comunidades creativas en línea y permitir obtener valor financiero de su trabajo.
- Mejores ciudades
Existe la oportunidad de repensar las ciudades. Se necesita un nuevo contrato social para la era actual, que involucre la soberanía digital y nos permita establecer la dirección que queremos que tome la tecnología.
- Mejores asistentes
La inteligencia humana está lejos de ser la única, y existe un gran potencial en el aprovechamiento de formas de inteligencia no humana (no sólo la IA, sino la propia de la naturaleza).
- Mejor biología
La velocidad con la que obtuvimos acceso a las vacunas contra el COVID-19 insinuó un futuro mejor. Los avances en bioingeniería no sólo han cambiado la secuenciación del ADN sino también la capacidad de sintetizarlo. Se ha abierto la puerta a la medicina de precisión.
- Mejores vidas
Si hacemos que el trabajo de las personas sea mejor, lograremos una gran mejora en su vida en general. Debemos comprenderlos como personas y entender su propósito, no sólo pensarlos como un conjunto de ecuaciones o puntos de datos en una evaluación de desempeño.
- Mejor diseño
Necesitamos sumergirnos en la complejidad de las personas, las ideas y los sistemas. Una vez que los entendamos verdaderamente, podremos lograr claridad y simplicidad. Así lo explica Nick Law: “La simplicidad profunda es el diseño que surge de la comprensión y el movimiento a través de la complejidad”.
Trends en el proceso de Prospectiva Estratégica
Hoy, la competitividad de cara al futuro se mide según la gestión de tus competencias para lograr la creación de valor a largo plazo. La economía hoy se mide más allá del PIB y del crecimiento económico; incluye nuevos factores que ayudan a medir la prosperidad y aquellos que garanticen también el mejor futuro para la siguiente generación.
Los líderes empresariales deberán construir valor compartido. ¿Por dónde comenzar? Aquí los tópicos que no deberás perder de vista. Tendrás que profundizarlos en tu proceso de Prospectiva Estratégica en los siguientes años:
- Geo-economía
- ODS No. 10. Reducir inequidad
- Economía circular
- Futuro del comercio internacional y la inversión
- Inversionistas institucionales y fondos soberanos
- Banca y mercado de capitales
- ODS No. 8. Trabajo decente y crecimiento económico
- Nueva visión de las finanzas para el desarrollo
- Futuro del progreso económico vs. prosperidad inclusiva
- Cadena de suministro y transporte green y smart
- Futuro de los sistemas financieros y monetarios
- Blockchain
- Finanzas e inversiones sustentables
- Finanzas públicas y sistemas de protección social
- Emprendimiento en pro de la regeneración
- Seguros y gestión de activos de cara al futuro
- Economía ilícita
- La meta NetZero y ZeroDesperdicio
- Nuevas métricas ESG (beyond GDP)