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El cambio de jugada del Gobierno Federal

A menos de una semana de ganar los comicios, Andrés Manuel López Obrador, hoy presidente electo, dio a conocer que la figura de los delegados federales sería eliminada y sustituida por los coordinadores estatales de programas de desarrollo, uno por cada entidad federativa (en Aguascalientes, Aldo Ruiz Sánchez, actual presidente estatal de Morena, fue el propuesto para ocupar este cargo); además de que planteó -en ese momento- la desaparición de las oficinas de las delegaciones federales en cada estado.

Evidentemente, la implementación de esta medida generará ahorros en el gasto público y terminará con plazas, principalmente de confianza, en las cuales –para nadie es desconocido- se coloca por tradición a militantes, simpatizantes o personas afines al partido político que está en el poder a nivel federal.

Al respecto de las acciones gubernamentales mediante las que se busca ahorrar recursos, el doctor Gabriel Purón Cid, uno de los coordinadores de la Maestría en Gerencia Pública del CIDE Aguascalientes, menciona que éstas no son nuevas: a lo largo de los años, han recibido distintos nombres como ‘racionalidad presupuestaria’, ‘medidas de austeridad’, entre otros, y se han estado instrumentando en el Presupuesto de Egresos desde 1994; de ahí que no solo están institucionalizadas, sino que incluso se han ido desvirtuando.

Sobre la disposición de López Obrador, considera que en las delegaciones federales -como en cualquier organización pública o privada- se pueden hacer cambios que no necesariamente afecten “el corazón del negocio”. Y aunque todavía no está muy claro cómo se aplicará la medida anunciada, se esperaría que no perjudique programas que sí son necesarios para la población.

En este sentido, el doctor en Administración Pública comenta que es recomendable efectuar una revisión exhaustiva de los programas existentes para eliminar solamente aquellos que no tengan un verdadero impacto social.

En este examen -el cual estará emprendiendo la próxima administración federal-, también será necesario, a juicio del académico, tomar en cuenta que en los gobiernos estatales y municipales existen dependencias que realizan las mismas funciones que las delegaciones federales, lo cual genera confusión en los ciudadanos porque en ocasiones no saben si están acudiendo a la oficina indicada para ser atendidos.

En cuanto al presupuesto, opina que en las delegaciones federales se pueden reducir costos en aquellas áreas que no son sustantivas, es decir, que no tienen que ver directamente con la prestación de servicios o entrega de apoyos.

En general, no se vislumbra que desaparezcan todas las delegaciones federales. Desde el punto de vista de Gabriel Purón, en aquellas que prevalezcan deberá forzosamente haber un encargado que surja de los mandos medios, el cual rendirá cuentas al coordinador estatal, “lo que está diciendo el próximo Gobierno federal es no voy a pagar 25 (delegados), voy a poner solo uno (coordinador local)”.

Tampoco se debe perder de vista que en la actualidad los delegados federales son supervisados por el representante de la Secretaría de Gobernación. Así funciona el sistema de pesos y contrapesos en México, donde además de tres poderes, hay tres órdenes de gobierno.

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