Aumenta la demanda de instalaciones, al ir implantándose en el país entre usuarios de múltiples perfiles el deseo de hacer ejercicio, mantenerse en forma y tener unos hábitos más saludables.
Hasta hace poco la cultura del gym no estaba tan arraigada en México como en Estados Unidos o Europa, donde, según el informe “European Health & Fitness Market Report”, en 2023 más de 63 millones de personas acudieron al gimnasio.
Pero, pese a la mayor implantación que pueda haber en las áreas geográficas referidas, lo cierto es que se trata de un fenómeno que está despegando con fuerza a nivel global, alcanzando también a países como México, que partían con unos guarismos modestos tanto en número de clubs como de socios.
El aumento de la demanda en el país es bastante nítida, ya que la queja por la falta de instalaciones donde entrenarse es bastante recurrente, en un contexto en el que la preocupación por el físico ha aumentado de manera exponencial, sin obviar tampoco el peso que tiene el deseo de llevar una vida saludable, el rol que tiene el entrenamiento a efectos de salud mental o el papel que juegan los gimnasios como espacios de sociabilidad.
Hablamos de necesidades múltiples y transversales, que pueden tener por igual estadounidenses, españoles o mexicanos, necesidades que acaban conformando una potente demanda de instalaciones para ejercitarse, solo que en los dos primeros casos el mercado está más saturado por la oferta que hay. Así, abrir franquicias de gimnasio en México promete un negocio bastante lucrativo por la carencia de centros de entrenamiento que hay en el conjunto de país, incluso en CDMX.
Motivaciones para ir al gimnasio
Estar en forma se ha convertido en los países desarrollados en una auténtica aspiración transversal, que motiva a personas de distintos sexos y de diferentes edades, si bien los más jóvenes son más proclives todavía por múltiples causas, que van desde la concienciación de la importancia de llevar un estilo de vida saludable hasta la influencia de las redes sociales.
A todo ello, se une la consideración del entrenamiento como herramienta esencial para la salud mental, al permitir quemar el estrés inherente a los ritmos de vida actuales, marcados por las responsabilidades laborales y las obligaciones domésticas, que son siempre más llevaderas después de haber entrenado duro y liberado endorfinas que producen sensación de bienestar.
Los gimnasios como espacios de sociabilidad
Tampoco hay que obviar el papel del gym como lugar de encuentro, espacio ideal para relacionarse y socializar, compatibilizando el entrenamiento con la posibilidad de conocer gente con motivaciones similares. Por ello, no es de extrañar que se formen grupos de amigos del gimnasio que organizan planes y actividades fuera de él, desde deportivas hasta meramente recreativas para salir a tomar algo.
Además, la oferta de los mejores gimnasios no es unidimensional, y también puede incluir programas grupales que compatibilizan el entrenamiento con el baile, especialmente valoradas por el segmento femenino debido a su enfoque en la socialización y el disfrute. Aunque igualmente son muchas las mujeres que se decantan por el fitness, el crossfit y disciplinas similares.
Los beneficios múltiples que aportan este tipo de instalaciones explican la necesidad de proliferación, que se adivina particularmente intensa en países como México, donde hay un déficit de las mismas que no da respuesta a una demanda que aumenta de manera exponencial, como se puede percibir con nitidez a poco que nos fijemos en nuestro entorno más inmediato.
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