El platillo zacatecano por excelencia, el asado de bodas, es el protagonista de los boletos de la Lotería Nacional. Esto derivado del convenio entre la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) y la Lotería Nacional, con el objetivo de impulsar el turismo gastronómico.
Derivado del convenio, se imprimieron casi 4 millones de billetes que incluyen los platillos típicos de cada estado, develando uno cada semana. En esta ocasión, para representar la riqueza gastronómica típica de Zacatecas, se escogió el asado de bodas.
La develación del diseño del boleto se realizó en presencia del vicepresidente de la Canirac Nacional, Miguel Camacho Herrera, la presidenta de Canirac Zacatecas, Estela Cárdenas Vargas, así como la secretaria técnica de la Secturz, Berta García Dávila y la secretaria de Turismo y Desarrollo Económico del Ayuntamiento capitalino, Laila Villasuso Sabag.
Durante la presentación se destacó la importancia de esta campaña para promocionar no solo la gastronomía típica de cada entidad, sino también fomentar el turismo y, a su vez, derrama económica. Al difundir las comidas típicas a través de los billetes de lotería se espera que se reconozca la importancia de este bien inmaterial. Señalaron:
“El valor de la gastronomía en el imaginario social cobra mucha fuerza en el día a día. Los platillos típicos no son típicos nada más porque sí, sino que traen consigo años de tradición y momentos. Son una síntesis y a la vez un reconocimiento que brinda identidad”.
El asado de bodas
En la variedad gastronómica de Zacatecas el asado de bodas se ha destacado por su popularidad y gran sabor. Pocos platillos condensan de manera tan fiel la tradición de la entidad. Detrás de él se destaca la labor de las manos trabajadoras del campo y de los productos que nacen de esta tierra.
Aunque sencillo, su sabor ha conquistado paladares tanto de locales como de visitantes. Se compone de carne de puerco, chile y condimentos, sin embargo, su preparación es todo un ritual.
Su origen se remonta a la época revolucionaria, específicamente al año en el que se lleva a cabo la gran Batalla de Zacatecas, misma que definió el rumbo de la guerra. Se cuenta que, en el municipio de Morelos,Francisco Villa, junto con su ejército, pidió a las mujeres zacatecanas un platillo para celebrar la victoria.
Con la escasez de ingredientes que tenían, crearon el asado de bodas y, a partir de ahí, se utiliza también como símbolo de celebración para compartir con familiares, amigos e, incluso, muchas de las veces, con la comunidad.