El Programa de Evaluación Internacional de Alumnos (PISA por sus siglas en inglés) fue desarrollado entre 1997 y 1999, y aplicado por primera vez en el año 2000 con la colaboración de 28 países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), entre ellos México (más cuatro países no miembros, dando un total de 32 naciones). Por lo tanto, se trata de un instrumento de evaluación que corresponde a la trayectoria de ciertos países, pero atendiendo a la universalidad del enfoque del examen y a la pertinencia cultural de los ejemplos utilizados en los reactivos.
Los resultados de la prueba describen el grado en el que se presentan las competencias estudiadas y permiten observar la ubicación de los resultados de cada país en el contexto internacional.
Las tres competencias evaluadas por PISA son: lectura, matemáticas y ciencias. PISA examina el grado de preparación de los jóvenes para la vida adulta y, hasta cierto punto, la efectividad de los sistemas educativos. Evaluó a 600 mil estudiantes de 15 años en 79 países en 2018.
El director del programa PISA, Andreas Schleicher, sostiene que: “el mundo real y el digital se han integrado y está claro que el mundo de la educación no ha respondido, o bien, no ha cambiado”.
México se encuentra por debajo del promedio de los países evaluados por cerca de 100 puntos en los diferentes órdenes. Algo que, para el secretario general del organismo con sede en París, el mexicano Ángel Gurría, solo puede describirse como “decepcionante”, según deja claro en la presentación del informe.
Mexicanos Primero visibiliza algunos hallazgos de PISA 2018: sólo 44% de los jóvenes desarrollan aprendizajes suficientes en matemáticas. ¿Pero los resultados son iguales en todos los estados?. Desde PISA 2012, último año con resultados desagregados, hacen ver las diferencias estatales. En Aguascalientes, Jalisco y Nuevo León, 58% de los jóvenes de 15 años desarrollaron un aprendizaje suficiente, pero en Chiapas y Tabasco sólo 24% y en Guerrero menos de 20%.
Para el 2018 en Aguascalientes casi el 60% de los estudiantes de 15 años desarrollaron un aprendizaje suficiente en matemáticas, ciencias y lectura, según los últimos resultados desagregados por entidad de la prueba y aunque si bien se encuentra entre los mejores evaluados del país, el contexto general del país no ha propiciado una mejora o un avance en materia educativa.
Solo el 1% de los estudiantes mexicanos tiene la capacidad de realizar actividades de alta complejidad cognitiva, con potencial para ocupar posiciones de liderazgo, de acuerdo con los resultados del 2018 del PISA. La prueba reveló que 79% de los estudiantes de América Latina se ubican en el nivel mínimo de competencias.
Es indudable el avance de algunos países asiáticos como: China, Singapur, Macao, Hong Kong, Japón, Corea del Sur y Taiwán. Por otro lado, en el continente americano, los mejores resultados fueron para Canadá, que ocupó el séptimo puesto global en lectura, el octavo en ciencias y el número 12 en matemáticas. México se encuentra cincuenta lugares después, en el sitio 53/73 con 420 puntos en lectura; en el lugar 57/73 en ciencias con 419 puntos y en el 61/73 con 409 puntos en matemáticas.
En su edición 2018, las pruebas PISA se concentraron especialmente en la evaluación de las capacidades de lectura. Y según la OCDE, los resultados sugieren que uno de cada cuatro estudiantes de los 36 países miembros de la organización no pueden completar las tareas más básicas de lectura, un problema que es todavía mayor en el llamado mundo en desarrollo. Y, según la organización, los problemas de comprensión lectora podrían limitar las oportunidades de las nuevas generaciones «en un mundo digital cada vez más volátil«.
En América Latina ocho de cada diez estudiantes tienen un bajo nivel de competencia en lectura, matemáticas y ciencia, de acuerdo con los resultados de la prueba PISA 2018. La directora de la OCDE, Gabriela Ramos, dijo durante la presentación del estudio realizada en Guadalajara que esta situación «es extremadamente preocupante porque sin competencias básicas nuestros chicos se van a quedar al margen en muchos aspectos de la economía global».
Las instituciones aseguraban que costaría una década ver los resultados de la reforma Educativa de 2014, pero si las proyecciones continúan igual, habrá que esperar otros diez años para comenzar a ver si la Nueva Escuela Mexicana y las disposiciones de no evaluar a los docentes, son el camino correcto. Esperamos un futurible o estructuramos un futurable (futuro deseable) que nos acerque más a una plataforma de despegue, que favorezca el desarrollo del país.