Desde que el inicio del actual gobierno federal se anunció la intención de fomentar el turismo y volver a posicionar a México como uno de los destinos turísticos mundiales. Así mismo se trató de impulsar a las playas de guerrero, Michoacán y Tamaulipas como destinos turísticos seguros, todo ello en una estrategia integral que buscaba reactivar la economía de esas zonas.
Los resultados comenzaron a darse, después de pasar de casi un 60 % de ocupación en años anteriores, estas zonas turísticas del país comenzaron a registrar un aumento en su número de visitantes, tan es así que en el puerto de Acapulco se celebró una ocupación histórica en este año 2015.
Sin embargo a inicios del mes de abril del presente año en la cámara de diputados la legisladora Adriana fuentes Téllez (PRI) presentó la iniciativa que tiene como fin acabar con los famosos «puentes largos», su argumento dice ella:
Los días de asueto obligado no fueron diseñados de origen para vacacionar y beneficiar a las empresas del sector turístico, tal como se planteó en la iniciativa presentada y publicada en el año 2006, y si bien ha significado una amplia derrama económica, debe atenderse a los objetivos económicos planteados en todos los sectores de la producción.
Este argumento sin duda carente de bases, es el preámbulo de lo que quizá sea la eliminación de la mejor herramienta de fomento turístico nacional; porque para la diputada del PRI, tiene más benéfico el guardar luto a don Benito Juárez, que el detonar la economía de los pueblos, ya de por sí golpeados por el crimen organizado. Esta es, la paradoja del fomento turístico de nuestro país, se dice que esta reforma a la ley federal del trabajo aumentará la competitividad y con ello detendrá el deterioro de la cultura Laboral; habría que preguntarles a todos aquellos mexicanos que comen del turismo si con esta reforma estarían en condiciones de celebrar nuestra historia. Con ello nuevamente cobra vida aquella frase que Aguilar Camín le atribuía a don Jesús reyes Heroles y que decía: México es un país, al que le sobra pasado y le falta futuro.