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El apocalipsis del retail

 No es un secreto que las formas de consumir están cambiando. Antes, lo innovador era que todo estuviera “a un click” de distancia. Hoy ese recorrido se acortó y en nuestro principal acompañante laboral y personal –el celular– se encuentra un universo cuyas barreras aún no han sido descifradas. 

El consumo digital vino a romper todo esquema comercial, financiero y logístico igualando las condiciones para cualquier negocio, sin importar su tamaño. Actualmente, tanto una empresa pequeña como una grande pueden comercializar sus productos y servicios desde plataformas tecnológicas, olvidándose de gastos como la renta de un local, seguridad, servicios básicos y otros que se consideraban irremplazables. 

¿Podría ser este el fin de las tiendas físicas? ¿Estamos llegando a una especie de “apocalipsis” del retail tradicional? Es difícil dar una respuesta certera a este cuestionamiento, pues día con día surgen nuevas tendencias que podrían modificar lo que hoy parece un axioma. Pero lo cierto es que, como dicta la ley natural, si el mercado está evolucionando, quienes no se adapten morirán. 

Una mirada (no tan) futurista 

El contexto que vive México en materia de comercio digital podría parecer un tanto retrasado y alejado a lo que están haciendo países como Estados Unidos y China; pero por lo menos en el caso de la nación oriental, la brecha digital se redujo en un lapso muy corto. 

Fernando Macías Berumen, doctor en Estudios de Desarrollo en China y especialista en transferencia de conocimiento global hacia México, vivió más de una década en el país asiático, periodo en el cual le tocó presenciar el boom industrial, tecnológico y económico de la que es considerada una superpotencia mundial en la actualidad. 

El hidrocálido residió en China de 2005 al 2015. Este último año marcó su regreso a tierra mexicana, aunque por poco tiempo. Volvió en varias ocasiones, en breves viajes de exploración sobre el ecosistema de innovación de la nación asiática y sobre las prácticas que podría compartir en territorio azteca.

Su experiencia se traduce en una sencilla frase: “Seamos más como China”. El emprendedor estima que el tiempo no es un factor que haga a México más retrasado que otros países en materia tecnológica: es la cultura el verdadero problema de fondo. 

“De un día al otro se puede generar el cambio, pero la verdadera raíz está en lo cultural. No queremos entender lo que este tipo de plataformas representa e incluso queremos legislar [con la Ley Fintech] antes de comprender cómo regularlo. China dejó que su sociedad se adaptara, después evaluó y finalmente hizo negocio con ello”, reflexiona. 

Hoy en día, el consumo de la sociedad china está pautado por tres aplicaciones: WeChat, Alipay y CUPS, las cuales son denominadas como ‘super apps’, término que hace referencia a plataformas que integran todos los servicios que un usuario requiere en un sólo lugar. 

¿Realmente todos? Sí, todos y cada uno de los más esenciales y específicos: transporte, alimentación, servicios, redes sociales y claro, el pago de cualquier producto y servicio al alcance del celular, lo que también es conocido como ‘cashless’. 

Estas aplicaciones llegaron para facilitar la vida de la sociedad china, generando un intercambio de información que, al final del día, se destina a la generación de otros productos y servicios que atienden las necesidades de la misma población. De tal forma, esas marcas se han convertido en aliados del consumo de toda una nación. ¿Podría México desarrollar algo similar? 

Los avances 

México se está adaptando a las facilidades que ofrecen las plataformas digitales; pero por su cercanía a Estados Unidos, su transición está siendo muy parecida a la que su vecino comenzó hace casi una década. ¿Es ese el camino correcto? Fernando Macías compara el recinto tecnológico más importante de la nación norteamericana con las grandes ciudades de China. ¿Cuál es más avanzada? 

“En Silicon Valley no vemos la tecnología por las calles. Todo va enfocado a desarrollar tecnología y mejorar las aplicaciones existentes; sin embargo, en China todo el tiempo se está en contacto con la innovación. Ellos abrieron su mercado a la tecnología y lo apropiaron rápidamente a su estilo de vida”, menciona el experto.

En México la tecnología aún no se ve por las calles. Algunos establecimientos han comenzado a facilitar sus pagos por medio del contactless o de plataformas mPOS, estas últimas no son más que dispositivos conectados a un celular que hacen las transacciones a mayor velocidad que una terminal bancaria; no obstante, en China este proceso se simplifica a deslizar el celular sobre un código: 

“Prácticamente en todo el país la tecnología está al alcance de su gente, sin importar la edad que tengan. En Estados Unidos y en lo que empieza a mostrarse en México, la tecnología está hecha para gente joven. El tema es adaptarla a todos y capacitar a cualquier persona para que su vida se transforme al utilizarla”

Macías destaca que México está dando pasos importantes para mejorar el contacto de su población con la tecnología, principalmente en sus grandes metrópolis. Desde su perspectiva, Guadalajara es quizá la entidad más avanzada en este sentido, pues se encuentra desarrollando proyectos de ciudades inteligentes; no obstante, subraya que cualquier progreso que se logre debe de ser acompañado de un proceso de adopción e implementación, lo cual “sigue siendo la principal traba”

¿Qué tan lejos está Aguascalientes de las tendencias? 

Como lo asegura Fernando, la distancia puede ser “un solo día”. Lo importante es modificar el chip cultural. Andrés Díaz Bedolla, CEO en México y Latinoamérica de la organización China Campus Network, resalta que el desarrollo que han llevado Aguascalientes y otras entidades del Bajío propicia condiciones para insertar la tecnología en la dinámica social. 

Explica que la conectividad a internet es un primer gran paso para lograrlo, en lo cual Aguascalientes destaca al ser de los estados con menos brecha digital. Más del 70 por ciento de su población urbana tiene acceso a una red y más del 60 por ciento de la rural también lo tiene. Ésta es de las menores brechas entre un segmento y otro, lo cual trae mayores posibilidades para que su sociedad se adapte al uso de tecnología. 

Desde los negocios, Diego Romo, director de la firma de tecnología Maindsoft, comenta que apostar por comercializar productos o servicios en plataformas digitales puede requerir una inversión inicial alta; sin embargo, detalla que con una buena implementación de las herramientas es posible ampliar mercados y acelerar ventas en cualquier parte del mundo. 

El experto señala que aún son minoría las empresas que cuentan con retail online, por lo que el uso de tecnologías de información e innovación es una de las asignaturas más serias y preocupantes debido al bajo desarrollo y conocimiento que se tiene al respecto: 

“Para el vendedor será más fácil detectar su público meta, incrementar sus ventas e impulsar su operación logística en su distribución, cobros, políticas de devolución y análisis de bases de datos. Podrá verse como algo costoso, pero a largo plazo es una inversión importante para acrecentar su negocio”

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