Fotografías de Eduardo Escamilla.
Cuando Andrés Manuel visita Aguascalientes, se siente como en casa. Bastaron sus primeros pasos en la Plaza del Mueble de Jesús María para que se produjera un gran tumulto. Estudiantes, adultos mayores, personas con discapacidad y otros grupos más vitorearon la visita del presidente de México: su presidente.
Se le da el abrazar y besar gente. Acaricia la mollera de un niño, como dándole una bendición; posa para la foto sin lucir forzado o fatigado; camina lentamente para que ningún ciudadano en la multitud pierda la oportunidad de tocar su mano. La gente lo quiere. Su fuerte es arroparse en las masas y todos los presentes lo saben.
A su llegada se escucha el grito: “¡Gober, gober, gober!..” como muestra de apoyo al mandatario estatal, que por primera vez en lo que lleva la 4T en el poder, acompañó al presidente en su visita. El pánico escénico era latente, múltiples gobernadores han sido abucheados y ofendidos en las visitas de AMLO, pero ésta vez la disputa era entre los gritos de soporte al jefe del estado y los dedicados al presidente nacional.
Ambos estuvieron juntos desde el aeropuerto. Compartieron posturas sobre diversificar la economía aguascalentense ante los retos macroeconómicos y se plantearon trabajar en equipo para los próximos años. Ya en el evento, Orozco Sandoval reconoció la entrega de los apoyos por parte de los ‘Programas Integrales de Bienestar’, que según el presidente nacional, beneficiarán a 74 mil aguascalentenses.
En el discurso tan esperado por las casi 3 mil personas del evento, AMLO repitió las palabras que, desde campaña, ha venido diciendo: “No vamos a quedarles a deber nada, nos vamos a poner al corriente, vamos a cumplir todos los compromisos”, gritaba con intensidad.
La audiencia lo aplaudía. “¡Acaba con los corruptos!”, decía don José; un bracero que recién acababa su jornada laboral y, con el celular de su hija, grababa el discurso como si fuera el concierto de su grupo musical favorito. “¿A dónde le aprieto, carnal?”, me preguntó emocionado para comenzar a grabar el vídeo.
Cuando don José gritaba, otras personas lo seguían. Pero al momento de ofender al gobernador, uno de los “Servidores de la Nación” -grupo de voluntarios que coordina eventos y encuestas de Andrés Manuel-, se acercó para pedirle discreción. “¿Es un delito gritar?”, le respondió don José, a lo que el asistente decidió solamente alejarse, pues varios seguidores se acercaron a cuestionarle lo mismo.
Mientras tanto, Andrés Manuel seguía con el discurso: La fórmula es sencilla, tampoco es tan complicada, la fórmula es, como lo he dicho durante mucho tiempo, acabar con la corrupción y acabar con la impunidad. Eso es todo”. La audiencia aplaudía sin cesar a las mismas palabras que le hicieron ganar la presidencia.
Algunas personas tumbaron un par de vallas, por lo que los “Servidores de la Nación” estaban atentos a retener la euforia que generaba el presidente. “No lleguen a los golpes”, les dijo uno de los cabecillas al grupo. Pero esto no representó ningún conflicto, pues más allá del júbilo, no se dieron actos de violencia en el lugar.
Se sintió en casa. Sí, una casa que sólo ha visitado dos veces en sus seis meses como presidente, pero en la que fue bien recibido. Increíble fue la influencia que tuvieron sus palabras en la gente. Las mismas frases de siempre aparecían de nuevo y resonaban como un cántico emblemático de la identidad mexicana. “Me canso ganso” fue la más célebre.
Su discurso, además de hablar sobre corrupción, incluyó el tema de la negociación entre México y Estados Unidos para evitar los aranceles, lo que aludió como un gran logro para el país. Resaltó que con ello se evitó la afectación a una industria que genera muchos empleos en Aguascalientes: la automotriz.
“Por eso enfrentamos este asunto con tranquilidad y no caímos en la confrontación, porque no queremos enfrentamientos ni con el gobierno de Estados Unidos y mucho menos con el pueblo de Estados Unidos”, exclamó al unísono de las veneraciones de los asistentes.
Posterior a los aplausos, Andrés Manuel mencionó por primera vez un proyecto relacionado con Aguascalientes, la diversificación; aunque no dio detalles de cómo colaboraría con el gobierno estatal en ello:
“No se pueden poner todos los huevos en una canasta (…) si hay problemas en una rama de la economía, si se tienen otras se puede salir adelante, pero si todo depende de un solo sector, ahí sí ya es más difícil. Por eso tenemos el compromiso de apoyar a Aguascalientes y lo vamos a hacer de manera coordinada con el gobernador, no nos vamos a pelear”.
El mandatario federal concluyó comprometiéndose a mejorar las condiciones de de los servicios de salud, los créditos Infonavit y las facilidades para los maestros. “Dijimos que se iba a cancelar la mal llamada reforma educativa y ya se canceló la mal llamada reforma educativa. Y vamos a mejorar con los maestros, con los padres de familia y las autoridades se va a mejorar la calidad de la enseñanza”.
Agregó que sus visitas al estado continuarán, poniendo como posible punto de su próxima visita al municipio de Calvillo. Refirió que cada tres meses visitará algún municipio distinto de la entidad y cerró su discurso al igual que como lo comenzó, prometiendo “no fallarle” a los mexicanos:
«No les voy a fallar, ya lo van a ver, se van a quedar con las ganas los que piensan que somos iguales. No. A mí me pueden llamar ´Peje’, pero no soy lagarto. Y amor con amor se paga. ¡Vamos adelante! ¡Que viva Jesús María! ¡Que viva Aguascalientes! ¡Viva México!«