El estrés hídrico que, desde hace varios años, atraviesa Aguascalientes (y, en general, la región Bajío) requiere de soluciones inaplazables.
La Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), a través de su actualización sobre la disponibilidad media anual en el acuífero del Valle de Aguascalientes, refiere que existe un déficit superior a los 100 millones de metros cúbicos anuales —debido a los altos niveles de extracción y al bajo nivel de recarga de los mantos acuíferos—.
Humberto Blancarte Alvarado, presidente del VIII Consejo Directivo de la Asociación Mexicana Hidráulica (AMH) Sección Regional Aguascalientes, advierte que actualmente en la capital se perforan pozos superiores a los 500 metros de profundidad (prácticamente el doble de lo que se necesitaba antes).
“Hay zonas en la ciudad que se abaten hasta dos, tres metros al año, lo cual es un indicador de que estamos sobreexplotando el acuífero”, señala. A mayor profundidad de extracción, mayor resulta el riesgo de que el vital líquido no sea de óptima calidad por la presencia de metales pesados, agrega.
El Atlas del Agua en México (2018) publicado por CONAGUA documentó que el uso del vital líquido se distribuye de la siguiente manera:
- 77% a actividades agrícolas.
- 20% al abastecimiento público.
- 3% a la industria autoabastecida.
Blancarte Alvarado señala que una alternativa importante para el suministro de agua agrícola es la consolidación del Distrito de Riego 001. En ese sentido, el gobernador de Aguascalientes, Martín Orozco Sandoval, ha manifestado el objetivo de completar el proceso de tecnificación antes del término de su mandato.
“Una vez terminado el proyecto, se podrían ahorrar hasta 50 millones de metros cúbicos por año, lo cual es muchísimo”, comparte el presidente de la AMH Sección Regional Aguascalientes.
El especialista valora positivamente los esfuerzos emprendidos para la reconversión productiva del campo hidrocálido, al apostar por cultivos menos demandantes de agua. También reconoce el impulso a la tecnificación de las parcelas con sistemas de riego por goteo, el cual suministra las cantidades necesarias para cada tipo de cultivo.
En el abastecimiento público, Blancarte Alvarado sugiere realizar una sectorización de las redes hidráulicas para enfocar, de manera precisa, las tuberías que requieren reparación:
“En función de las estadísticas que se tienen de las fugas, la edad de las tuberías y del tipo de material con el que están fabricadas, la sectorización te da una visión para definir en dónde debes reparar ciertos tramos”, aconseja.
De igual forma, el experto enfatiza que debe definirse una gobernanza del agua más clara que marque un rumbo estatal para los próximos cincuenta años. De ahí que abogue por un proyecto duradero, transexenal y que brinde continuidad (sin importar quien esté en los diferentes órdenes de gobierno).
“Si no hay recursos gubernamentales [para los proyectos hídricos], se podría invitar al sector privado y establecer esquemas de asociaciones público-privado (APP)”, expone.
El presidente de la AMH en Aguascalientes también sugiere apostar de manera más decidida por la reutilización del vital líquido a través de plantas tratadoras. De esta manera, se podría destinar una importante cantidad de agua a la agricultura, o incluso para uso humano, después de un proceso riguroso de tratamiento, filtración y potabilización.
“Estimamos unos 80 millones de metros cúbicos tratados que podríamos volver a reutilizar en la zona de cultivo”, añade Blancarte. El tiempo se agota.