Icono del sitio Líder Empresarial

Educación, la clave para pasar de la manufactura a la mentefactura en Aguascalientes

Juan José Goñi Zabala, autor del libro Mentefactura: el cambio del modelo productivo, concibe la mentefactura como una forma de entender el trabajo en relación con la capacidad de idear e interactuar.

Desde su punto de vista, hasta hace poco tiempo el trabajo se había entendido como la realización de una actividad mecánica, es decir, que exige más una habilidad manual que intelectual; sin embargo, las personas no sólo están hechas para mover piezas, también tienen la capacidad de pensar e interactuar con otros, de ahí que el trabajo del futuro se vincule con el conocimiento y las emociones, lo cual transformará las formas de organización en el sector productivo.

Asimismo, considera que la empresa es el agente mejor preparado para vivir la transformación social, porque tiene la presión de la eficacia; aunque advierte que debe buscar el beneficio de todos sus miembros, pues calidad de vida no sólo es economía, también es conocimiento, educación, sanidad, cultura, capital de confianza y ambiente: riqueza social es gobernar todas estas variables.

En Aguascalientes, ¿cómo vamos en mentefactura?

La productividad es una de las variables que se toma en cuenta para medir los avances en mentefactura. Un estudio comparativo (Mentefactura y productividad, Eugenio Herrera Nuño) entre las entidades de la región a la cual pertenece Aguascalientes -que también comprende Jalisco, Zacatecas, San Luis Potosí, Querétaro y Guanajuato-, y que toma en cuenta extensión territorial, número de habitantes y valores producidos en miles de pesos en cada uno de los tres sectores de la economía, señala que la productividad de Aguascalientes en el ramo primario es la más alta por kilómetro cuadrado (1,471,000.87 pesos).

En el sector secundario, la productividad por habitante en Aguascalientes (67.88 pesos) y Querétaro (74.22 pesos) es superior a la de Jalisco (46.33 pesos); mientras que la productividad per cápita en comercio y servicios tiene menos asimetrías entre Querétaro (110.58 pesos), Jalisco (93.50 pesos) y Aguascalientes (90.83 pesos).

De entre los seis estados seleccionados para el estudio regional, sólo Aguascalientes aparece en el top ten de los más ricos de México (en el séptimo lugar), lo cual empata con su productividad y liderazgo, de acuerdo al listado elaborado por Polithink.

Por tanto, si la mentefactura está relacionada con la capacidad de idear e interactuar, con estos indicadores se advierte que esta mezcla existe en el territorio hidrocálido.

La importancia de la inversión extranjera

En este contexto, la doctora en Educación María Antonieta Zuloaga Garmendia, coordinadora de Servicios Tecnológicos del Centro de Investigación en Matemáticas, A.C., considera que Aguascalientes está dando pasos firmes hacia la mentefactura, porque ha apostado por la formación del capital humano.

Esto se refleja en el número de universidades, tanto públicas como privadas, que hay en la entidad, así como en la política implementada para acercar la educación a las comunidades rurales con el fin de que sus habitantes puedan laborar en las empresas que se instalan.

Adicionalmente, la inversión extranjera ha “jalado” a la sociedad hidrocálida para prepararse y enfrentar las necesidades de la industria, y aunque no se tiene un inventario de las capacidades tecnológicas con las cuales se cuenta, una gran ventaja son los centros de investigación establecidos en la entidad, necesarios para formar a los colaboradores que requieren las compañías.

“Empresas como Nissan, Xerox y Texas Instruments han sido muy benéficas para el estado, porque son las primeras detonadoras de conocimiento en Aguascalientes; empezaron a hablar de sistemas de calidad y a complementar la formación de los ingenieros”, dice María Antonieta.

Y aunque todavía se está lejos de contar con plantas totalmente automatizadas, ya existe un desarrollo tecnológico considerable. De hecho, la llegada de COMPAS se perfila a ser un parteaguas para la tierra hidrocálida, dado que tendrá una gran cantidad de robots operando.

Por tanto, y desde su perspectiva, en todos los niveles se necesita personal que entienda la tecnología, eso es mentefactura. “Agregar valor conlleva manejar datos matemáticos y estadísticos, porque estamos llegando a niveles de conciencia mucho más elevados. Ahora todo está digitalizado y conceptualizado, de modo que la información y la formación son la clave”, explica la doctora en Educación.

La generación de “masa crítica”

A su vez, Elio Villaseñor García, doctor en Ciencias de la Computación y coordinador del Laboratorio de Big Data del INFOTEC, considera que un ingrediente fundamental para dar el paso de la manufactura a la mentefactura es la generación de “masa crítica”, la cual debe estar compuesta por científicos, investigadores y estudiantes.

Lo más importante es que estos últimos se especialicen en áreas que les permitan acceder a la economía del conocimiento, que tiene que ver con la alta tecnología. Por esto, estudiar una licenciatura o ingeniería ya no es suficiente, ahora también hay que realizar posgrados.

Para lograr este propósito están los centros públicos de investigación. Aguascalientes es la entidad con mayor número de centros por número de habitantes, y eso la distingue como un lugar idóneo para llevar a cabo investigación y desarrollo tecnológico.

“Han llegado muchos investigadores y egresados de las universidades. Ellos ya están formándose en los posgrados que ofrecen los centros; es un círculo virtuoso porque esos estudiantes que se están formando pueden convertirse en investigadores e ir incrementando esta masa crítica para lograr este paso de la manufactura a la mentefactura”, comenta Elio.

Y si los jóvenes quieren subirse a esta ola de desarrollo, tienen que salir de su zona de confort y apostar por las matemáticas, indispensables para entender el lenguaje universal de la nueva tecnología. “Mentefactura sin matemáticas sigue siendo manufactura; alguien que no sabe los principios de cómo funcionan las máquinas no podrá avanzar, no hay más”.

De manera particular, considera que en las tecnologías de la información hay mucho potencial, ya que las empresas de este ramo requieren personal altamente especializado en ciencia de datos, inteligencia artificial y sistemas embebidos, áreas que son parte de las nuevas industrias, como la 4.0.

Finalmente, el especialista reconoce que para cerrar la pinza necesitan mayor difusión de su oferta educativa y sus productos de investigación, en aras de que las firmas sepan que en la entidad hay programas de posgrado que pueden atender sus necesidades; sobre todo porque el Conacyt cuenta con un esquema de vinculación que ofrece estímulos a la innovación para el desarrollo de proyectos en centros de investigación destinados a la industria.

Salir de la versión móvil