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Educación disruptiva para la innovación: Michael García Novak

Educación disruptiva para innovadores

Foto: Líder Empresarial

Una educación disruptiva para la innovación no siempre encaja en una mente tradicional. La forma de aprender en un mundo moderno permite romper moldes y apostar por las ideas. Ese es el caso de Michael García Novak, CEO y fundador de Novak Innovation, así como de Infinite Institute.

Su pasión por el emprendimiento, los negocios y la creatividad llevaron a Michael a prepararse para brindar consultoría en las empresas que buscan nuevas formas de impulsar la educación disruptiva para la innovación entre sus colaboradores.

“Me asocié con una firma internacional, que se llamaba Idea Couture… Y empezamos a hacer innovación para México y Latinoamérica, trabajando con grandes compañías. Nuestro primer cliente fue Procter & Gamble. Y a Procter & Gamble le enseñamos temas de design thinking. En ese entonces era como lo que estaba de moda”, recuerda García Novak.

A partir de ahí, y luego de abrirse camino en todo en Monterrey, México y Latinoamérica, decidió abrir Infinite Institute. Esta escuela tiene como propósito brindar herramientas que conjugan la creatividad con los negocios.

¿Cómo pasar de una idea en educación disruptiva a la innovación?

Asimismo, Michael aconseja que si se tiene una idea, se debe llevar a cabo, pero siempre de la mano de la planificación:

“Si tienes una idea, asegúrate de dos cosas. Una es que responda a un entendimiento que tú tienes de qué problema tiene tu cliente y que vale la pena resolver… La segunda es no te tiras del vacío, sino, pon la prueba. Hay muchas formas de hacer experimentos. Puedes hacer experimentos para validar que ese problema es importante. Para validar que tu idea es interesante. Para validar cómo funciona. Para validar que se entiende. Para validar que es rentable. Para validar que puede evolucionar en el tiempo”, recalca.

En el caso de las empresas, García señala que éstas deben apostar por su talento creativo, debido a que el mundo de hoy lo exige. Entendiendo que es algo que se debe trabajar con paciencia y determinación.

“La innovación es como un bebé. Literalmente. O sea, puede que te tome cinco o seis años en que te debe comer. Pero en el proceso vas a tener que cambiar los pañales… Entonces se han dado cuenta  las empresas de que tienen que tener su departamento de innovación, donde se identifican oportunidades, se desarrollan ideas”, refiere.

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