Icono del sitio Líder Empresarial

Economistas advierten mayor impacto negativo en las mujeres por la pandemia por COVID-19

Creative Commons

Dafne Viramontes, secretaria de Estudios de Género del Colegio de Economistas de Aguascalientes, advirtió del impacto significativo que ha dejado la COVID-19 en la vida económica de las mujeres y las consecuencias que pueden traer para ellas en el futuro próximo, por lo que sugirió la creación de políticas públicas que ayuden a mitigar los efectos de la pandemia. 

La especialista puso en relieve que anterior que solo el 45% de las mujeres en edad de trabajar se encontraban laborando -formal o informalmente- o manifestaban su deseo de emplearse, cifra ostensiblemente inferior a la observada en los hombres del 77%. Este porcentaje podría verse aún más reducido con la pérdida de empleos por la situación sanitaria que atraviesa el mundo. 

Por lo pronto la economista refirió que de marzo a abril, la participación femenina en el mercado laboral formal en el país reportó una reducción del 2.2%, misma cifra registrada a nivel estatal. En este sentido, expuso como ejemplo la crisis económica suscitada en 2008 la cual reflejó que las mujeres fueron las más afectadas y tardaron más tiempo en reincorporarse a puestos de trabajo. 

“Esto por varios factores. Uno de ellos es que los sectores más afectados por la crisis son los que tienen mayormente más participación de las mujeres, como la hotelería, los servicios de alimentos, el comercio al por menor”. Esta observación va en sintonía con un pronunciamiento lanzado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el cual advierte que las mujeres se hallaban en un mayor nivel de vulnerabilidad de sufrir las consecuencias económicas por la pandemia. 

“Hay otros estudios, a partir de situaciones como el ébola, que demuestran cómo [las epidemias] profundizan en las desigualdades de género”, manifestó Dafne, por lo que alerta que la participación de las mujeres en el mercado laboral baje aún más del 45% observado actualmente.  

Otro factor, señala la economista, es la inequitativa repartición de labores domésticas al interior de un hogar, como el aseo de la casa y el cuidado de niños y adultos mayores, tareas cargadas desigualmente a las mujeres. 

“Estas tareas deberían estar distribuidas entre el estado, el mercado y las familias. Es decir, las empresas deberían tener guarderías, las familias tendrían que distribuirse equitativamente las tareas y el estado tendrían que crear políticas públicas pero todo esto no pasa; y las labores domésticas recaen mayoritariamente en las mujeres”, declaró.

Dafne indicó que el tiempo invertido por las mujeres en realizar las tareas domésticas es tiempo perdido para ellas para buscar acceder a mejores oportunidades laborales y seguir capacitándose para continuar con su desarrollo profesional. 

Al respecto, también recalcó que las trabajadoras domésticas se hallan en una situación de vulnerabilidad muy alta en la pandemia, debido a que regularmente trabajan en la informalidad,  no reciben prestaciones, generalmente no tienen un contrato y eso hace que sean más susceptibles a ser despedidas. 

Salir de la versión móvil