Dafne Viramontes, secretaria de Estudios de Género del Colegio de Economistas de Aguascalientes, advirtió de las severas afectaciones que está atravesando el sector comercio en el país y la entidad a causa de la crisis económica derivada de la pandemia por COVID-19.
La especialista hizo alusión a los Indicadores de Empresas Comerciales para el mes de abril de 2020 del INEGI. De acuerdo con estos resultados, a nivel nacional los ingresos reales por suministro de bienes y servicios de las Empresas Comerciales al por Mayor disminuyeron (-) 20.5%, mientras que el personal total ocupado decreció (-) 1.1% con relación al mismo mes del año anterior.
En tanto, las empresas minoristas registraron un retroceso en sus ingresos reales del (-) 23.8%, el personal ocupado reportó una caída del (-) 9.1%, pero las remuneraciones medias reales observaron un incremento del (-) 1.6%.
A nivel estatal, las mayoristas reportaron un decremento en los ingresos del (-) 11.9%, en contraste con el personal ocupado y las remuneraciones medias reales, que vieron un incremento del 0.4 y 1.5% respectivamente. En el caso de las minoristas, se reportó una caída del (-) 21.2% en sus ingresos, y del (-) 5.4% en el personal ocupado, pero mostraron un incremento del 4.8% en las remuneraciones.
«Estos resultados podrían interpretarse que las empresas [hidrocálidas] han tratado de mantener su funcionamiento, de forma normal; [a pesar] de que reciben menos ingresos porque están vendiendo menos».
No es para menos: como se observa en las cifras anteriores, las minoristas han perdido una quinta parte de los ingresos que percibían hace un año. Dafne Viramontes pone énfasis en que los datos mostrados corresponden a abril, por lo que las afectaciones podrían recrudecerse cuando se haga el recuento de los meses de mayo y junio.
La economista tildó como positivas las primeras medidas tomadas por las instituciones bancarias de diferir el pago de créditos para apoyar a la economía familiar y de las empresas; no obstante, recordó que pronto vencerá el plazo otorgado por las instituciones financieras, por lo que tendrán que idearse políticas públicas desde el gobierno para no dejar desprotegidas a las empresas y a las familias mexicanas.
“Es necesario que el gobierno empiece a tomar medidas para apoyar a estas empresas, porque si bien en el corto plazo pudieron sostenerse, es muy probable que en el largo plazo ya no puedan hacerse cargo de estos gastos, porque sus ingresos se han visto reducidos”, apuntó.
Dafne Viramontes refirió que algunas de las medidas sugeridas por organismos internacionales para hacer frente a la crisis económica que se vive en diferentes países del mundo pasan por generar políticas fiscales flexibles que permitan a las empresas posponer el pago de impuestos ante la evidente escasez en el flujo de capital que atraviesan.
Asimismo, exhortó a los gobiernos a generar más mecanismos de apoyos y préstamos a las empresas para hacer frente al segundo semestre del año, pues si bien dijo que el programa emprendido por el Gobierno Estatal en el inicio de la contingencia sanitaria resultó positivo, estas convocatorias han quedado agotadas.
«Esto va para largo y los efectos negativos parecen prolongarse (…) Los hacedores de políticas públicas en el país no han entendido la magnitud de los efectos económicos que va a tener la COVID-19 en México», señaló.
Por su parte, el presidente de Colegio de Economistas, Jael Pérez Sánchez, describió que la situación económica que vive en el país es adversa, la más profunda en décadas.
«Nunca nos había tocado ver cifras tan desalentadoras en materia macroeconómica (…) Son alarmantes y lo advertimos desde antes: debíamos de plantear una estrategia muy adecuada porque los efectos derivados de la crisis de salud podrían generar un fuerte impacto en el ámbito económico, incluso con consecuencias más devastadoras que la propia COVID-19», alertó.
Por lo anterior, hizo un llamado a los tres niveles de gobierno para que generen mecanismos que permitan aminorar el impacto que se avecina. Puso especial énfasis en la relación entre el gobierno del estado y el Ayuntamiento de la capital, abogando por una mayor coordinación entre las partes en beneficio de la población hidrocálida:
«Esto va más allá de cuestión de colores. Tiene que ver con la gente, no podemos estar jugando con el futuro económico de Aguascalientes».