Por Antonio Martín del Campo, Chairman 02X y Venture Studio
“Sólo cuando baja la marea descubres quién ha estado nadando desnudo”, Warren Buffett
Inicia julio, el segundo semestre de este largo 2020, con la noticia de que el fondo monetario internacional prevé que la economía de nuestro país se contraerá 10.5 este año, ¿cuándo nos imaginamos que el PIB pudiera moverse con esa intensidad y más a la baja? Nuestra nación no registraba estos resultados sino hasta después de la Gran Depresión en 1932 que se registró este récord.
La mayoría silenciosa en tiempos de pandemia y recesión económica descubre que está bajando la marea de forma alarmante, dejando poco a poco desnudos a muchos de sus líderes, a muchas de sus ideas y conceptos que en tiempos de bonanza pudieron hacer sentido y generaron muchos seguidores, pero ahora, al correrse el maquillaje, se está descubriendo realmente su humanidad, con todos sus intereses, y ahora podemos evaluar desde otra óptica los fundacionales sobre los que estaban sustentadas sus ideologías o, hablando de empresas, sus modelos de negocios.
Y es que las consecuencias de haber pausado la economía por un periodo prolongado y encerrar a las personas en sus hogares, según otro análisis financiero que recientemente salió “del horno”, desencadenará que la recuperación del PIB, a niveles del 2019, llegue hasta finales del 2023 o, lo que es lo mismo, en 42 meses a partir de ahora.
Con este telón de fondo, da risa escuchar a políticos, líderes de opinión o a cualquier tipo de fauna con un micrófono dando soluciones simplistas a temas que tienen un sinnúmero de diferentes perspectivas o aún peor, tratando de sacar refritos que no funcionaron en el pasado, pero nos queda bastante claro que su objetivo es querer convertirse en el centro de atención, quitando ese lugar a los empresarios, a los emprendedores.
Como siempre, cuando el mensajero se convierte en la historia, algo estamos haciendo mal, aquellos que estarán destinados a ser los héroes económicos de la recuperación son y han sido siempre los empresarios y los emprendedores, aquellos cuya representación está en su esfuerzo para crecer y sobrevivir en el último trimestre.
Tomando como marco de referencia las últimas recesiones o crisis, hay que decir que muchos de los que antes estaban, ahora ya no están, y que muchas iniciativas o acciones milagrosas no resisten ni por mucho el paso del tiempo, quedan como anécdotas mal contadas y actuadas por personajes totalmente anulados y condenados al olvido.
Con esto en mente y sin un ánimo de ser simplistas, entrando a la reflexión ¿Qué elementos creemos que pueden hacer la diferencia entre las empresas que no sólo sobrevivieran, sino que saldrán fortalecidas de estos tiempos de recesión, de las que no lo lograrán?
- Ser realistas y entender los alcances de la crisis. La recesión nos va a impactar a todos y lo que podemos hacer es concentrarnos en lo que podemos controlar, que muchas veces es más de lo que pensamos, reflexionar y transformarnos. Darnos el tiempo de reflexionar a fondo nuestros modelos de negocio y entender cómo el comportamiento de nuestros mercados va a cambiar adecuándonos rápidamente.
- Evita la inteligencia colectiva. Decía Mark Twain, padre de los personajes Tom Sawyer y Huckleberry Finn, hace dos siglos: “Cada vez que te encuentras del lado de la mayoría, es hora de hacer una pausa y reflexionar”, esto haciendo claramente alusión a que la inteligencia colectiva no es el mejor consejero, en las crisis y en las recesiones el mejor consejo es no ir con la corriente, no escuchar los consejos de analistas de noticieros o empresarios de banqueta, es el momento de escuchar a los expertos y entre mejor nivel tengan mejor. Es momento de acercarnos con los mejores consejeros: los libros con historias pasadas de personas que ya caminaron estos senderos y salieron victoriosos.
- La recesión puede ser la más grande oportunidad para tu empresa. Hoy la mayoría de las empresas se están limitando en reducir sus expectativas e implementar medidas defensivas destinadas a reducir costos. El pánico parece ser la constante y las decisiones se basan en el miedo, pareciera que la idea es simplemente sobrevivir a la recesión, algo nada más alejado de la solución para salir fortalecido de una crisis.
El mundo de hoy es de los emprendedores, de los empresarios que nunca dejaron de serlo, para ellos una recesión no representa una amenaza sino una gran oportunidad, la meta, obviamente, es salir de la recesión aún más fuerte que antes.
Con esta idea nos quedamos. Vienen tiempos de oportunidades, y para nadie es una novedad que grandes empresas se han consolidado durante las crisis, apostar por ser diferentes, por ir a contracorriente, siempre ha sido parte del ADN emprendedor.
El tiempo de incertidumbre y turbulencias es el mejor momento de los empresarios. Hoy también se está escribiendo la historia y la mayoría silenciosa está inspirándose en sus héroes y, de reojo, observando a los oportunistas. Para ellos ya habrá tiempo.