A través de su reporte semianual, El Banco Mundial pronosticó para México una caída del -6% en su Producto Interno Bruto (PIB), un desplome mayor al promedio previsto en los países de América Latina y el Caribe (LAC).
Debido a los problemas económicos como la caída del petróleo y las repercusiones previstas por el COVID-19, el Banco Mundial estima que el PIB de América Latina y el Caribe tenga una caída equivalente al -4.6% y un recuperación máxima de 2.6% en el próximo año.
Esta organización internacional prevé que para el 2021, México pueda recuperarse en un máximo de 2.5%. Así, la economía mexicana augura el tercer desplome más grave de entre las naciones latinoamericanas. Dicho golpe sólo sería superado por los países isleños de Santa Lucía (-7.2%) y Grenada (-7.3%), donde su economía depende mayormente del turismo.
Humberto López, vicepresidente del Banco Mundial por la LAC, afirmó que las estrategias para esta región deben direccionarse para limitar el daño económico y sentar las bases para la recuperación rápida y efectiva. Añadió que será necesario tomar medidas para apoyar a los sectores más vulnerables de la población por medio de la aplicación inmediata de programas de asistencia social, al tiempo de brindar apoyo al sector financiero y fuentes de empleo como las PyMEs.
Los impactos de origen externo afectarían de forma diferente de acuerdo a las medidas de contención del COVID-19 y las repercusiones derivadas las relaciones comerciales con China y los países del G7 (Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Reino Unido y Estados Unidos). Las caídas más contundentes se vislumbran en las cadenas de suministro, el turismo y la manufactura: Los países del centro y sur de América bajaron sus exportaciones manufactureras a China y se prevé el colapso turístico en los países del Caribe.
Sin embargo, este organismo internacional afirmó la aplicación de un paro total de la actividad económica no es una opción para estos países. Una congelación temporal podría convertirse en un golpe que, lejos de traer una recuperación rápida, puede generar una recesión económica prolongada.
Ante esta situación, algunos países de LAC están afrontando la crisis mediante la limitación de espacios fiscales –como los diferentes apoyos gubernamentales– para hacer uso de estos fondos en pro del sector financiero. No obstante, los elevados niveles de actividad informal en esta región complican dichas estrategias de apoyo a empleados.
Te puede interesar:
En México, un factor agravante de esta situación es que los trabajadores informales no cuentan con un fondo de ahorro ya que lo que ganan es lo justo para cada día, o bien dependen de las remesas norteamericanas que ahora están colapsadas. Así las estrategias de aislamiento afectan gravemente a la economía de la población, por lo que se deben extender los programas de asistencia social lo más pronto posible, declaró el reporte semianual.
Los gobiernos deberán soportar la mayoría de estas pérdidas, también el sector privado y los empleadores, para hacer uso de sus fondos de emergencia y conservar las plazas laborales. Esto amortiguaría el golpe económico en diferentes sectores que su vez deberían ser recapitalizados una vez que la contingencia pase.
Martín Rama, Jefe del Banco Mundial del por la LAC, declaró que se necesitan arreglos fuertes y seguros para el manejo de los activos durante la crisis, estrategias políticas coherentes y específicas que correspondan a la magnitud de la crisis global.
Por su parte, el Banco Mundial está tomando medidas amplias para apoyar a los países en vías de desarrollo. En los próximos 15 meses dispondrá de 160 billones de dólares para de seguir más de cerca el progreso de este virus y mejorar las intervenciones en materia de salud pública.