Las herramientas digitales han traído consigo toda una serie de cambios que han trastocado diversas actividades y sectores, entre ellos el económico. Las nuevas prácticas y usos tecnológicos proponen nuevas prácticas económicas que se ajustan a las necesidades de un entorno cada vez facilita más la comunicación, tales como la economía colaborativa.
Impulsado por la tecnología digital, nace la economía o consumo colaborativo. Se trata de un nuevo modelo económico basado en la comunicación y confianza entre el consumidor y el ofertador para realizar compras por el medio electrónico.
Se trata de una práctica que beneficia a ambas partes, además de tener un impacto beneficioso y responsable para el entorno. Según la economista Húngara, Georgina Görog, esta práctica ha cambiado los patrones de consumo y emprendimiento en industrias como:
- Turismo
- Transportación
- Educación
- Mercado de trabajo
De tal manera, dentro de este espectro, distintas plataformas y aplicaciones han revolucionado la manera en como el se comportan diversos mercados, obligándolos a crear nuevas estrategias de adaptación a las necesidades actuales.
Desde las conocidas “nenis” en México, a plataformas más sólidas a nivel global, tienen cabida en este tipo de carácter económico colaborativo. Por lo tanto, desde la venta en redes sociales, hasta el consumo y ejercicio de servicios a través de aplicaciones como: Uber, Airbnb, Rappi, Monific, entre otras, podrían considerarse parte de este modelo.
¿Qué ventajas ofrece la economía colaborativa?
A pesar de que existen desventajas, principalmente cuando se plantea como un sistema del cual subsistir, los beneficios que brinda son bastante atractivos:
- Incremento de opciones para adquirir o consumir algún producto o servicio
- Precios más accesibles
- Experiencias nuevas e innovadoras
- Sostenibilidad y cuidado del medio ambiente
- Fomenta el emprendimiento
- Herramientas para generar ingresos extra
Aspectos a considerar
La economía y el consumo colaborativo no siempre se trata del intercambio de bienes o cosas materiales, también pueden encontrarse prácticas del conocimiento y finanzas. Ya que las partes determinan las condiciones y demás, se puede hablar de cuatro tipos de economía colaborativa:
- Consumo colaborativo: intercambio de bienes y servicios
- Producción colaborativa
- Finanzas colaborativas: sistemas de crédito en el que se inserta el crowdfunding
- Conocimiento abierto: difusión de conocimiento sin afán de lucro