Guanajuato se distingue por sus dulces típicos. Degustados diariamente por miles de visitantes y locales, también son enviados para su venta a diversos lugares en México y otros países. La historia que resguarda el estado que vio nacer al país como lo conocemos hace que sus golosinas contengan una esencia e identidad únicas.
Charamuscas
Estos dulces forman parte importante de la identidad cultural de Guanajuato, pues su elaboración tiene una historia de casi dos siglos. Elaborados tradicionalmente con piloncillo y mantequilla, se pueden encontrar también con algún sabor como coco o nuez.
La simplicidad de sus ingredientes no le quita mérito a su elaboración, pues en el manejo de estos reside la creación casi artística de las figuras en un material que se endurece al moldearlo. Si bien estos dulces son elaborados también en otras partes del país, en Guanajuato radican sus principales ventas, mayormente en la capital del estado, con las tradicionales figuras de las momias.
Alfeñiques
Si bien los alfeñiques son de origen árabe, ya que la caña de azúcar y el dulce eran producidos en el Medio Oriente, estos tradicionales dulces de pasta de azúcar son una de las herencias culturales más importantes de México —y en Guanajuato se sigue preservando—.
En cada estado, tienen un distintivo que los hace atractivos y deliciosos. En Guanajuato, son caramelos artesanales de decenas de colores, figuras, brillos y sabores. Se consumen durante todo el año, pero mayormente durante el mes de noviembre, ya que forman parte de la tradición del Día de Muertos.
Cajeta
La cajeta de Celaya es uno de los dulces de mayor importancia nacional. Este dulce totalmente artesanal nació en esta ciudad guanajuatense, donde aún se elabora con la receta tradicional por diversas marcas que son distribuidas nacional e internacionalmente. Hoy en día, existen muchas presentaciones de este famoso dulce.
Algunas fábricas de Cajeta de Celaya que destacan son: La Especial, El Caballo sin Rival, La Delicia, La Reina, La Tradicional Salgado, Mi Dulce Lupita, Mex – Cel, entre otras. En su mayoría, estos espacios cuentan con gran historia en la entidad.
Tumbagones
Este es uno de los íconos de San Miguel de Allende, por lo que los visitantes acuden a las diversas tiendas a consumirlos. Su nombre deviene de “tumbaga”, término con el que se conocía a una especie de anillos hechos con una varilla quebradiza de oro y cobre. Se le solía entregar a frailes y sacerdotes para hacer visible su fidelidad ante Dios.
El dulce tradicional de San Miguel, que fue bautizado con el mismo apelativo, se elabora con trigo, naranja agria, anís, canela y un poco de azúcar glass para espolvorear.