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Dos formas diferentes de hacer negocio con la (in)seguridad

Cuando se trata de velar por nuestra seguridad, las precauciones no sobran. Ese pensamiento ha hecho que muchos empresarios encuentren una oportunidad de negocio en este sector y varias formas de atenderlo (lo cual no se reduce a sistemas de alarma, videovigilancia o guardaespaldas).

Platicamos con dos empresas que atacan la inseguridad desde una perspectiva simple, pero distinta a lo convencional.

Sec App: una aplicación para denunciar delitos

Desde hace tres años, cuando la inseguridad en el país comenzó a sentirse más cercana, los fundadores de Sec App decidieron crear una aplicación que diera tranquilidad a las personas: con apretar un botón, el usuario podría avisar a sus familiares o amigos que se encontraba en peligro.

Tras varios prototipos, la empresa fue perfeccionando su modelo, que hoy se resume en un botón y una aplicación móvil. El botón funciona para emergencias y en caso de apretarlo, activa el micrófono y la videocámara del smartphone para grabar lo que está sucediendo.

La aplicación tiene varias funciones, una de ellas es la denuncia de delitos. El usuario puede reportar incidentes desde el lugar donde se encuentre. La información genera un mapa con los crímenes ocurridos en zonas determinadas y otros pueden consultarlo para tomar precauciones.

“Estamos trabajando en un algoritmo personalizado que permita ver el tipo de crímenes que hay a tu alrededor, para mandar una alerta que te diga si estás en una zona amarilla, roja o verde».

Además, se puede reportar la desaparición de menores, mascotas perdidas y actos de corrupción. También sirve para localizar objetos (las llaves, por ejemplo). Con una versión gratuita y otra premium, Sec App puede descargarse en iOS y Android. Su nombre está próximo a cambiar por uno más sencillo, con un toque millennial: Wachaot.

“Estamos trabajando en un algoritmo personalizado que permita ver el tipo de crímenes que hay a tu alrededor, para mandar una alerta que te diga si estás en una zona amarilla, roja o verde. Y a partir de eso dar recomendaciones: cerrar puertas, estar atento o tomar vías alternas”, dice Roberto Mira Díaz, gerente de operaciones de la compañía.

Aunque fue desarrollado en Aguascalientes, este programa es utilizado principalmente en ciudades grandes como Monterrey, Ciudad de México, Bogotá y Santiago de Chile. Las descargas suman 300,000 con 5,000 usuarios activos.

Cortinas Metálicas de Aguascalientes: proveedores de la industria

Humberto Díaz Rico se ha hecho de un lugar entre las empresas hidrocálidas que buscan ofrecer al cliente tranquilidad y seguridad. Después de dieciocho años de manufacturar cortinas metálicas, Díaz nunca ha tenido que reparar alguna de ellas: sus productos raramente se estropean o se maltratan.

Sin experiencia, comenzó a fabricarlas para sortear los estragos que la crisis económica de 1994 trajo para él y para muchos mexicanos. Hoy, se ha convertido en uno de los principales proveedores de la industria comercial, no solo en Aguascalientes, sino también en varias ciudades del país.

Antes de iniciar con este proyecto, Humberto fue agente de ventas en una empresa de cortinas metálicas. Eso le permitió detectar las carencias del mercado y cubrirlas años más tarde, cuando decidió comenzar su propio negocio.

“Hubo un tiempo en el que estuvimos muy apretados, pues no había suficiente utilidad debido al costo de la materia prima que metimos. Batallamos un tiempo para meter el producto en el mercado”.

Una de las quejas principales de los clientes era la calidad: las cortinas de metal duraban poco y se averiaban con facilidad. Tras aprender a fabricarlas –desarmó una y la replicó–, se propuso usar materiales de primera calidad para su manufacturación. Sus costos eran elevados, pero la gente lo empezó a preferir.

“Hubo un tiempo en el que estuvimos muy apretados, pues no había suficiente utilidad debido al costo de la materia prima que metimos. Batallamos un tiempo para meter el producto en el mercado”, dice Humberto.

Algunas personas le recomendaron no fabricar cortinas tan resistentes porque no era un buen negocio. No hizo caso. Compañías extranjeras comenzaron a contratarlo. Le exigían más calidad de la que manejaba. Aprendió lo más posible de sus supervisores y de las observaciones que le hacían.

Para Humberto, la clave del éxito ha estado en esa filosofía y en la innovación constante. Asegura que la mayoría de los fabricantes manejan solo dos modelos, mientras él ofrece diez diferentes. Constantemente piensa cómo mejorar su producto y qué accesorios adicionales puede ofrecer.

Tal vez ese es el motivo por el que personas de estados no tan cercanos (como Nuevo León, Durango, Chiapas y Michoacán) lo prefieren. Sin duda, les saldría más barato contratar a alguien más; sin embargo, no tendrían la certeza de que no van a reparar sus cortinas metálicas en dieciocho años.

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