La formación académica de Don Carlos González Gutiérrez no sobrepasó la secundaria. Sin embargo, su tenaz vocación y su dedicación al trabajo, unidas a una clara visión para hacer negocios, lo han consolidado como una de las personalidades más reputadas en la industria agroalimentaria del Bajío.
“Siempre he estado abierto al cambio. Si hay cosas que mejorar, pues las mejoramos”, sostiene el productor ganadero y avícola, uno de los más importantes del estado.
Antes de cumplir los veinte años, Don Carlos comenzó a viajar hacia el norte del país (en especial a Durango y Chihuahua) para comprar ganado. En ese periodo, su padre lo invitó a integrarse totalmente a las labores del rancho para dedicarse a la ordeña de vacas.
No pudo tomar mejor decisión: actualmente, la ganadería de González Gutiérrez cuenta con casi dos millares de reses (raza Holstein). Cada vaca da un rendimiento de alrededor de 40 litros diarios.
La calidad de su producto lo llevó a establecer relaciones con grandes actores de la industria lechera en el país como Alpura o, actualmente, Santa Clara (tras la adquisición de esta empresa por Coca Cola).
“Con el paso del tiempo nos hemos ido tecnificando cada vez más”, señala el ganadero, explicando el crecimiento que han mantenido a lo largo de las décadas. “Nos hemos asesorado con nutriólogos para que los animales tengan buena alimentación. También contamos con una plantilla de tres médicos veterinarios para que atiendan a las vacas”, agrega.
No obstante, el liderazgo de Don Carlos González no se limita únicamente al ganado bovino; también se ha erigido como referente en el campo avícola, sector en el que incursionó tras la muerte de su padre.
Pronto ganó tal reconocimiento que, en 1982, el presidente de México, José López Portillo, vino a Aguascalientes para la inauguración de la incubadora avícola que estableció el ganadero hidrocálido. Este acontecimiento lo situó como pionero en el ramo, en medio de una industria acaparada por las grandes trasnacionales.
Años más tarde, ante la crisis provocada por la devaluación del peso en 1994, Don Carlos fraguó una iniciativa con Bachoco de Don Enrique Robinson Bours Almada, con quien tenía afinidad comercial -para establecer una relación de aparcería-.
“Entre unos cuantos productores que teníamos pollos, empezamos con 700 mil animales. Ahora son alrededor de 40 millones de pollos”, comparte González Gutiérrez. También enfatiza que trabajar para una empresa de la dimensión de Bachoco plantea desafíos importantes, los cuales han sabido solventar hasta consolidar lazos duraderos.
Su destacada carrera en el campo pecuario lo encaminó a recibir del entonces presidente Vicente Fox la medalla al mérito ganadero. Don Carlos también fungió como presidente de la Unión Ganadera Regional de Aguascalientes y, a su vez, ha recibido reconocimientos importantes del sector avícola.
“En cualquier negocio, para el éxito es fundamental estar al pendiente de él y dedicarle tu atención”, finaliza el ilustre ganadero.